Fuertes lluvias provocan inundaciones en los campamentos de refugiados saharauis y desplazan a 350 familias

Gabriela Sánchez

23 de septiembre de 2024 18:57 h

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Una importante concentración de agua de color anaranjada atraviesa con fuerza un lugar poco habitual: el desierto argelino. Varias personas observan su paso mientras la corriente daña algunas de las viviendas desperdigadas sobre el árido terreno. Algunas casas de adobe no aguantan la humedad y sus paredes empiezan a desplomarse. Son parte de las imágenes trasladadas desde los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf (Argelia), donde las lluvias torrenciales sufridas este domingo y este lunes han provocado fuertes inundaciones en el campamento de de Dajla, la wilaya más aislada de la hamada argelina, que da cobijo a miles de personas tras el abandono español del Sáhra Occidental y la consiguiente ocupación por parte de Marruecos. Según la Media Luna Roja Saharui, alrededor de 350 familias se han visto obligadas a desplazarse fuera de los campamentos hacia lugares más seguros.

Varios vídeos difundidos por la Media Luna Roja muestran importantes concentraciones de agua que, en contrastan con el árido terreno, corren junto a algunas de las precarias casas de adobe mientras dañan algunas de ellas, que empiezan a derrumparse. Las autoridades de la wilaya -municipios en los que se dividen los campamentos de refugiados saharauis- y la Media Luna Roja saharaui están actualmente evaluando los daños en el terreno. Para hacer un primer reconocimiento de la situación de emergencia, en la mañana de este lunes ha llegado una delegación compuesta de las agencias de naciones unidas y las ONG de Dajla, según ha informado la Media Luna Roja a través de un comunicado. La población que reside en los campamentos de refugiados saharauis dependen de la ayuda humanitaria.

“La media luna roja saharaui hace un llamamiento a los donantes y las organizaciones humanitarias para proporcionar asistencia urgente y de emergencia a las poblaciones saharauis refugiadas en Dajla”, alerta en el comunicado Las casas que continúan en pie después de las tormentas tampoco son seguras. Como están construidas de adobe, las viviendas pueden desvanecerse cuando el barro se seca. 

Durante las pasadas semanas, las lluvias registradas en esta zona del desierto afectaron a otras de las wilayas en las que se dividen los campamentos de refugiados saharauis. “Cabe señalar que los otros campamentos también han sufrido lluvias durante la semana pasada, y han sido registrados varios daños infraestructurales: en las casas y las instalaciones públicas”, sostiene le organización.

A principios de septiembre, la predicción realizada por el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (ECMWF), y adelantada por elDiario.es, se cumplió en varias regiones desérticas del norte de África, donde durante varios días se registraron lluvias que alcanzaron hasta 50 litros por metro cuadrado en algunas zonas. 

En Marruecos y Argelia hubo lluvias torrenciales que dejaron cerca de veinte muertos y nueve desaparecidos, además de destruir viviendas e infraestructuras relacionadas con el agua potable y electricidad. En los campamentos saharauis, durante muchas horas no pudo llegar el pan porque las comunicaciones estaban bloqueadas. 

“Se ha cortado la luz eléctrica, estamos aquí mi madre y sus vecinas. Dicen que va a estar lloviendo hasta las 05:00, lo que nos tiene un poco preocupados. De momento, no para”, explicaba entonces a este medio Khadya, de 26 años, desde El Aaiún, otro de los campamentos de refugiados saharauis en el sur de Argelia. Durante la madrugada previa a las lluvias, ella y su familia se preparaban con linternas y móviles cargados para un escenario inusual predicho por los meteorólogos unos días antes: lluvias abundantes en el desierto del Sáhara, muy por encima de la media anual.