El rey Mohamed VI de Marruecos ha cesado este martes a tres ministros por las “disfunciones” en los programas de desarrollo en la región del Rif, una de las razones que avivaron las protestas que han durado un año, donde los activistas locales reclaman a las autoridades una serie de inversiones sociales para el “olvidado” Rif, como carreteras, una universidad, hospitales y trabajo.
La crisis en la región se ha cobrado este martes las cabezas de tres dirigentes pero no ha alcanzado al Partido Justicia y Desarrollo (PJD), que en apariencia no sale perjudicado. Los ministros cesados son el de Educación, Mohamed Hasad; el de Vivienda, Nabil Benabdalah, y el de Sanidad, Huseín Luardi, según ha precisado un comunicado del Gabinete Real.
Los ceses también han afectado al secretario de Estado de Formación Profesional, Larbi Bencheij, y al director de la Oficina Nacional de Agua y Electricidad (que no depende del gobierno), Ali Fasi Fihri.
La decisión de Mohamed VI se hizo pública después de que recibiera un informe del Tribunal de Cuentas sobre los retrasos en los proyectos de desarrollo en la ciudad septentrional de Alhucemas, que fueron uno de los motivos que desencadenaron el movimiento de protesta, pacífico en casi todos los casos, por el que más de 300 personas han sido encarceladas en los últimos meses.
El informe subraya los “retrasos” y los “desequilibrios” que han rodeado la gestión de los ministros cesados, pero excluye, dice, que haya existido desvío de fondos públicos o casos de corrupción.
El líder rifeño comparece en Casablanca
Los ceses fueron anunciados el mismo día en que el líder rifeño Naser Zafzafi, acompañado de varios integrantes de su movimiento, conocido como Hirak, compareció por vez primera ante el Tribunal de Apelación de Casablanca.
Esta primera audiencia estuvo marcada por la intervención de Zafzafi, quien no dio muestras de abatimiento, pese a llevar preso casi cinco meses e hizo la V de la victoria cuando fue convocado al estrado.
Asimismo, el joven gritó varios lemas que fueron repetidos por los familiares y amigos de los acusados presentes en la sala. “La muerte antes que la humillación” y “Viva el pueblo” fueron algunos de los lemas coreados por Zafzafi, que tras él repitieron el resto de acusados y buena parte del público, donde abundaban familiares llegados desde la región norteña de Rif.
Durante la sesión, que duró más de cuatro horas, Zafzafi levantó la mano en varias ocasiones pidiendo que el juez le otorgara la palabra, una solicitud repetida por dos de sus abogados pero denegada por el magistrado.
Aprovechando que el juez levantó la sesión por una pausa, Zafzafi protestó por no dejarle hablar y declaró que ha sido objeto de malos tratos. “Han intentado violarnos y torturarnos. Estamos aquí por culpa del tratamiento policial fracasado contra el Rif”, gritó, vitoreado por la audiencia.
La sesión tuvo que ser suspendida en varias ocasiones debido a las diferencias entre los abogados defensores y el fiscal o el juez sobre cuestiones de forma. Uno de los temas de discordia fue la forma de comparecencia de los 31 acusados junto a Zafzafi, que se encontraban tras una especie de mampara de cristal cubierta dentro de la sala hasta que fueron llamados ante el juez.
Otra disputa tuvo que ver con el plazo ofrecido a los 68 abogados que defienden a los activistas rifeños, que reclaman más tiempo para preparar mejor su defensa. Ante las protestas de los abogados, el juez decidió retrasar la sesión hasta el próximo 31 de octubre para convocar a un acusado que estaba en libertad provisional y que no compareció este martes.
Además, la Fiscalía y la defensa ha pedido unir todos los expedientes (los de primera y segunda fila del Hirak, entre los que hay ocho que se han declarado en huelga de hambre) en un solo caso, lo que el juez no decidirá hasta el próximo 26 de octubre. En esta sesión se presentaron también cinco abogados como parte civil en nombre del Estado marroquí.
Con los activistas se juzga también al periodista Nabil Mahdaui, fundador del sitio web “badil.ma” que fue condenado a un año de cárcel en primera instancia acusado de incitar a protestar contra el sistema y está siendo ahora juzgado por encubrimiento de crímenes.
En este último caso, el reportero está siendo juzgado por no denunciar el contenido de una conversación telefónica (grabada por la policía) que tuvo con un líder rifeño exiliado en Europa, quien supuestamente le comunicó sus planes de entrar en el Rif “con tanques”.
Un año de protestas
El Hirak nació tras la muerte del vendedor de pescado Mohcin Fikri, aplastado dentro de un camión de basura el 28 de octubre de 2016, desde cuando ha habido un goteo constante de manifestaciones y detenciones.
La organización Human Rights Watch pidió el pasado septiembre al rey Mohamed VI de Marruecos investigar “con seriedad” las denuncias de tortura perpetrada por la policía marroquí contra activistas rifeños.
Actualmente hay cerca de 340 rifeños detenidos entre Alhucemas y Casablanca, algunos con condenas en firme y otros actualmente juzgados o por juzgar, además de otro centenar que están siendo perseguidos en libertad.