Marlaska, sobre el fallo de las devoluciones en caliente: “La violencia de los migrantes es un límite a sus derechos fundamentales”

“La sentencia de Estrasburgo manifiesta que la violencia [refiriéndose a los saltos de migrantes a la valla] es un límite al ejercicio de los derechos fundamentales”, ha afirmado el ministro del Interior para valorar el fallo que ha avalado las devoluciones en caliente efectuadas por el Gobierno en el perímetro fronterizo. Fernando Grande-Marlaska ve en la resolución del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) un respaldo a la tesis que ya ha defendido en otras ocasiones para justificar sus actuaciones en las alambradas de Ceuta y Melilla: calificar los saltos de migrantes como “violencia” que merecen una expulsión inmediata.

Para el ministro del Interior, el fallo también “reconoce” que España “tiene mecanismos para que [los migrantes] puedan solicitar asilo de forma efectiva en frontera y en consulados y embajadas. ”¿Tenemos que mejorar? Bueno, pero los tenemos“, ha zanjado Grande-Marlaska en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados después de que varios parlamentarios le recordasen las dificultades a las que se enfrentan los migrantes subsaharianos para acceder a esas supuestas vías legales para solicitar protección internacional.

A pesar de la insistencia de algunos diputados sobre si continuarán las devoluciones en caliente en las ciudades autónomas, el ministro ha evitado contestar y referirse directamente a ellas. “Esas son las dos pautas que establece la sentencia: no avalar la violencia; y que España cuenta con mecanismos suficientes para asistir en frontera las solicitudes de personas solicitantes de protección internacional”, ha insistido el ministro del Interior en su primera valoración sobre el fallo de Estrasburgo.

No es la primera vez que el ministro del Interior justifica sus órdenes en las fronteras de Ceuta y Melilla con la supuesta “violencia” atribuida a los saltos de las alambradas. “Tanto España como Marruecos hemos querido mandar un mensaje a las organizaciones criminales que trafican con personas. El mensaje es que la migración ordenada, segura y legal es posible y deseable. No la ilegal y violenta”, afirmó Grande-Marlaska en 2018 después de llevar a cabo la primera expulsión exprés de inmigrantes, realizada en menos de 24 horas después de un salto a la alambrada de Ceuta. “No vamos a permitir la migración violenta que atente contra nuestras fuerzas de seguridad. Se envía un mensaje claro a las organizaciones delictivas”, apuntó entonces.

La Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) avaló el pasado jueves las devoluciones en caliente en la frontera española. El Tribunal consideró que los dos migrantes que denunciaron su devolución en caliente “se pusieron ellos mismos en una situación de ilegalidad al intentar entrar deliberadamente en España por la valla de Melilla”.

Estrasburgo concluyó que “la falta de un estudio individualizado” de cada caso, como obliga el Convenio Europeo de Derechos Humanos, “podía atribuirse al hecho de que los solicitantes no habían utilizado los procedimientos oficiales de entrada existentes para ese fin, y que, por lo tanto, [la devolución] había sido una consecuencia de su propia conducta”.

La Corte destacó entre las vías de acceso legal a España las oficinas de asilo creadas en el paso fronterizo de Melilla. Las ONG denuncian los obstáculos a los que se enfrentan los migrantes subsaharianas para acceder a estas salas y la dificultad para llegar a España a través de vías legales y seguras. Los agentes fronterizos marroquíes impiden de forma sistemática el acceso a la alambrada de las personas negras, lo que se traduce en las escasas solicitudes de protección registradas en estos puntos por ciudadanos de origen subsahariano.

Retirada de las cuchillas y aumento de la valla un 30%

El titular de Interior repasó algunas de las medidas encaminadas a reforzar las vallas de Ceuta y Melilla para cumplir a su vez con la promesa de retirar el alambre de las cuchillas. Grande-Marlaska ha detallado en el Congreso el aumento de la altura de algunas partes del vallado “en un 30%” en su objetivo de sustituir las concertinas “por elementos que doten a la frontera de mayor seguridad”. El incremento dependerá del relieve del terreno y podrá alcanzar el 6% en algunos puntos.

El Gobierno aprobó en enero de 2019 el plan destinado a retirar las concertinas de las alambradas en sus tramos “más vulnerables”, que suponía su sustitución con un nuevo vallado que aporte control de estas fronteras pero “sin medios cruentos”. El Ministerio del Interior había anunciado entre las medidas incluidas entre los posibles proyectos de remodelación, la elevación de las vallas de Ceuta y Melilla en “algunas zonas” y la instalación de nuevas cámaras térmicas de detección del movimiento.

En el marco del plan de reforma de las alambradas, el Ejecutivo ha comenzado a retirar la sirga tridimensional de la valla perimetral que la separa de Marruecos, un entramado de cables de acero que discurre entre las dos vallas de seis metros de altura que fueron instaladas en el año 2006 para evitar que se repitieran las entradas masivas de extranjeros que se sucedieron a lo largo de 2005, según informó Europa Press.