Makaila Nguebla, periodista y bloguero chadiano, e Hissène Habré, ex-dictador de Chad, han perdido su libertad en Senegal. Makaila fue expulsado del país por denunciar las injusticias que se cometen en Chad y luchar por los derechos humanos. Habré fue arrestado la pasada semana en su domicilio de la capital senegalesa por crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y tortura.
Makaila Nguebla fue expulsado de Senegal el pasado mayo, donde residía desde el año 2005. Tras un interrogatorio de varias horas, fue acusado, entre otros, de animar a la juventud chadiana a sublevarse contra el régimen de Iddris Déby. Makaila fue arrestado y metido en un avión que le llevó a Guinea Conakry, donde su integridad física y moral no están aseguradas.
La semana pasada, las asociaciones “Puente Humano” y “Sí se puede”, junto al senador Jordi Guillot de Iniciativa Per Catalunya-Verds y una Unión de Periodistas Canarios, realizaron una rueda de prensa en Tenerife para denunciar la situación de Makaila y solicitar públicamente asilo en España. En conversación telefónica, Nguebla se muestra cansado e inquieto por su situación. “Estoy muy preocupado. Aquí no tengo ningún lazo familiar, estoy solo. Si me envían a Chad, mi vida corre peligro. Mi única esperanza es que me concedan el asilo en algún país europeo”. Por ello, numerosas ONG, activistas y periodistas de todo el mundo están apoyando a Makaila.
La historia de Makaila es una historia de lucha y superación. Desde Túnez, donde cursaba sus estudios, este activista comenzó a denunciar las violaciones de derechos humanos que sucedían en su país. Esto le valió la expulsión del régimen tunecino de Ben Ali, bajo órdenes del gobierno chadiano de Déby. Gracias al apoyo de diferentes activistas que lanzaron una fuerte campaña para evitar su extradición a Chad, Makaila tuvo la oportunidad de elegir un país de acogida. Así fue como llegó a Senegal en el año 2005.
“Elegí Senegal con la esperanza de obtener aquí una protección efectiva. En cuanto llegué, realicé una demanda de asilo político a las instituciones senegalesas. Sin embargo, aunque Senegal es una gran democracia, hace siete años que llegué a Dakar y hace siete años que no tengo ninguna respuesta”, contaba Makaila a Hemisferio Zero el pasado mes de diciembre en Dakar. Así, lleva desde entonces en una situación de apátrida, sin pasaporte chadiano ni ningún documento de identidad válido. A pesar de ello nadie ha conseguido apagar su voz y Makaila nunca ha dejado de denunciar públicamente las injusticias cometidas en su país.
El blog de Makaila
Makaila se convirtió a través de su blog en un referente para ciertos sectores de la población chadiana. A pesar de la censura ejercida por el régimen, numerosos periodistas se ponen en contacto con Makaila para informarle de lo que ocurre en Chad. Makaila, sintiéndose libre y amparado bajo el sistema de derecho senegalés, se encargaba de difundirlo a través de su blog. “Cada vez que se comete una agresión contra un periodista o contra un órgano de prensa, me informan automáticamente desde Yamena, sea por SMS, por teléfono o por mail, para que pueda sacar esta información al plano internacional”, explica. Nunca pudo imaginar que esto, junto a varios mails que intercambió con el periodista también chadiano Eric Topona, recientemente detenido en Chad, le supondrían la expulsión de Senegal.
El periodista chadiano, a quien Hemisferio Zero tuvo la ocasión de entrevistar antes de expulsión a Conakry, mostraba ya sus dudas sobre las relaciones entre Senegal y Chad, que calificaba de “nebulosas”. Dos meses después, el exdictador chadiano Hissène Habré, conocido como el Pinochet africano, fue detenido en su domicilio de la capital senegalesa, donde vive desde hace más de veinte años en total libertad. Habré ha sido puesto bajo custodia a la espera del juicio que tendrá lugar en las recientemente creadas Cámaras Africanas Extraordinarias. Diversas ONG y, en especial, Amnistía Internacional (AI) han seguido su caso de cerca. “A través de un proceso justo y equitativo, el caso Habré puede convertirse en un precedente para las víctimas de las tiranías en el mundo”, sentencia Robert Reed, consejero judicial en AI que sigue este caso desde 1999. En cualquier caso, será la primera vez que un juicio de este tipo se realiza en un país africano.
Tanto Makaila como Habré han perdido su libertad, pero por causas diferentes. El primero, no ha hecho sino ejercer su derecho a expresarse, lo que le ha impedido vivir en su país de origen y le ha costado la expulsión primero de Túnez y luego de Senegal. Bajo las órdenes del segundo, 40.000 personas fueron asesinadas y otras 200.000 fueron torturadas en Chad. Después de más de 20 años en libertad, todo apunta a que Hissène Habré terminará los años que le quedan de vida en prisión. Por el momento, espera arrestado en un pabellón especial del Hospital Dantec de Dakar. Makaila, sin embargo, aún tiene la esperanza de poder ejercer con libertad y sin miedo su profesión de periodista.
Entre la reciente visita del presidente Barack Obama y el arresto de Habré -un capítulo aún por cerrar de la historia africana-, Senegal está en el punto de mira de la comunidad internacional. Sin embargo, parece que la expulsión de Makaila sigue pasando desapercibida a los ojos del mundo.