El barco petrolero “Sarost 5”, con 40 migrantes rescatados tras cinco días a la deriva, espera desde hace más de cuatro días frente la costa de Zarzis, en el sur de Túnez, la autorización del Gobierno para atracar. La embarcación también ha sido rechazada por las autoridades de Malta e Italia, según informó el portal InfoMigrants.
“Tenemos la moral a cero. Llevamos muchos días en el mar, hay quienes ya han terminado su periodo de trabajo, y se encuentran bloqueados aquí”, ha declarado este viernes el capitán del barco, Ali Hagdi, en una entrevista telefónica con Efe.
“Hemos contactado con el puerto y los únicos que nos responden son los militares que nos dicen que esperan instrucciones. Hasta aquí solo han llegado los médicos de la Media Luna Roja y, por suerte, nuestro cliente nos ha ayudado en todo el momento”, explicó.
Asimismo confiesa haber vivido ciertos momentos de tensión a bordo ante la resistencia de algunos migrantes a atracar en un puerto tunecino, aunque descarta que se hayan producido altercados. “Hasta ahora no ha habido ningún altercado pero esperemos que la situación no degenere hasta ese punto, dice.
La tripulación del “Sarost 5”, que ya ha realizado otras operaciones de rescate “sin problemas”, asegura no entender el aislamiento impuesto por el Gobierno. “En el momento del rescate pensamos en esas personas y no en las leyes, las autoridades deberían hacer lo mismo”, denuncia Hagdi.
“A lo mejor los españoles quieren aceptarnos”, se pregunta el capitán en referencia al buque humanitario Aquarius, que fue acogido por España tras rescatar a 630 inmigrantes y permanecer una semana en alta mar debido al rechazo de Italia y Malta.
El pasado sábado la plataforma marítima petrolera Miskar, de la compañía British Gaz, localizó en aguas internacionales una embarcación averiada a la deriva tras partir de la costa libia para tratar de cruzar el Mediterráneo.
Los 14 tripulantes del buque de aprovisionamiento tunecino se hicieron cargo del rescate y partieron hacia Sfax -a 75 millas- siguiendo las órdenes de las autoridades tunecinas pero una vez llegados a puerto fueron remitidos a Zarzis- a 76 millas de distancia- y finalmente rechazados a la espera de “indicaciones”.
Según la Media Luna Roja tunecina, los rescatados tienen entre 17 y 36 años, entre los que se encuentran dos mujeres embarazadas, y son originarios de Egipto, Bangladesh, Camerún, Senegal, Guinea, Costa de Marfil, Sierra Leona y Ambazonia (región independentista de Camerún).
Todos se encuentran en buen estado de salud excepto las dos mujeres embarazadas, de cinco y dos mes, que deben ser evacuadas con urgencia por riesgo de aborto y una tercera persona con una hernia de hiato que necesita tratamiento.
Para el Foro Tunecino para los Derechos Económicos y Sociales (FTDES), una de las ONG locales que han hecho un llamamiento para que el Gobierno acoja el barco, Túnez se encuentra en una encrucijada.
A juicio de esta organización, si acepta su entrada podría convertirse en “puerto seguro”, lo que sentaría un precedente y podría consolidar la iniciativa europea de crear “plataformas regionales de desembarco” fuera del territorio comunitario para clasificar a los migrantes.
Ni la oficina del primer ministro ni los ministerios de Defensa, Interior y Transportes responden desde el pasado jueves a las preguntas de Efe sobre el asunto, al considerar que no entra dentro de sus competencias.