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La Justicia confirma la condena de cárcel de los tuiteros racistas que “subastaron” al periodista y activista Moha Gerehou

Alberto Pozas

22 de diciembre de 2022 14:22 h

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El Tribunal Superior de Madrid ha confirmado sendas condenas de un año y tres meses de cárcel por delito de odio a dos tuiteros racistas que “subastaron” en Twitter al periodista y activista contra el racismo, Moha Gerehou. Los jueces confirman que estos mensajes racistas causaron un “daño moral psicológico” a la víctima, a la que deben indemnizar con 3.000 euros entre los dos. Uno de ellos, además, era profesor en el momento de los hechos y queda inhabilitado para trabajar en el ámbito docente durante más de cuatro años.

Los ataques racistas en esta red social tuvieron lugar en julio de 2016, cuando Gerehou, periodista entonces en elDiario.es, estaba al frente de SOS Racismo en Madrid. Ese día, el periodista defendido por Eduardo Gómez de Red Jurídica publicó un mensaje con el hashtag #EstadoEspañolNOTanBlanco en el marco de una campaña antirracista con la que decenas de usuarios mostraban, además, su rostro en esta red social. Los dos condenados contestaron a los tuits de Gerehou iniciando una subasta racista.

“Comenzamos con la subasta del mes, empezamos en 1.000 euros”, dijo uno de ellos. Uno de los perfiles sin identificar invitó a pagar más dinero si le permitían “soltarlo en mitad del campo y cazarlo”. Uno de los condenados se ofreció a pagar más dinero si “viene desparasitado”. Esto derivó, además, en una cascada de mensajes y tuits racistas, vejatorios y amenazantes sufridos por el activista.

La Audiencia de Madrid juzgó a tres de ellos y condenó a dos, por delito de odio, a penas de un año y tres meses de cárcel. Condena que acaba de confirmar el Tribunal Superior de Justicia en un sentencia a la que ha tenido acceso elDiario.es. Alegaban en sus recursos, entre otras cosas, que no había pruebas de que ellos estuviera realmente detrás de los perfiles racistas y que las multas impuestas eran desproporcionadas.

Los jueces contestan que la Policía pudo identificarles sin dudas como los usuarios que había detrás de los perfiles que escribieron los mensajes. También que esos mensajes eran un delito de odio “El mensaje hostil tiene una finalidad de humillación y descrédito incompatible con la expresión de una opinión sobre un tema o discusión”, dice el TSJM. La multa impuesta, además, “no es desproporcionada”.