La protesta de los migrantes rescatados por un barco privado frustra los planes de Italia de devolverles a Libia

Desalambre/EFE

Italia intentó devolver a las 67 personas rescatadas por el barco italiano Vos Thalassa, que presta servicio a una plataforma petrolífera, según informan este miércoles medios italianos. Esto provocó la protesta de los migrantes a bordo y que la nave privada se comunicara con las autoridades italianas para pedir ayuda. Finalmente, fueron transferidos a un barco de la Guardia Costera italiana.

El ministro de Transportes, Danilo Toninelli, anunció que permitiría el desembarco de las personas rescatadas en el Mediterráneo central tras atacar a los migrantes y acusarles de “poner en peligro la vida de la tripulación” de la nave privada. Sin embargo, el ministro del Interior, Matteo Salvini, seguía bloqueando este miércoles el atraque de la patrullera italiana. Finalmente, según ha podido saber Efe, ha puesto rumbo al puerto de Trapani, en Sicilia, tras la autorización del ministerio de Infraestructuras a pesar de que Salvini insiste en su mano dura contra la migración.

Desde Roma se prohibió en un principio el desembarco del Vos Thalassa, que había rescatado a los migrantes anticipándose a la intervención de los agentes libios, pero finalmente estos fueron transbordados a la nave Diciotti de la Guardia Costera italiana. Según los medios italianos, durante la medianoche del lunes, desde el centro de coordinación de rescates de Roma se había ordenado llevarlos a Trípoli para ser devueltos a las patrulleras libias, una práctica prohibida por el derecho internacional. Las ONG de derechos humanos han documentado numerosos abusos, torturas y explotación hacia la población migrante en el país vecino, adonde son devueltos por los agentes libios.

Al parecer, al comprobar que la embarcación ponía rumbo al sur, algunos rescatados empezaron a enervarse y a pedir explicaciones a la tripulación del Vos Thalasa, según “Il Corriere della Sera”, que muestra las comunicaciones enviadas desde a bordo a la Guardia Costera.

“A las 10 de la noche, el barco partió hacia el punto de encuentro con la lancha patrullera libia. Alrededor de las 11 de la noche, algunos de los migrantes con teléfonos y GPS se dieron cuenta de que el barco se dirigía hacia el sur. Un gran número se dirigió al vigilante pidiendo explicaciones de una manera muy agitada y pidiendo poder hablar con el comandante. Los migrantes rodearon al oficial en ese momento pidiendo explicaciones”, recogen las comunicaciones publicadas por Il Corriere.

“La situación está degenerando, la gente muestra signos de agitación. Para calmar la situación tuvimos que decir que vendrá una patrullera italiana”, dijeron posteriormente.

Toninelli había confirmado a los medios que la nave Diciotti con todas estas personas llegará a un puerto italiano este miércoles. Y sobre esta decisión informó al ministro de Interior, el ultraderechista Matteo Salvini, que se negaba a dar puerto, y le indicó que era por una razón de “orden público” tras acusar a los migrantes de amenazar presuntamente a la tripulación. Por otro lado avanzó que probablemente habrá “detenciones” contra quienes “trataron de amotinarse” en la nave Vos Thalassa.

El bloqueo de Salvini a la patrullera italiana

La negativa de Salvini de no dar puerto a los migrantes rescatados ha provocando malestar entre miembros del Gobierno, formado por la Liga y el Movimiento 5 Estrellas (M5S), ya que estaba bloqueando la entrada en puerto de un barco italiano y, además, de la Guardia Costera.

El líder ultraderechista justificó su decisión uniéndose al discurso criminalizador de los migrantes a bordo a raíz de los momentos de tensión vividos a bordo por el temor de ser devueltos a Libia y ha reiterado que entre ellos hay “gente que ha agredido y amenazado y que no tienen que terminar en un hotel sino en la cárcel”.

“No daré la autorización hasta que no tenga garantías de cara a la seguridad de los italianos y que estos delincuentes, que no son refugiados, terminen por un tiempo en la cárcel y sean lo antes posible repatriados a sus países”, ha dicho. “Antes de conceder cualquier autorización, espero con ansias conocer los nombres, apellidos y nacionalidades de los secuestradores violentos, que tendrán que salir de la nave esposas”, ha asegurado en un mensaje en Twitter después de que se conociera la autorización del ministro de Infraestructuras.

Entre los rescatados hay hombres, mujeres y niños, son 4 de Argelia, uno de Chad, uno de Bangladesh, dos de Egipto, uno de Ghana, diez de Libia, cuatro de Marruecos, uno de Nepal, 23 de Pakistán, siete de Palestina, doce de Sudán y uno de Yemen.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en Italia había expresado su “preocupación” por el caso de estos 67 migrantes y recordó que “el socorro en mar es un principio demasiado importante como para ser puesto en riesgo”.

“La prioridad debe ser salvar vidas y garantizar la asistencia inmediata a las personas que afrontan estos peligrosos viajes. Acnur renueva su llamamiento a los Estados para que establezcan un mecanismo regional de desembarco seguro y previsible, y tras esto, una adecuada forma de compartir la responsabilidad”, se podía leer en un comunicado.

Este nuevo episodio tras el rescate de migrantes en el Mediterráneo se produce después de que Salvini anunciase que en el próximo consejo informal de la Unión Europea (UE) en Innsbruck (Austria) pedirá que no atraquen en Italia los barcos que participan en las misiones internacionales presentes en el Mediterráneo.

Salvini publicó esta declaración en su página Facebook, después de que un grupo de 106 migrantes desembarcara en el puerto de Messina, en la isla italiana de Sicilia, tras ser rescatados en el Mediterráneo por un barco irlandés que participa en la misión europea Eunavformed Sophia.

Activistas protestan ante el ministerio de Transporte

El ministro ya ha prohibido cualquier desembarco de migrantes rescatados por las ONG. Y por esta razón, un grupo de unos 50 activistas pertenecientes a varias ONG, entre ellas Sea Watch y la española Open Arms, se han encadenado este miércoles en la entrada del ministerio de Transporte italiano para protestar contra el actual Gobierno y su política de cerrar los puertos a los migrantes rescatados.

La red #RestiamoUmani (sigamos siendo humanos), que engloba a varias asociaciones humanitarias, ha explicado que la iniciativa pretende “protestar de manera pacífica y no violenta contra las políticas del actual Gobierno que, en complicidad con la Unión Europea (UE), están causando el aumento exponencial del número de personas que mueren en el mar en el intento de llegar a las costas europeas”.

Durante la protesta, en la que los activistas vestían chalecos salvavidas, han mostrado una pancarta donde se podía leer: “Náufragos de Estado”. Han denunciado que “Italia durante muchos años estuvo en primera línea salvando cientos de miles de vidas en el Canal de Sicilia y que desde 2017 se está poniendo coto a la acción de los barcos civiles”.

“Estas políticas y la reducción de las operaciones de socorro han aumentado el número de personas que se ahogan en el Mediterráneo Central superando las 1.000 desde inicios del año. El Canal de Sicilia es la frontera más letal del mundo con una de siete personas que desaparecen solo en el mes de junio”, agregan.