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Los 15 rescatados por el Open Arms llegados en el buque Audaz manifiestan su voluntad de pedir asilo

eldiario.es / EFE

Quince de los 163 migrantes rescatados por el Open Arms en aguas del Mediterráneo han llegado esta mañana a San Roque (Cádiz) en el buque Audaz de la Armada en buen estado de salud y todos ellos han manifestado su voluntad de pedir asilo en España.

Fuentes de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) han confirmado a eldiario.es que, tras mostrar ese intención, se les ha entregado “un volante de manifestación de voluntad de solicitar protección internacional” y que después tendrán que “darle citas para formalizar la solicitud”. 89 de los 163 migrantes ya declararon ante la ONU su voluntad de pedir asilo durante los días a bordo del Open Arms en los que el barco estaba bloqueado.

Estos catorce hombres y una mujer, todos adultos y de diversos países de África, han recibido esta mañana una primera atención en el muelle de Crinavis de San Roque (Cádiz), adonde han llegado a las 08.45 horas tras una travesía que comenzó el pasado 26 de agosto en Italia.

En el puerto gaditano les esperaba un dispositivo de la Cruz Roja, de la Policía Nacional, la Guardia Civil, la Armada y Acnur y más de treinta periodistas, y la primera atención ha consistido en un control sanitario por parte del personal de la Cruz Roja.

Estas quince personas tienen entre 18 y 30 años; cuatro proceden de Eritrea, tres de Sudán, tres de Gambia, dos de Ghana, una de Nigeria, una de Liberia y otra de Etiopía, y una vez que la Cruz Roja ha comprobado que no presentan ningún problema de salud, han pasado por el Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE), dependiente del Ministerio del Interior, donde, según ha explicado Moncloa, “se les ha informado de sus derechos”, entre ellos el de poder solicitar asilo.

Posteriormente han sido trasladados en un microbús al Centro de Estancia Temporal El Campano, en Chiclana de la Frontera (Cádiz), dependiente del Ministerio de Trabajo y a unos cien kilómetros del lugar en el que han desembarcado. En este centro de quinientas plazas serán los únicos ocupantes y estarán ellos solos hasta su derivación al sistema de acogida de protección internacional en función de la situación y perfil de cada uno de ellos, según ha informado el Gobierno.

El Gobierno ha anunciado este viernes que les proporcionará una autorización excepcional de entrada, por razones humanitarias, de siete días de duración para que formalicen su solicitud de asilo y permanecerán en España hasta que esta se resuelva. Este permiso lo concedió también en anteriores ocasiones, durante la llegada del Aquarius a Valencia o del Open Arms a Barcelona. Sin embargo, la duración fue de 45 y 30 días, respectivamente.

La portavoz del Ejecutivo en funciones, Isabel Celaá, ha asegurado que el Gobierno “ha cumplido con coherencia” al recibir a estos quince inmigrantes del Open Arms.

Lo ha asegurado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en la que ha destacado que esta crisis humanitaria “ha puesto en evidencia” los dos modelos que existen en Europa sobre este asunto: uno el que representa el Gobierno español “y otro lo que ha representado Salvini (ministro del Interior italiano) hasta la fecha”.

No obstante, la gestión del Gobierno de la situación ha sido criticada en las últimas semanas. Durante los primeros 14 días, mientras un centenar de rescatados permanecían en alta mar en precarias condiciones, el Ejecutivo se negó a solicitar a Bruselas la activación del mecanismo de distribución que podía acelerar el desembarco del Open Arms. “No tenemos que hacerlo”, dijo entonces Calvo. Desde la institución comunitaria insistían en que para poder impulsar la negociación de un posible acuerdo europeo que permitiera el desembarco en los puertos más próximos (Malta o Italia), necesitaban la solicitud formal de un Estado miembro.

Finalmente, el Gobierno español cedió y aceptó acoger a una parte de las personas rescatadas por el Open Arms junto a otros cinco países: Francia, Alemania, Rumanía, Portugal y Luxemburgo. Después de 18 días de bloqueo, ofreció los puertos españoles, pero la ONG rechazó hacerlo por el peligro de navegar tantos días con una situación tan deteriorada a bordo. Finalmente, el 20 de agosto, fletó el buque Audaz, pero poco después de que partiera de Rota, un fiscal italiano ordenó el desembarco inmediato de los náufragos en Lampedusa.