Al menos 37 personas murieron el pasado domingo cuando intentaban cruzar el Mediterráneo para entrar en Europa, según han informado fuentes locales tras el naufragio de la embarcación en la que viajaban frente a las costas libias.
En primer luegar fueron encontrados siete cadáveres en Joms (a unos 100 km al este de Trípoli). Más tarde, pescadores de la zona descubrieron otros 30 cadáveres en la misma zona, según ha expliado un portavoz de la Media Luna Roja libia, Mohamad al-Misrtati. Voluntarios de la organización trabajaron para recuperar los cuerpos, pero lamentaron no tener suficientes embarcaciones.
El pasado jueves una embarcación llena de refugiados e inmigrantes que pretendía viajar desde Libia hasta Italia se hundió en aguas cercanas a la ciudad de Zuwara y murieron más de 200 personas.
Los traficantes están aprovechando el caos en Libia para utilizar el país como uno de sus centros de operaciones. El Estado norteafricano ha pedido ayuda a la Unión Europea para entrenar y equipar a su marina, que fue destruida en gran parte durante el levantamiento de 2011 contra Gadafi. Pero todos los entrenamientos y proyectos de cooperación fueron congelados en 2014 cuando la Unión Europea boicoteó el auto proclamado Gobierno que controla el oeste de Libia y que capturó la capital hace un año, expulsando así al primer ministro oficial a la región del este.
Más de 2.300 personas han muerto en lo que va de año intentando cruzar el Mediterráneo, según la Organización Internacional de las Migraciones.