La versión narrada a la Policía Judicial
La magistrada María del Carmen Serván se basó en los datos y comparecencias incluidas en la investigación interna de la Guardia Civil para decidir quiénes serían los agentes imputados por las muertes del Tarajal. Todos los llamados a declarar tienen un punto en común: lanzaron pelotas de goma o dieron directrices con este fin. Estas son las versiones de los cuatro primeros miembros del Instituto Armado llamados a declarar [finalmente, por problemas técnicos, solo comparecerá el capitán y se posponen las restantes].
- Capitán jefe de la Unidad de la Compañía Rural de Seguridad de Ceuta: Reconoció que dio “indicaciones” a sus agentes, quien llegó a emplear un arma para “dar ejemplo” y mostrar cómo lanzar pelotas de goma. “Cuando llega a la zona de Alfa 1, observa que en el espigón se encuentran desplegados varios agentes y escucha detonaciones que proceden del referido espigón”, relata la transcripción de su declaración. Todos los lanzamientos, afirma, respetaron la distancia de seguridad y se dirigían hacia el agua. El jefe de la Compañía Rural de Seguridad de Ceuta cita en varias ocasiones que ya había escuchado disparos con antelación, dejando constancia de que lo hacían antes de efectuar su demostración práctica. Además, en ese mismo instante, asegura, un “número importante de ellos” [de inmigrantes] estaba “agolpándose en la misma punta —del espigón fronterizo—, creando un embudo donde se puede ver cómo se empujan y apelotonan con la intención de pasarlo andando o a nado”. Ha decidido ser defendido por un abogado privado, en vez de por el abogado del Estado.
- Guardia civil de la Compañía de Seguridad de Ceuta '1': según asegura en su declaración a la Policía Judicial, el 6 de febrero disparó pelotas de goma pero únicamente desde la orilla de la playa española, no desde el espigón —la zona donde se producirían las muertes, según la versión oficial—. “Cuando tiene el arma en su poder realizó también el lanzamiento de pelotas al agua, procurando que mediante la realización de un tiro curvo, la parábola que describe al pelota, hiciese que la misma impactara en la parte posterior a la zona de nado de los inmigrantes intentando conseguir que los mismos no nadaran alejándose de la costa”. Señala que no hizo uso de la fuerza y que ayudó a salir del agua a algunos de los ciudadanos subsaharianos que, agotados, accedían a la orilla ceutí. Afirma que los inmigrantes estaban “cansados” y que alguno “presentaba magulladuras y prendas de ropa con desgarros” pero, dice, “no apreció lesiones llamativas”. Ha elegido ser defendido por un abogado privado, declinando la oferta de la Abogacía del Estado.
- Guardia civil de la Compañía Rural de Seguridad Ciudadana de Ceuta '2'. El 6 de febrero actuó sobre todo, según su declaración de la investigación interna del Instituto Armado, en la orilla junto con otro compañero [guardia '1']. Asegura que únicamente lanzó “dos disparos hacia el aire en dirección a la embarcación oficial, con intención de que el grupo de inmigrantes” se “acercase a la orilla”. Como no surgió efecto, afirma, le entregó el arma a su compañero [agente 1]. Algunos ciudadanos subsaharianos comenzaron a llegar a la orilla. Uno de ellos, señaló, intentó huir a la carrera. Los otros caminaban “totalmente exhaustos”, a quienes que, según afirma, ayudó. Ha elegido ser defendido por un abogado privado, declinando la oferta de la Abgacía del Estado.
- Guardia civil de la Compañía Rural de Seguridad Ciudadana de Ceuta '3'. Este agente también reconoce haber realizado “cuatro o cinco lanzamientos de pelotas de goma al agua”, todos desde la orilla española. Su objetivo, defiende, era “intentar dirigir a los nadadores hacia la costa” y que dejasen de alejarse de esta. Cuando se dio cuenta de que no “consiguió el fin deseado”, dice, “dejó de tirar medios”. Según su declaración en la investigación interna del Instituto Armado, disparó material antidisturbios en forma de “parábola” con la finalidad de que “el impacto en el agua se produjese en la parte posterior a los nadadores”. El imputado aseguró que “ninguna pelota de la sque lanzó al agua pudo impactar en los inmigrantes”