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Marruecos impide a cinco eurodiputados entrar a los territorios ocupados del Sáhara Occidental

Un grupo de eurodiputados ha aterrizado este viernes en El Aaiún, capital administrativa del Sáhara Occidental, con el objetivo de “conocer de primera mano” la situación de la población saharaui bajo la ocupación marroquí. A su llegada, cuando los parlamentarios comunitarios se disponían a bajar del avión, las autoridades alauíes se lo han impedido. “Nos comunican que venimos a distorsionar”, ha afirmado Paloma López, de Izquierda Unida.

La delegación, que pretendía reunirse con activistas saharauis en los territorios ocupados, estaba formada por Lidia Senra (Izquierda Unida), Paloma López (IU), Josu Juaristi (Bildu), Jytte Guteland (Alianza Progresista Socialista y Demócratas) y Bodil Valero (Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea).

“Estoy en El Aaiún, en el Sáhara Occidental, dentro del avión y de momento nos comunican que solo pueden bajar del avión los marroquíes”, ha afirmado la eurodiputada de Izquierda Unida, Paloma López, tras aterrizar en suelo saharaui. Minutos después les han comunicado la denegación de entrada por parte de las autoridades marroquíes que ocupan ilegalmente el territorio desde hace más de 40 años.

“Nos comunican que venimos a distorsionar y que no nos permiten entrar”, ha añadido López a través de Twitter.

En el marco del Intergrupo del Parlamento Europeo sobre el Sáhara Occidental del que forman parte, los europarlamentarios organizaron la visita con el objetivo de encontrarse con “familiares y víctimas de vulneraciones de derechos humanos ejercidas por el Reino de Marruecos” y “denunciar la ocupación y reclamar el legítimo derecho del Sáhara Occidental a la autodeterminación”, explican fuentes de Izquierda Unida.

No es la primera vez que Marruecos frustra la entrada a los territorios ocupados a parlamentarios europeos. Las autoridades marroquíes han frenado en numerosas ocasiones las visitas de delegaciones del Intergrupo para el Sáhara Occidental, así como también suelen impidir pisar los territorios saharauis a observadores de derechos humanos y periodistas.

En 2011, el exeurodiputado de Izquierda Unida, Willy Meyer, fue agredido por la policía marroquí poco después de aterrizar en El Aaiún. Según relató a la Cadena SER, los agentes impidieron que bajase de las escaleras del avión, se sentó en ellas como “resistencia pasiva”. Entonces, denunció Meyer, las fuerzas de seguridad marroquíes emplearon la fuerza y, en un forcejeo, se cayó por las escaleras. A su regresó, tuvo que ser atendido en el hospital de Las Palmas de Gran Canaria por contusiones leves.

Dos años más tarde, otros cuatro eurodiputados (Vicent Garcès, Willy Meyer, Ivo Vajgl y Isabella Lövin) que formaban parte del Intergrupo, volaron por separado hasta Casablanca donde pretendían coger otro vuelo con destino a El Aaiún para, afirmaron, observar la situación de los derechos humanos en los territorios ocupados. Sin embargo, Marruecos se negó a que tomasen el vuelo a la capital administrativa del Sáhara Occidental.

En aquel momento, el Gobierno marroquí defendió la expulsión de la delegación, argumentando que el grupo de eurodiputados buscaban “dañar las ejemplares relaciones de Marruecos con las instituciones de la UE”. Según señaló el ministro delegado de Asuntos Exteriores en declaraciones a la agencia Efe, la visita “era un acto de provocación inoportuno, desesperado e inaceptable, con fines políticos conocidos”.

A golpe de expulsión, el Reino de Marruecos se blinda a las críticas en relación a su talón de Aquiles: la autodeterminación del Sáhara Occidental, cuyo referéndum debía haberse celebrado en 1991, tal y como establecieron las Naciones Unidas. Tras más de 40 años de ocupación ilegal marroquí, quienes viven en los territorios dominados por el Estado alauí y siguen luchando por su derecho a decidir denuncian ser sometidos a vulneraciones de derechos humanos, detenciones arbitrarias y tortura.

Ante las muchas presiones recibidas por parte del Reino de Marruecos, el Consejo de Seguridad de la ONU continúa negándose a incluir en su misión en el Sáhara Occidental (Minurso) el control de los derechos humanos en los territorios ocupados, como pide la población saharaui.