Se llamaba Soufian, tenía 17 años y aspiraba a empezar una nueva vida en Europa. Un adolescente marroquí ha sido hallado muerto en su cama de un centro de acogida de menores en Melilla, donde vivía tutelado por la ciudad autónoma. El joven perdió el pie izquierdo en noviembre, cuando se cayó mientras trataba de esconderse en los bajos de un camión con el objetivo de entrar en un ferry para atravesar el Estrecho y llegar a la Península.
Pocos días después de recibir el alta el pasado 26 de diciembre, el cuerpo del menor ha sido localizado sin vida en la cama del Centro Asistencial de Melilla, donde estaba acogido desde entonces, según ha informado la Consejería de Bienestar Social a través de un comunicado, adelantado por medios locales.
La Ciudad Autónoma ha puesto el caso en conocimiento de la Fiscalía y de las autoridades judiciales con el fin de esclarecer las causas de la muerte del menor.
A principios de diciembre, otro menor migrante tutelado falleció de una parada cardiorespiratoria tras permanecer 20 días en coma en el Hospital Comarcal de Melilla. El director de la ONG local Prodein, José Palazón, denunció que su muerte era “consecuencia de una paliza” que, según aseguró, había tenido lugar en el Centro Educatiuvo de Menores Infractores, conocido como “Baluarte”. El Gobierno de la Ciudad Autónoma negó que el personal del centro tuviese algo que ver y amenazó con denunciar al activista.