Interno del CIE de Valencia: “La policía les está pegando, hoy deportan a nueve personas a Argelia”

“Sí, sí, hoy deportan. A nueve”. Un interno del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Zapadores en Valencia cuenta a eldiario.es, entre susurros y con gritos a su alrededor, la escena que le rodea: “La policía les está pegando, hay dos personas tiradas a mi lado”.

Este jueves sale un barco del puerto de Alicante con destino a Orán (al norte de Argelia) en el que serán deportados varios inmigrantes. Nueve compañeros, según el testimonio de un interno. La policía solo confirma la orden de deportación, “dictada por un juez”, de dos personas que se han autolesionado esta mañana en un intento de frenar la expulsión.

“Dos se han lesionado. Uno se ha cortado en el cuello y otro se ha tragado algo de acero”, relata uno de los internos del centro de internamiento en conversación telefónica. Los CIE son centros donde los extranjeros en situación irregular son retenidos por la policía a la espera de la deportación a sus países de origen.

En la práctica, las personas que ingresan en los CIE no siempre terminan expulsadas: el 47,5% de las personas que pasaron por algunos de estos centros en 2013 tuvieron que ser puestas en libertad, en España, según los datos recogidos por la Oficina del Defensor del Pueblo. Esto ocurre cuando España no dispone de convenio para repatriar al país de origen, no consigue certificar cuál es ese país o la persona internada resulta ser susceptible de recibir protección internacional.

No parece ser el caso de este jueves. Ante la deportación inmediata, dos de las personas que han recibido la orden de abandonar el país se han autolesionado, cuenta el interno. En esos instantes, parte de sus compañeros están retenidos por la policía, según su testimonio. “El que se ha cortado en el cuello dice que no puede volver a su país, que prefiere morirse”, relata con gritos de fondo y cuelga porque asegura que no puede seguir hablando.

Una hora más tarde, otro interno manifiesta a eldiario.es que son nueve los compañeros que han recibido la orden de expulsión con destino a su país de origen, Argelia. “Son nueve”, dice en una conversación interrumpida por continuos silencios porque –asegura– la policía está a su lado. Se escucha con claridad a un hombre que dice en perfecto español: “Te he dicho que te estés quieto”. El interno vuelve a hablar: “La policía está pegando, hay dos personas tiradas a mi lado”. Y cuelga con mucho ruido al otro lado del teléfono.

En la Jefatura Superior de Policía de Valencia aseguran que “no ha habido incidentes” más allá de las dos personas que se han autolesionado. Según fuentes policiales, las dos personas han sido asistidas por los servicios médicos: “Uno de ellos ha sido atendido y, como no tiene nada, será deportado. El otro, que ha dicho que se ha tragado algo, está en el hospital para ver si es así y proceder, si se puede, a la deportación”. En la Jefatura recuerdan que la expulsión está ordenada por un juez, aunque no informan del número total de personas que serán expulsadas.

Incidentes en vuelos y barcos de deportación

Aunque las fuentes policiales no informan de la hora de partida del barco, este jueves solo hay un ferry con salida de Alicante y destino a Argelia (a la ciudad de Orán), a las 19.00 horas. Según ha podido saber eldiario.es, no son embarcaciones específicas para realizar este tipo de traslados, por lo que también viajan en ellas otros pasajeros.

En los informes anuales “Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura”, elaborados por la Oficina del Defensor del Pueblo, la institución recoge el número de embarcaciones y de personas afectadas por estas expulsiones hacia Argelia. En 2013, los barcos ascendieron a 70 y los expulsados fueron 779. También informa del número de vuelos de deportación fletados en solitario por España o en colaboración con la Agencia Europea para el Control de la Frontera Exterior (FRONTEX) a otros países.

El documento de la institución relativo a 2013 (PDF) da cuenta de tres “incidentes” que la policía notificó al Defensor del Pueblo. En uno de ellos, del 30 de abril, “un repatriado manifestó haberse tragado una cuchilla, aunque, tras las correspondientes radiografías, se estimó que podía ser una cremallera, siendo autorizado su traslado por los servicios médicos”.

Sobre los dispositivos en estas expediciones, criticados por diversas ONG y organismos internacionales por la violencia policial y la vulneración de los derechos humanos de las personas que se convierten en pasajeros forzosos, apenas se saben datos. Al menos, oficiales, ya que las autoridades rechazan aportar información al considerar que se trata de operaciones policiales.

Denuncia por tortura admitida a trámite

No es la primera vez que los inmigrantes denuncian malos tratos en los CIE. Este viernes declarará uno de los internos del centro de Zapadores, Mohamed Rezine Zohuir, cuya denuncia de torturas a manos de varios agentes de policía fue admitida a trámite por el Juzgado de Instrucción número 12 de Valencia. El juez estimó que los hechos denunciados por Zohuir podrían ser “constitutivos de delito contra la integridad moral”.

Varios activistas de la Campaña por el Cierre de los CIE han intentado acceder esta mañana a las instalaciones, pero se han suspendido las visitas. La campaña exigía también la suspensión cautelar de la deportación de Zohuir hasta que finalice la investigación judicial abierta.