El bloguero saudí Raif Badawi, condenado a diez años de cárcel y mil latigazos, se alza con el premio Sájarov
El bloguero saudí Raif Badawi ha sido la persona elegida por el Parlamento Europeo para alzarse con el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia. Badawi está condenado a diez años de prisión y a 1.000 latigazos por “insultar al islam” desde su página web, 'Free Saudi Liberals', en la que cuestiona a los líderes religiosos de su país.
La Eurocámara ha pedido al gobierno saudí la “liberación inmediata” de Raif Badawi, como ha expresado el presidente del Parlamento Europeo, Martin Shulz, en su cuenta de Twitter. El galardón consta de una dotación económica de 50.000 euros.
La cámara concede cada año el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia, creado en 1988, como recompensa a las personalidades y colectivos que se esfuerzan por defender los derechos humanos y las libertades fundamentales. El año pasado, recibió el galardón el médico congoleño Denis Mukwege.
“A este hombre, una buenísima persona, un hombre ejemplar, se le ha impuesto una de las penas más espantosas que existen en aquel país y que solo puede calificarse de tortura brutal”, condenó Shuz. “Pido al Rey de Arabia Saudí que detenga la ejecución de esta sentencia, que libere al señor Badawi, que le permita volver junto a su esposa, y que le permita venir a nuestra sesión de diciembre para recibir su galardón”, añadió el presidente de la Eurocámara.
Badawi se ha impuesto así a los otros dos finalistas: la oposición venezolana, agrupada en la Mesa de Unidad Democrática (MUD) y Borís Nemtsov, político ruso asesinado en febrero pasado.
La candidatura de Badawi fue propuesta por los socialistas y demócratas, los conservadores y reformistas y los verdes. La candidatura de la oposición venezolana fue promovida por el Partido Popular Europeo, así como por los eurodiputados liberales Fernando Maura y la checa Dita Charanzová. El título póstumo a Nemtsov fue propuesto por los liberales.
Historial de represión
La actual no es la primera vez que Badawi sufre la represión del ejecutivo saudí. Fue detenido en 2008 acusado de apostasía –uno de los crímenes más graves en Arabía Saudí–, se congelaron sus cuentas bancarias y se le prohibió salir del país.
En 2012 se el acusó de “crear una página web que ponía en peligro la seguridad general y ridiculizaba a diversas figuras religiosas”, el mismo año en que Arabia Saudí ocupó un puesto en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Un año especialmente represivo, según Amnistía Internacional, que considera a Badawi preso de conciencia.
Una carta de su esposa, publicada en el blog de Amnistía Internacional en eldiario.es, se hacía eco del “infierno” que ha supuesto para la familia la detención de Raif. “Desde 2012 permanece recluido, cumpliendo una condena de 10 años de prisión, y le han propinado ya, en público, 50 de los 1.000 latigazos a los que fue condenado, una crueldad inenarrable que va más allá de lo que cualquier persona puede soportar”, escribía Ensaf Haidar.
Su esposa, que en la actualidad vive en Canadá con sus tres hijos, anunció esta semana que las autoridades saudíes han dado su visto bueno para reanudar los azotes, después de que se pospusieran en medio de grandes protestas en su contra.
El Parlamento Europeo aprobó en febrero de 2015 una resolución que condena los latigazos a Raif Badawi, y los califica de “crueles y estremecedores”. “La resolución reclama que las autoridades de Arabia Saudí le liberen de inmediato y sin condiciones, al ser considerado un prisionero de conciencia, detenido y sentenciado únicamente por ejercer su derecho a la libertad de expresión”, indica en una nota el Parlamento Europeo.