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Problemas respiratorios y riesgo de cáncer: la amenaza de la quema “masiva” de basura en Líbano

Basura quemándose en Majadel, sur del Líbano, 2017.

Isabel Pérez

Beirut (Líbano) —

Obstruye los pulmones, provoca enfermedades en la piel, afecta el corazón y, a largo plazo puede provocar cáncer. Cuando en 2016 todo el mundo aplaudía en Líbano la solución gubernamental tras la crisis de la basura, no se imaginaban que hoy se enfrentarían a una grave amenaza provocada por la quema de residuos en la mayor parte de los vertederos del país.

Human Rights Watch (HRW) advierte de ello en un reciente informe. “La quema de basura al aire libre es muy peligrosa para la salud humana. Ocurre a escala masiva en Líbano; de hecho, ha aumentado desde la crisis de 2015”, explica el investigador de HRW Bassam Khawaja en una conversación con eldiario.es.

“Es un factor que a largo plazo puede incluso llevar al cáncer. Así lo queremos señalar al Gobierno, que debe parar y pensar qué está ocurriendo porque tiene obligaciones legales”, alerta desde la sede de la organización en Beirut. La ONG recuerda al Ejecutivo libanés que esta práctica viola las leyes ambientales del país.

La crisis de la basura que estalló tras el cierre del vertedero de Naame, aquella que mostró la otra cara de un país que aún se esfuerza por consolidar su sistema democrático, todavía no ha finalizado. Ya no se ven bolsas de basura acumulándose exageradamente en las calles. No se ven los residuos, pero se huelen, se respiran. 'Como si estuvieses inhalando tu muerte' es el informe que HRW ha publicado tras meses de investigación de campo, con entrevistas a personas afectadas por la incineración de basura al lado de sus hogares. 

“Nos sorprendió mucho lo sensible que es este tema”, recuerda Khawaja. “Nos han llegado a obligar a abandonar la zona del basurero. La gente que vive cerca tenía miedo de hablar”, asegura el investigador.

Una de las mujeres que sí lo hicieron, Samar, vive en la localidad de Baalbek. “Cuando estaba embarazada, tenía que cubrir mi boca con un pañuelo para no respirar el humo”, dijo en una entrevista con HRW. Su casa está cerca de un basurero, tal y como se aprecia en el vídeo difundido junto al documento. 

Hay familias que muestran los medicamentos que toman desde que comenzó el problema. “La gente tiene miedo, miedo por sus hijos”, afirma en su testimonio Alfred Dib, médico pulmonar en el hospital Sacre Coeur, al sur de Beirut. “[Cuando se queman residuos en el basurero] es como si hubiera niebla en toda la ciudad. Estamos tosiendo todo el tiempo, somos incapaces de respirar, a veces nos despertamos y vemos ceniza en nuestra saliva”, señala Othman, que vive en el municipio de Kfar Zabad.

“La quema se está haciendo en las zonas más pobres”

El impacto negativo de esta práctica, “evitable” y que muestra un fracaso gubernamental según HRW, afecta principalmente a la mitad del país que no vive en algunas de las zonas más ricas del país, como Beirut o el Monte del Líbano. Aunque, según datos del departamento de bomberos, la quema de desechos ha aumentado un 250% y un 330% en ambas gobernaciones, los habitantes de renta media-baja o baja del resto del país están expuestos a la inhalación de humo de basura quemada. Se ha intentado culpar a la población refugiada de Siria, pero el problema existe desde antes de su llegada a Líbano.

“Si miramos dónde se realiza la quema de basura nos encontramos con el aspecto socio-económico”, señala Khawaja. “Con algunas excepciones, se está haciendo en las zonas más pobres del país. El Gobierno solo se centra en las zonas más adineradas, como Beirut y Monte del Líbano. Y esto lleva así décadas”.

Desde el final de la guerra civil libanesa, el Gobierno del país ha hecho frente a la gestión de los residuos a golpe de políticas de emergencia, sin un plan de gestión nacional. La última fue tomada en 2016 para poner fin a la gran crisis, pero dos de los vertederos –Costa Brava y Bourj Hammoud– alcanzarán su capacidad máxima en 2018, dos años antes de la fecha final marcada para tal solución.

“Es terrorífico. Las aguas residuales, en algunos casos, no están siendo tratadas y van directamente al lugar del vertido donde penetran el subsuelo y lo contaminan. O van a parar al mar. El Gobierno está obligado a ofrecer información sobre el impacto en el mar, en la tierra, en las fuentes hídricas o de alimentación, además del impacto en el aire”, denuncia el investigador. 

Parte del miedo de la gente es por esta falta de información. La población teme que la tos se convierta en  cáncer, o que sus hijas o hijos desarrollen problemas crónicos. El Ministerio de Salud respondió a HRW que sigue insistiendo a los ayuntamientos para que tomen las medidas oportunas, ya que la quema de basura está prohibida por ley.

“Lo que hace el Ministerio de Salud es concienciar, controlar y referir los casos de violaciones a la justicia. Hay una línea directa a disposición de la ciudadanía para quejas concernientes a su salud”, apuntan desde el departamento. El Ministerio de Medio Ambiente expuso a HRW que la razón no es otra que la que falta de fondos.

La filosofía 'residuos cero' como alternativa

Según un estudio de la Universidad Americana de Beirut, solo entre un 10 y un 12% de los residuos sólidos no pueden ser reciclados. Esto deja una importante cantidad de basura a disposición de la transformación a útiles diarios. Ziad Abichaker lleva años “enganchado” a los residuos, como él dice. Creó la empresa 'Cedar Environmental', con la que promueve la filosofía 'residuos cero'.

“Residuos cero significa, primero, cambiar la perspectiva hacia el residuos. Los residuos no son problemas, son recursos”, aclara Abichaker. “Esta bolsa de plástico ahora tiene dos bolis. La abro, uso los bolis y, si pienso que es un problema, la tiro. Si no lo piensas, te dices: ¿Por qué no recoger todos estos plásticos, hacerlos añicos y transformarlos en un panel, fuerte, muy fuerte que dura 500 años, no se afecta con el agua o el calor regular y no se pudre ni huele?”, prosigue.

La oficina de Cedar Environmental posee todo tipo de ejemplos de dicha filosofía. El falso techo, el suelo, las paredes, la madera de las sillas y la mesa, los vasos, son fabricados con material reciclado. En el balcón, las plantas crecen verticalmente de una pared creada con un plástico reciclado que hace que la madera exterior no se eche a perder con la humedad. Una cortina de botellas de plástico de agua pende bloqueando amablemente la entrada de luz solar.

“Los residuos se convierten en una herramienta para combatir los residuos”, continúa el impulsor de la compañía. “Hay que ponerse un límite. Prohibirnos tirar cualquier cosa que pueda ser incinerada sobre la tierra. La humanidad se ha convertido en rica y arrogante, piensa que por tener dinero, puede hacer lo que quiera. Pero cuanto más dinero tiene, más cáncer hay”, sostiene.

Este libanés, ingeniero medioambiental e industrial, se dedica a fomentar sus proyectos y su filosofía desde hace 26 años. Se le conoce como 'el Rey de la Basura' y quiere proteger el medio ambiente, además de contribuir a crear empleo. “Si piensas en 'residuos cero' se ha de construir un proceso industrial, cuesta dinero, pero estás dando puestos de trabajo, salvando el medio ambiente, limpiando la tierra para que crezcan los árboles o se planten alimentos y creando actividad económica”, apunta el ingeniero.

Las botellas y bidones de agua, que conforman una parte importante de los residuos sólidos en Líbano, pueden transformarse en pañuelos, jerséis, o en respaldos para sillas, como las de la oficina de Cedar Environmental, donde el vidrio de los vasos y vasijas eran antaño botellas de cerveza.

Para que todo esto funcione a largo plazo, Abichaker apunta a un cambio de sistema económico y al fin de los obstáculos gubernamentales que se topan para llevar a cabo su proyecto. “El capitalismo monopoliza a la gente y los recursos. No digo que el comunismo sea la solución. No. El sector privado debería estar liderando la solución. El Gobierno lo que puede hacer es no ser burocrático, ni poner trabas”, sentencia.

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