- Un equipo de Amnistía Internacional está visitando República Centroafricana desde finales de noviembre. Las noticias que nos traen del país están alcanzando niveles alarmantes: su capital, Bangui, está asediada por la violencia sectaria, los cadáveres se apilan en los hospitales y las morgues y Naciones Unidas habla ya de más de 60.000 refugiados y 227.000 desplazados internos. El golpe de Estado que el grupo armado Seleka llevó a cabo en marzo de 2013, contra el presidente, François Bozizé, ha empeorado la situación en un país que lleva años bajo una política represiva y cruel. Es difícil que las imágenes que nos traen del corazón del continente africano expresen todo lo que está sucediendo. Pero mostramos algunas de ellas.
Un equipo de Amnistía Internacional está visitando República Centroafricana desde finales de noviembre. Las noticias que nos traen del país están alcanzando niveles alarmantes: su capital, Bangui, está asediada por la violencia sectaria, los cadáveres se apilan en los hospitales y las morgues y Naciones Unidas habla ya de más de 60.000 refugiados y 227.000 desplazados internos. El golpe de Estado que el grupo armado Seleka llevó a cabo en marzo de 2013, contra el presidente, François Bozizé, ha empeorado la situación en un país que lleva años bajo una política represiva y cruel. Es difícil que las imágenes que nos traen del corazón del continente africano expresen todo lo que está sucediendo. Pero mostramos algunas de ellas.