Este jueves, en el marco de la sexta edición del Encuentro de Periodismo Iberoamericano celebrado por elDiario.es en Casa América de Madrid, Ignacio Escolar, director de este periódico, ha entrevistado a Jon Lee Anderson, reconocido escritor y periodista especializado en política latinoamericana y director del medio BOOM, una nueva plataforma de intercambio que arranca con la mirada puesta en las migraciones.
Con el foco en las narrativas migrantes en Iberoamérica, el encuentro ha arrancado con la proyección del film documental 'El maldito Darién', producido por el propio Anderson y la plataforma BOOM, un documento audiovisual así como en forma de podcast que el estadounidense ha descrito como “una pesadilla”. “Pega duro”, reconocía Anderson, que añadía: “Es como una pesadilla y queríamos dejar esa sensación”.
Jon Lee Anderson ha explicado en esta entrevista que optaron por tratar el tema de la migración por ser “el elefante en la habitación”. “Es el gran tema, ya que por un lado demuestra un poco el colapso de sistemas y países enteros, de sus estados de Derecho, en algunos casos en América Latina, y por otro lado ha sido el detonante para la xenofobia y la ultraderecha, para la aparición de alguien como Trump”, razona el periodista.
Anderson recuerda que “nadie” ha dado con la solución a este impasse y considera que “hasta cierto punto” somos “partícipes” por pertenecer a las sociedades occidentales afectadas. El escritor señala a Donald Trump como el principal responsable de colocar el tema “sobre las portadas” durante su primera candidatura presidencial: “arremetió contra los mexicanos como violadores, asesinos y rateros. Y a partir de ahí se ha construido un poderío político y todos estamos en vilo con ese drama”.
El periodista ha relatado durante la entrevista cómo hace treinta años cruzó él mismo a pie el Darién, la zona selvática que une Panamá y Colombia, “en un plan semiaventurero” siguiendo los pasos de Núñez de Balboa, cómo se cruzó “con algún forajido” y que la zona era casi en su totalidad territorio indígena.
“Es el ombligo de las Américas, lo que une el norte y el sur, y es la única parte no unida por una carretera”, detalla Anderson. Sin embargo, como recuerda, en los últimos tres años más de un millón de personas han pasado por allí en dirección a EEUU. El escritor cuestiona cómo los estados responsables de esta frontera, que separa América Central de América del Sur, ignoran el problema migratorio y, a su vez, lo dejan en manos del crimen organizado.
El responsable de BOOM señala directamente al gobierno colombiano por su dejadez: “El gobierno no se mete. Hay una organización criminal que se encarga de lucrarse y de proteger, al menos del lado colombiano, a estos migrantes”, afirma John Lee Anderson, que añade: “Petro ha cedido el control territorial al clan del Golfo”.
Preguntado por el director de elDiario.es, Ignacio Escolar, acerca del papel de los gobiernos progresistas de América Latina, el veterano informador ha destacado el caso de Chile, donde el ejecutivo de Gabriel Boric ha tenido que enfrentarse a la llegada de más de 800.000 venezolanos en los últimos años.
Anderson ha contado un caso relacionado con la inmigración venezolana en Chile después de que varios de estos migrantes fueran arrestados por distintos delitos y el gobierno chileno, en base a la ley del país sudamericano, dispusiera su deportación a Venezuela. “Maduro no los aceptó”, explicó el periodista, que detalló cómo el presidente venezolano solicitó ayuda con la Guyana: “Acepto el avión si me ayudas con Guyana. Así de transaccional, así de burdo”.
El papel de la izquierda revolucionaria y el ascenso de Milei
John Lee Anderson defiende que la izquierda latinoamericana “tiene que mirarse al espejo” y que, en muchos países, la revolución “ha sido apenas una revolución autoproclamada”. “Conocí a Chávez y tenía algunas ideas revolucionarias al principio. Nicaragua es como un South Park meets los Ceaucescu y Cuba pues ya no puede sostenerse”, detalla el periodista, que recuerda el éxodo de entre el 10 y el 20% de la población cubana de la isla en los últimos dos años y medio o la migración venezolana.
“La izquierda con retórica revolucionaria ha fracasado”, sostiene Anderson, quien insiste en que “utilizan las consignas revolucionarias para legitimarse, para legitimar su presencia en el poder e insistir en un poder coercitivo en el que nadie más participa porque la revolución es sagrada”.
El periodista estadounidense recuerda que hay “otras izquierdas un poco rebuscadas” en referencia a la izquierda mexicana (“ni chicha, ni limoná”), o la izquierda “pragmática” de Lula da Silva en Brasil, a quien defiende como alguien con formación e instintos de izquierda humanistas, pero con un problema: “Tiene un país dividido como EEUU y las fuerzas armadas en contra”.
Frente a la situación que describe en la izquierda revolucionaria, Anderson opina que, hasta que no se pare a reflexionar, no va a poder replantearse y tener respuestas a las vicisitudes de sus pueblos para hacer frente a los “cantos de sirena” de los “nuevos rebeldes”, a quienes define como “gentes de derechas reaccionarias” que ostentan “el dinamismo del momento”. “Ellos son los que inspiran y alientan a los jóvenes. Y eso es un desafío que tienen actualmente en la izquierda, no solamente en América Latina”, insiste el escritor en referencia al presidente argentino, Javier Milei.
Elon Musk y su nuevo papel como miembro del gobierno de EEUU
Jon Lee Anderson ha reconocido que pensaba que Elon Musk “tenía demasiado poder” antes de hacerse con la propiedad de la red social Twitter (ahora X), ha calificado al magnate sudafricano de “hombre desaforado” y ha dicho que a partir de su vínculo con Donald Trump “se convierte casi en copresidente”.
Sobre la deriva de la red social, el periodista pide “ver lo que ha hecho” Musk desde que asumió el control: “Invitó de vuelta a la peor calaña”, aseguró, y detalló la vuelta de personajes como el “misógino” Andrew Tate, el teórico de la conspiración Alex Jones o el racista británico Tommy Robinson.
“Fueron expulsados por propagar mensajes de odio en Twitter y los ha traído de vuelta en aras de la libertad de expresión”, ironizaba Anderson, que recordó que “el pueblo no se encarga de nada en las redes sociales” y que “no solo los ha traído de vuelta” sino que “los ha hecho ricos” vale todo y que el pueblo se encargara de separar el trigo del maíz (de la paja). El pueblo no se encarga de nada en las redes sociales.