El nombre del activista Boubacar Séye, de nacionalidad senegalesa y española, emergió de forma inesperada en la rueda de prensa celebrada por Pedro Sánchez y el presidente senegalés, Macky Sall, durante su última visita oficial al país africano. Se trata del líder de la ONG Horizonte sin fronteras, arrestado en enero por un supuesto delito de difusión de noticias falsas. Según Amnistía Internacional, fueron sus críticas a la gestión de los fondos europeos destinados al control migratorio en Senegal las que desembocaron en su detención.
Una periodista preguntó al presidente español por la posible malversación de esos recursos europeos destinados al control migratorio. “Sobre el tema de la migración, y de la migración irregular. En enero pasado, el presidente de la ONG Horizonte sin fronteras fue detenido, acusado de difundir noticias falsas, por haber pedido rendición de cuentas a propósito del dinero que la UE ha dado, centenares de millones, para gestionar la migración irregular. ¿La UE ha investigado para averiguar cómo se está gestionando este dinero?”, preguntó la periodista senegalesa Anna Rocha, de RFM radio, pese al clima de represión a los medios de comunicación en el país.
Antes de responder Sánchez, el presidente Macky Sall irrumpió para negar que la UE concediese dinero a ningún tercer país con el fin de frenar la migración (tres días después de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y el del Consejo Europeo, Charles Michel, ofrecieran a Turquía fondos adicionales a los 6.000 millones de euros ya entregados en 2015). Macky Sall negó la corrupción y dijo que Boubacar Séye, ya excarcelado, había hablado con él y se había equivocado de buena fe. “Esto no existe” –zanjó Macky Sall–. “Hay que dejar de hablar mal del país y su gobierno ante un presidente extranjero”, apostilló. Acto seguido, el presidente español respaldó a su declaración: “De esa cuestión no tengo información, pero en todo caso, me sumo a las palabras del presidente Sall”.
La visita oficial española era delicada en Senegal por la coyuntura. Se cumplía un mes de la detención, instada por Macky Sall, del tercer líder opositor consecutivo, Ousmane Sonko (tras las de Karim Wade, en 2013 y la del ex alcalde de Dakar, Khalifa Sall, en 2017). El arresto de Sonko, autor de Petróleo y gas en Senegal. Crónica de un expolio sobre la supuesta corrupción del presidente, provocó en marzo multitudinarias manifestaciones para exigir su liberación. Protestas que fueron reprimidas con dureza con un balance de doce muertos, de entre 12 y 35 años (cuyas identidades se detalla aquí), 500 detenidos, 350 manifestantes puestos a disposición judicial, 150 encarcelados, dos TV nacionales cerradas, periodistas gaseados y redes sociales y teléfonos intervenidos a políticos, activistas pro democracia y defensores de derechos humanos.
La respuesta de Sánchez ha indignado a Boubacar Séye que, en entrevista telefónica desde Dakar con el elDiario.es, se muestra tajante: “Como ciudadano español, estoy decepcionado con la actitud de Pedro Sánchez en su visita a Dakar, y más dolido todavía, porque, encima, soy socialista”.
Empecemos por el principio, ¿cuál es su vinculación con España?
Toda. Soy español. Nací en Senegal, pero trabajaba en Costa de Marfil, como profesor de matemáticas, cuando la guerra estalló allí. En 1998 migré a Europa, primero a París, luego a Milán y finalmente a Granada donde trabajé en Sierra Nevada al saber inglés, francés e italiano. Conseguí los papeles en 1999 o 2000, año en que conocí a mi mujer, que es mancehga manchega, y vivimos en Sevilla con nuestros hijos. La nacionalidad española, por los plazos burocráticos, la tengo desde 2014. Pero, ya en 2006, creé en España la ONG que presido, Horizonte sin fronteras, española también.
Es poco conocida entre las ONG de migración, ¿cuál es su tarea?
Somos una organización de defensa, orientación e integración de migrantes sin distinción de raza, nacionalidad, o de creencia filosófica o religiosa. Yo soy investigador experto en migración internacional. Trabajo en conferencias y congresos. Y nuestra misión es impulsar una nueva estrategia en la gestión de la migración, la paz y seguridad.
¿Por qué fue arrestado el 15 de enero de 2021 y le encarcelaron?
Todo arranca un año antes. Yo participé en un seminario sobre inmigración clandestina organizado por el Defensor del Pueblo de Senegal, Alioune Badara Cisse. En un debate con la representante de la delegación de la UE en Dakar, Patrice Desbonnes, le reproché la estrategia política de migración de la UE. Ella me pidió mi email para enviarme todos los fondos que la UE ha invertido en Senegal en los últimos años para la lucha contra la migración clandestina. Cuando me mandó los documentos y vi que la cuantía ascendía a unos 117 milliardos FCFA, el equivalente a 180 millones de euros, mientras la migración clandestina no baja de intensidad y nuestros jóvenes siguen ahogándose en el mar, consideré mi deber pedir cuentas al Estado de Senegal.
La acusación contra usted fue “difusión de noticias falsas”.
Concedí una entrevista al periódico senegalés L'Observateur el 27 de octubre de 2020. Por entonces hubo muchas pateras desaparecidas, naufragios y muertes de jóvenes senegaleses. Dos días después, la explosión del motor de una patera causó 140 muertos. En ese contexto planteé que se investigara la gestión de esos casi 180 millones de euros de fondos europeos, ¿a dónde habían ido a parar? Estando en Sevilla, un policía senegalés me llamó para preguntarme por mis declaraciones. Yo le dije que le pasaría la documentación que tenía. Cosa que he hecho. Pero, cuando el 14 de enero de 2021, volé de Sevilla a Dakar, en el aeropuerto Blaise Diagne me retuvo la policía. Pasé la noche en el aeropuerto, tres días bajo custodia policial y luego, de una prisión a otra, en condiciones deplorables, sobre todo de alimentación, 15 días más. Eso me ha causado una diabetes de la que aún estoy recuperándome.
¿Le arrestan por la entrevista a L'Observateur como denuncia Amnistía Internacional?
Yo ahí me limité a exigir lo que ya pedí antes y sigo reclamando ahora: que el gobierno senegalés aclare ¿quién se ha aprovechado del dinero? Es una pregunta de economía política, de interés general y sobre las relaciones bilaterales de la UE y Senegal. Pero creo que también me detuvieron porque la ministra española de Asuntos Exteriores, Arantxa González Laya vino a Dakar en noviembre de 2020 y fue muy clara sobre las intenciones de reactivar los vuelos de deportación. Y yo traduje sus declaraciones, que el gobierno de Macky Sall pretendía ocultar. Así que alerté a los senegaleses. Con mi encarcelamiento quisieron acallar a quien les resulta molesto.
¿Qué le pareció la respuesta de Sánchez cuando le preguntaron sobre su caso?
Me quedé helado. Yo y muchos senegaleses. Pedro Sánchez me ha decepcionado. Yo soy ciudadano español, aunque sea negro y de origen senegalés. Soy español. Con pasaporte. Vivo en España. Mi decepción es con toda la diplomacia española porque, en su día, les avisamos de que me habían encarcelado y ni la embajadora, Olga Cabarga, ni el cónsul general, Rodrigo Aguirre de Cárcer, nadie, vino a prisión a interesarse por mí, ni llamó a preguntar. Aun ahora, tras la rueda de prensa en Dakar, siguen sin llamarme.
Si yo fuera un español blanco esto no habría ocurrido. Pero blancos y negros tenemos los mismos derechos en la Constitución, ¿no? Y estoy aún más dolido porque soy socialista. He publicado artículos apoyando a Pedro Sánchez. Instando a todos en España, incluida la comunidad senegalesa, a elegirle porque yo quería que ganara con mayoría absoluta. Contaba con él como voz en Europa para defender un cambio de paradigma en políticas migratorias. Y ahora dice no saber nada de mi caso, ni de mi ONG que es española… Son cómplices del atropello de mis derechos.
Si yo fuera un español blanco, la gestión diplomática española en mi arresto habría sido distinta. ¿La Constitución distingue según color?
¿Le sorprendió que se aludiera a su caso en la rueda de prensa?
Al contrario, es lo normal. Senegal encarcela, de forma arbitraria, a un español y europeo por pedir al gobierno de Macky Sall que nos eche las cuentas de a qué destina el dinero que viene de los impuestos pagados por europeos, entre ellos españoles. Mi caso ha escandalizado a entidades como Amnistía Internacional. Lo raro es que la Embajada de España no haya preparado el viaje del presidente Sánchez como debía, incluyendo la defensa de los derechos humanos en Senegal. Y mi caso podía haber sido la percha perfecta puesto que soy ciudadano español y europeo.
¿Es verdad, como dijo Macky Sall, que ha hablado con él y reconoce haberse equivocado?
Falso. Llevo toda la semana desmintiéndolo a la prensa senegalesa. Él quiso aparentar, ante Sánchez, que todo está cerrado, pero yo no he hablado con Macky Sall ni en mi encarcelamiento, ni tras ser liberado y mantengo mi exigencia de que se esclarezcan las cuentas. Lo exijo al gobierno de Senegal y reclamo, como europeo, a la UE que exija esa rendición de cuentas y también depurar mi encarcelamiento porque yo soy europeo.
Visita oficial española al mes del retroceso democrático
La democracia en Senegal sufrió un revés en marzo con la detención del líder opositor Ousmane Sonko acusado de violación. Tras su experiencia, ¿da crédito a la acusación?
En absoluto. Es un complot para deshacerse de un adversario político de talla. Y, como en mi caso, revela el gran peligro de una inseguridad jurídica que nos amenaza a todos. Debemos luchar para garantizar la separación de poderes en Senegal y la independencia judicial. Estas deben ser las bases de la democracia en África. La garantía frente el autoritarismo. En pro de la paz y la estabilidad.
El gobierno de Macky Sall reprimió con dureza las manifestaciones pro Sonko. ¿Cree que el respaldo de Sánchez en este delicado momento esperaba, como contrapartida, el premio de más control migratorio y reactivar los vuelos de deportación?
En efecto, la elección del momento da qué pensar. Y es preocupante porque Senegal sufre un gravísimo retroceso democrático. Y España puede recibir consecuencias con más migración. Sánchez no debió perder la oportunidad de exigir el respeto a los derechos humanos aquí.
¿Aplicó un rasero distinto sobre el estándar democrático tolerable en Europa y África?
Absolutamente. Sería inconcebible que Sánchez visitara con cordialidad a un presidente europeo cuya policía acabara de asesinar a manifestantes a tiros sin abrir luego ni investigación, ni juicio. Pero, claro, están en juego obvios intereses geoestratégicos y de recursos. Sobre todo, desde el hallazgo de yacimientos de gas y petróleo en Senegal.
La apuesta de España por tener presencia en África puede ser positiva, como contrapeso a la destructiva Francia, pero hay que venir con respeto
¿Hay temor en Senegal a que multinacionales españolas y europeas aprovechen esos recursos sin beneficio para la población local?
Claro. Es el gran tema. Porque la UE tiene un modelo económico que necesita mucha energía para sobrevivir. Y el petróleo y gas son grandes objetos de deseo. Por eso, en Senegal, hay un fuerte sentimiento antifrancés, porque las compañías francesas se han quedado todo. Yo quisiera que España se implantara como socio en Senegal. La prefiero a Francia porque ellos han puesto a toda África en ruinas. Mi deseo, mi sueño es promover esa colaboración fructífera entre Senegal y España, que sería muy positiva, si se hace con el debido respeto. Por eso no entiendo que el gobierno español dilapide el recurso de contar con una ONG como Horizonte sin fronteras que es española, pero conoce Senegal mejor que la diplomacia de España.
Los acuerdos pesqueros UE-Senegal disparan la migración
¿Por qué desde 2020 hay un repunte de la migración senegalesa en pateras?
La migración senegalesa es básicamente económica. Por extrema pobreza, por un paro endémico juvenil, que la COVID-19 agrava, pero que ya era estructural y por las taras de la mala gobernanza que obstruye las perspectivas de las capas más vulnerables: juventud, mujeres y niños. Pero un factor concreto que ha disparado la migración en pateras son los acuerdos de pesca UE-Senegal. Porque la pesca industrial, de enormes barcos europeos, aplasta la pesca artesanal. Al punto de que los pescadores senegaleses ya no pueden sobrevivir con su trabajo. Y se ven obligados a migrar en los cayucos.
Macky Sall felicitó a Sánchez por «la amistosa acogida que se brinda a la comunidad senegalesa en España». ¿Se sabe el hacinamiento y condiciones inhumanas que sufren los 7.000 migrantes africanos retenidos en Canarias, muchos senegaleses?
Claro, pero lo ocultan por intereses políticos. Macky Sall no debería haber felicitado a Sánchez porque se está maltratando a los africanos. Yo estoy al corriente de lo que se sufre en los campamentos de migrantes, porque me llaman familias de los muchachos.
Sobre migraciones, centrarse en frenar, reprimir y deportar, ¿es acertado y útil?
No. Es una mala estrategia. Vivimos la mundialización de flujos migratorios. Todas las regiones del mundo están concernidas por la salida, tránsito o acogida de estas personas de perfiles diversos: hombres, mujeres, niños a la búsqueda de oportunidades. Europa debe replantearse su papel de fortaleza con barreras políticas, jurídicas, y físicas. Sus fronteras son lugares de sufrimiento, tortura o cementerios. Cuando, ateniéndonos al espíritu de Shengen deberían ser puntos de encuentro, de paso y comunicación donde compartir con respeto.
¿Por qué existe en Europa tal rechazo a la migración?
Hay razones socio-culturales de fondo. Desgraciadamente, en la UE, tras la caída de muro de Berlín, los dirigentes europeos que han visto fracasar las ideologías clásicas, han vuelto sus ojos sobre la inmigración y el islam para sentarlos en el banquillo de los acusados. Su idea es tratar de construir la identidad europea desde la proclamación de una laicidad jurídico-política que, sin embargo, llega a proclamar que Europa tiene una esencia espiritual judeocristiana. Y por más que se proclame esa esencia, no es razón para prohibir el islam. Y menos para, a partir de ahí, mezclar islam con migración, migración con terrorismo y generar miedo.
¿Qué opina de la propuesta de “migración circular” hecha por Pedro Sánchez en Dakar y que cabe entender como: contrato en origen, trabajo eventual y repatriación?
Todo apunta a que no será una medida eficaz porque es el modelo de los recolectores de fresa en Huelva que ya se ha probado con jornaleros senegaleses, aunque la mayoría de recolectoras sean marroquíes. Eso no evita el creciente flujo clandestino.
¿Cuál sería su alternativa a la política migratoria y al tipo de relaciones internacionales Europa-África que evidencia este viaje centrado en los intereses empresariales españoles y la contención migratoria de los africanos?
Lo que esperábamos de Pedro Sánchez era que hiciera avanzar la reflexión sobre el tema migratorio que va a ser el eje motor, como un corazón, en la era globalizada. Que propusiera cómo tomar las riendas. Urge devolver todo su peso a la Convención de Ginebra, replantear el pacto europeo de inmigración y asilo y luchar contra la paradoja liberal que dice que todo lo bueno económicamente es peligroso por razones securitarias. Porque la migración es un factor de equilibrio social y económico. Pero en Europa se ha convertido en mercancía electoral. Europa tiene miedo cultural y social al islam. Lo que hace que la movilidad se restrinja por razones securitarias.
Futuro político de Senegal
¿Temen que Macky Sall intente hacer cambios en la Constitución para legalizar un tercer mandato como los presidentes de Costa de Marfil y Guinea Conakry?
Sí porque, cuando se le plantea la pregunta, él no es claro en su respuesta. Pero Senegal no es Conakry ni Costa de Marfil. Las protestas de marzo lo demuestran. Aquí eso no se permitirá. E intentar imponerlo supondría someter al país a riesgo de guerra civil.
Según fueron las presidenciales de 2019, ¿confía en la limpieza de las de 2024?
Las votaciones de 2019 no fueron claras. Los senegaleses lo saben. Y las recientes protestas del país prueban que la sociedad no quiere a Macky Sall. En África no se organizan elecciones con la transparencia de Europa, con resultados limpios poco después del recuento y aceptación general del resultado. Hay conflictos post electorales, altercados. Debemos salir de ese paradigma. En 2024, Macky Sall no se puede presentar porque es anticonstitucional. Que su partido elija otro candidato y compita. Habría que crear una comisión electoral independiente de los dictados del gobierno para garantizar la limpieza de los resultados.
La dudosa legitimidad de las elecciones en Senegal y otros países africanos ¿es un problema interno endémico o tiene vínculos con injerencias europeas?
Es un problema que sufrimos en África relacionado sí, desde luego, con esta injerencia que siguen cometiendo países, sobre todo Francia, que se resisten a salir de aquí por sus intereses con el gas y petróleo. Hay un justificado sentimiento anti-francés y yo tengo grandes esperanzas depositadas en que España se posicione en Senegal y África.
Como europeo exijo a la UE que fiscalice a dónde han ido los 180 millones de euros para la gestión de la migración pagados a Senegal de nuestros impuestos
¿Se plantea dar un salto a la política senegalesa o española como los hispano-senegaleses Serigne Mbayé –candidato de UP a la Comunidad de Madrid– o el diputado del PSOE Luc André Diouf?
En Senegal no paran de proponérmelo, más tras la rueda de prensa de Sánchez y Macky Sall. Periodistas y ciudadanos me trasladan que se necesita a gente como yo en África. Si hubiera diez voces como la mía exigiendo que se esclarezca el destino de los fondos europeos para migración las cosas mejorarían, pero hay mucho silencio. “¿Por qué no te presentas a presidente?”, me dicen. Pero ni tengo el dinero necesario, ni interés. En Senegal la política es muy complicada. Me han encarcelado por opinar. Aquí se mata a gente. Mis hijos están traumatizados. No, no me atrevo. En cambio, en España… quiero incorporarme a las filas socialistas.
¿A pesar de su decepción con Pedro Sánchez?
Pues sí. A pesar de esa gran decepción. Aprovecho esta entrevista para pedirle al presidente del gobierno una entrevista, a mi regreso a España, para abordar juntos toda la temática migratoria y de violación de derechos humanos en Senegal y plantearle mi incorporación al PSOE. En mayo cuento con ir a Sevilla porque es el cumpleaños de mi hija. Así que, queda dicho.