Marruecos detiene a un joven que conducía presuntamente la patera en la que murieron 34 personas

Desalambre/EFE

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Las autoridades marroquíes han detenido a un joven que presuntamente conducía la embarcación que naufragó este lunes en el Mediterráneo, cerca de la ciudad marroquí de Nador, dejando al menos 34 personas muertas y desaparecidas, según denunció la ONG Caminando Fronteras.

En un comunicado de la Prefectura de Nador, el detenido, de 18 años de edad y origen maliense, estaba entre las 31 personas que fueron finalmente rescatadas tras varias horas en el mar por los efectivos marroquíes durante la operación, y se encuentra actualmente “a disposición policial”.

Los 60 migrantes a bordo pidieron ayuda a Salvamento Marítimo, pero su barca se encontraba en la zona marroquí. Los servicios de rescate españoles aseguran que ofrecieron su colaboración al país vecino, pero no recibieron respuesta. “En varias ocasiones se ofreció colaboración a Marruecos. Nunca respondieron”, confirmaron desde el organismo dependiente de Fomento. Hasta más de 24 horas después, nadie acudió a su auxilio. Caminando Fronteras lleva años denunciando “fallos en la coordinación” entre las autoridades españolas y marroquíes en materia de rescate. Según indican, no es la primera vez que España avisa a Marruecos de pateras en riesgo pero estas no son rescatadas o acaban en tragedia.

Los once cadáveres fueron encontrados por un barco de la Marina Real marroquí, que los trasladó a la morgue del Hospital Hassani, el principal de la ciudad de Nador. La prefectura de Nador asegura que las investigaciones continúan para “localizar el organizador del viaje” que, según las declaraciones de los rescatados, también tiene nacionalidad maliense, añadió la fuente.

Caminando Fronteras ha cuestionado en diversas ocasiones la “criminalización” que sufren las personas migrantes que tratan de atravesar la frontera. En su último informe, documentaban que en al menos tres ocasiones “se imputaron delitos de tráfico de seres humanos a personas que ni siquiera tuvieron que ver con el manejo de la patera”.

En el mismo documento, recogían el testimonio de un líder comunitario maliense que explicaba que, en ocasiones, las personas migrantes no recurren a redes de tráfico para llegar a España sino que se organizan para comprar las precarias embarcaciones en las que tratan de cruzar las aguas fronterizas. “No hay capitanes como vosotros pensáis, hay gente que tal vez se montó en el mar alguna vez. Y luego los más fuertes reman, y los otros con un cubito achican el agua”, sostenía.

Sin contar con este último naufragio, al menos 364 personas han muerto tratando de cruzar las aguas que separan Marruecos y España, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Las ONG especializadas y organismos como Acnur han reclamado en reiteradas ocasiones la puesta en marcha de vías legales y seguras de acceso para evitar que estas personas se vean empujadas a arriesgar su vida en el mar.