Cinco temas que Rajoy y el primer ministro marroquí deberían haber hablado y no lo han hecho

No se han andado con disimulos. “Cuando estamos construyendo unas relaciones basadas en la confianza, empezamos por lo bueno y, sobre otros asuntos, ya hablaremos mas adelante”, ha respondido con normalidad el primer ministro marroquí, Abdelilah Benkirán, en la rueda de prensa posterior a su reunión con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy. No han hablado de Ceuta y Melilla, y ni tan siquiera han mentado la ocupación del Sáhara Occidental, pero, en palabras del líder alauí, “no hay marcha atrás entre [las relaciones de] España y Marruecos”.

“Hemos abierto un camino hacia un nuevo futuro para arraigar estas relaciones”, ha continuado Benkirán. Por esa razón, asegura, han conversado sobre los temas menos espinosos para ambos estados. Estos son, según ha destacado Mariano Rajoy, la lucha contra terrorismo, el narcotráfico y la inmigración irregular (a nivel general, sin entrar en Ceuta y Melilla), así como la situación económica de ambos países. La rueda de prensa posterior al encuentro ha estado marcada por las flores lanzadas de homólogo a homólogo, de “vecino a vecino”.

Genocidio en el Sáhara Occidental

Mariano Rajoy no se ha atrevido a citar las palabras tabú: “Sáhara Occidental”. “Si se refiere a los asuntos tratados recientemente en la Audiencia Nacional, tampoco lo hemos hablado”, ha respondido tras ser preguntado por los últimos avances de la causa que investiga el posible genocidio perpetrado por Marruecos contra los refugiados saharauis entre 1975 y 1992. El entonces juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz procesó a once altos cargos y militares del Gobierno de Marruecos a principios de abril. La decisión fue reafirmada por la decisión de su sustituto, José de la Mata, de ampliar a un militar más la nómina de acusados.

Los autos no sentaron nada bien al Ejecutivo alauí, que ocupa de forma ilegal el Sáhara Occidental desde 1975, tras el abandono de España como potencia colonizadora. “Hubo un problema relacionado con la Audiencia Nacional”, ha reconocido el primer ministro marroquí durante la rueda de prensa, quien ha afirmado que el tema ha sido abordado por los ministros de Justicia de ambos países.

Fronteras de Ceuta y Melilla

“No hemos hablado sobre Ceuta y Melilla”, ha sentenciado Mariano Rajoy tras ser preguntado por los periodistas. Los dos presidentes sí han conversado durante su encuentro sobre asuntos relacionados con la inmigración irregular, como las últimas muertes producidas en el Mediterráneo , pero han preferido evitar aquella parte del fenómeno que les toca de cerca.

El Gobierno español aprobó a principios de este año una reforma de la Ley de Extranjería con el objetivo de legalizar las devoluciones en caliente [devoluciones inmediatas sin proceso administrativo de expulsión de las personas que saltan la valla] en los perímetros fronterizos de Ceuta y Melilla, prácticas irregulares en el resto de la Unión Europea por vulnerar una serie de garantías de los inmigrantes, como el derecho al asilo o de recurso efectivo. Para ello, tuvieron que contar con el beneplácito de Marruecos, Estado que “se hace cargo” de los subsaharianos que logran saltar la alambrada. Según la nueva normativa, los “rechazos en frontera” deben cumplir los tratados de derechos humanos mientras se les devuelven a las fuerzas auxiliares, cuyos abusos han sido documentados por diferentes informes de organizaciones internacionales como Amnistía Internaiconal y HRW.

Estas devoluciones incumplen el convenio hispano marroquí de 1992 -nunca se ha llegado a aplicar-, que aunque es más laxo que el sistema establecido por la normativa española anterior a su modificación, exige la identificación de los inmigrantes admitidos por las autoridades alauíes. Este asunto, según aseguran ambos mandatarios, tampoco ha sido tratado. Además, la regularización de las expulsiones inmediatas en frontera está pendiente de un protocolo de actuación para que las fuerzas de seguridad garanticen “los derechos humanos”.

La reivindicación marroquí sobre Ceuta y Melilla tampoco ha sido abordada durante el encuentro.

Expulsión de activista española LGTBI

Las autoridades de Marruecos expulsaron este miércoles del país a una activista española, delegada del Instituto Internacional para la Acción No Violenta (Novact), porque, según ha alegado Rabat, promovía iniciativas contra la “moral pública” y el “desvío” de las buenas costumbres. La mujer expulsada defendendía los derechos de la comunidad LGTBI.

La ONG española ha explicado en un comunicado que su delegada fue detenida por tres policías de paisano el miércoles, a las 18.30 horas, a las puertas de su domicilio en Rabat, informa Efe. Tras varias horas de interrogatorio, las autoridades marroquíes decidieron expulsarla del país, cumpliendo así una amenaza que ya habían esgrimido en mayo. El Ejecutivo marroquí aseguró que contaba con un segundo pasaporte falso, pero fuentes del consulado español afirmaron que se trataba de un documento renovado.

Takbar Haddi, 22 días en huelga de hambre

La ciudadana saharaui Takbar Haddi mantiene desde el pasado 15 de mayo una huelga de hambre indefinida en Canarias reclamando su derecho a conocer la verdad sobre la muerte de su hijo, muerto en circunstancias sospechosas en los territorios ocupados del Sáhara Occidental.

Su familia y el movimiento prosaharui asegura que el joven fue asesinado por colonos marroquíes debido su relación con el movimiento en defensa de la autodeterminación de su país. Además, solicitan poder los restos mortales del chico, algo que por el momento no se les ha concedido. El Gobierno marroquí asegura que murió en una pelea. Tabkar, agotada tras 22 días sin probar bocado, ha tenido que ser ingresada en varias ocasiones en el hospital por ataques hipoglucémicos. A pesar del visible agotamiento físico y mental mantiene su lucha por la justicia.

Los abusos, tanto de colonos marroquíes como de la policía alauí, contra los saharauis residentes en los territorios ocupados han sido documentados en diferentes informes de organizaciones internacionales como Amnistía Internacional o Human Rights Watch.

Derechos Humanos en el Sáhara y en Marruecos

“Somos un estado avanzado en cuanto a los derechos humanos”, ha soltado el primer ministro marroquí frente a los periodistas. A su lado, impasible, Mariano Rajoy describía a Marruecos como “un ejemplo de país”.

No se refirieron a las muchas denuncias que pesan sobre el país vecino en cuanto a la vulneración de derechos humanos. Un reciente informe reciente de HRW documenta que, a pesar de los avances constitucionales, los derechos humanos en Marruecos y el Sahara Occidental no han avanzado. La libertad de expresión, de reunión, la tortura, el sistema judicial y el maltrato a inmigrantes y refugiados conformaban los puntos más criticados del documento de la organización internacional.