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Una fundación de becas de excelencia gana el Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional

La Fundación Fulbright, promotora de un programa de becas internacionales para facilitar el intercambio entre titulados universitarios estadounidenses y el resto del mundo, ha obtenido el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, que pretende galardonar con 50.000 euros a aquellos “cuya labor en materias como la salud pública, la universalidad de la educación, la protección del medioambiente y el desarrollo social y económico, entre otras, constituya una aportación relevante a nivel internacional”.

Se trata de un programa de intercambio que, según defendió el embajador de Estados Unidos en España, James Costos, fortalece, a través del intercambio entre estudiantes, “la importante alianza que forman ambos países en la actualidad”. De hecho fue él mismo, James Costos, el encargado de proponer la candidatura del Programa Fulbright a los Premios Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional.

Recientemente se anunció que durante el curso 2014-2015 se duplicará el número de becas Fulbright para españoles mediante los fondos destinados por las siguientes empresas: Abengoa, Abertis, Coca-Cola España, Grifols, Iberdrola, Mapfre, Repsol y Telefónica, que se unen a los anteriores financiadores del programa: El Corte Inglés, Fundación Ramón Areces, IE Business School y la Fundación Marcelino Botín, además del Gobierno de España, la Comunidad de Madrid y la Junta de Andalucía.

En marzo, Costos y el secretario de Estado de Cooperación Internacional del Ministerio de Asuntos Exteriores mantuvieron un encuentro en agradecimiento a todas estas empresas y fundaciones que apoyan las becas Fulbright para estudiantes de posgrado.

Desde la Fundación Príncipe de Asturias defienden a través de un comunicado que las “becas Fulbright han dado la posibilidad a alumnos, investigadores y profesores de aprender, investigar y enseñar, así como de intercambiar ideas y contribuir a la búsqueda de soluciones a retos e intereses de carácter global”. Según indica, “los estudiantes que cada año aspiran a entrar en el programa son evaluados por sus méritos académicos, así como por su potencial de liderazgo”.

Entre los requisitos impuestos para optar a estas becas están la obtención de una nota media universitaria muy elevada y la obligación de certificar un “excelente” nivel de inglés a través de los exámenes Toefl o IELTS cuyas tasas rondan los 200 euros, a lo que hay que añadir los cursos de preparación para quien lo requiriese.

“El jurado ha valorado el carácter internacional del Programa, su voluntad de mejorar la educación global de nuestros jóvenes, facilitándoles el acceso a instituciones académicas de excelencia, y la capacidad de comprometer a la sociedad civil de cada una de las naciones en las que está implantado”, reza el acta de la resolución del premio.

En este contexto destacan “la creación de una extensa red de antiguos alumnos que han contribuido a la mejora de la sociedad, incrementando la colaboración y el intercambio de ideas en un contexto multicultural”, concluye.

Entre las 20 candidaturas que optaban al premio, nominados estaba el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, las Fuerzas Armadas españolas, el expresidente de Chile, Ricardo Lagos, o el primer ministro portugués, Antonio Gutierres.