La Guardia Civil devuelve a Senegal a los 168 migrantes rescatados, tras la negativa de Mauritania a desembarcar
Los 168 rescatados por el buque de la Guardia Civil Río Tajo han sido devueltos a Senegal, tras la negativa de Mauritania de desembarcar a los náufragos socorridos en sus costas. “Se encuentran todos a salvo en tierra”, han anunciado fuentes de Ministerio del Interior a elDiario.es, tras la finalización del desembarco, completado alrededor de las 11 horas (hora española) de este miércoles. El retorno de los migrantes a Senegal, de donde partió el cayuco y se presume que procedían la mayoría de ocupantes, se ha producido después de que ONG y abogados de extranjería solicitasen su paralización para garantizar el acceso al asilo de los ocupantes de la embarcación.
“Fernando Grande-Marlaska, quiere reconocer, agradecer y ensalzar la extraordinaria labor llevada a cabo por la dotación del Río Tajo y de todos los miembros de la Guardia Civil que han participado en esta operación humanitaria y que han conseguido salvar la vida de todos los rescatados”, afirman fuentes de Interior.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados pidió a última hora de este martes información al Ministerio del Interior acerca de los perfiles de los náufragos, recordando la necesidad de identificar sus posibles vulnerabilidades antes de proceder a su desembarco en Senegal, pero no recibió respuesta, según fuentes de la Agencia de la ONU. Acnur envió al departamento dirigido por Grande-Marlaska los requisitos que un desembarco de migrantes debe cumplir para garantizar el acceso al asilo de los náufragos y no vulnerar la legislación internacional, incluida la información a los rescatados sobre la posibilidad de pedir protección internacional, al encontrarse en un buque público del Estado español.
Desde el Ministerio, defienden que la operación “cumplió con la legalidad y salvó la vida de 168 personas” sin detallar si se informó a los náufragos de la posibilidad de pedir protección internacional como recomienda la Agencia de la ONU ante este tipo de desembarcos. Interior tampoco detalla las nacionalidades de las personas rescatadas.
Ante el rechazo de Mauritania de permitir el desembarco, la patrullera Río Tajo recibió este lunes instrucciones de devolver a los náufragos a Senegal, el país desde donde partió el cayuco. La negativa contrastó con la habitual colaboración del país norteafricano, socio clave para España en materia migratoria, donde existen patrullas conjuntas marítimas y terrestres entre la Guardia Civil y la Policía españolas y la Gendarmería mauritana. Desde 2007, no se conocía un episodio semejante en que las autoridades mauritanas impidiesen el desembarco a un buque español.
Desde la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), advirtieron desde al Ministerio del Interior de la posibilidad de que hubiese personas con necesidades de protección internacional entre los migrantes a bordo del Río Tajo que pretenden ser retornados a su punto de partida. “Podría vulnerar la legislación internacional, considerando una posible devolución colectiva. Estas personas se encuentran bajo jurisdicción española [al encontrarse en un buque español] y por ello se debe cumplir con las garantías del convenio europeo de derechos humanos”, afirmó la secretaria general de la ONG. “En caso de que haya personas que quieran pedir asilo, la Guardia Civil debe trasladarles a España para su formalización”.
Galán recordó la inestable situación de Senegal, tras el arresto del líder de la oposición, que ha desencadenado diversas olas de protestas protagonizadas por la población joven y respondidas con dureza por el Gobierno senegalés: “En estos momentos en Senegal no hay garantías, hay muchas personas detenidas y el líder de la oposición está en la cárcel”.
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