Trump tiene permiso (por ahora) para denegar el asilo a los migrantes que pasen por otro país sin pedir protección
El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha dado luz verde de forma temporal al Gobierno para denegar el asilo a migrantes, en su mayoría centroamericanos, que hayan pasado por México u otros países sin haber solicitado allí esa protección.
El Alto Tribunal, que ha informado de esta decisión en su página web, ha suspendido el fallo de una corte de menor instancia que había bloqueado esa medida. La decisión, tomada con siete votos a favor y dos en contra, no es definitiva pero se aplica mientras la batalla legal sigue su curso.
El presidente Donald Trump reaccionó rápidamente a través de su cuenta de Twitter: “¡Gran victoria para la frontera sobre el asilo en el Tribunal Supremo!”.
Una de las magistradas que se opuso a la decisión, la progresista Sonia Sotomayor, ha criticado que “una vez más, el Ejecutivo emitía una orden que busca anular prácticas duraderas con respecto a los refugiados que buscan asilo de la persecución”.
El Gobierno de Trump anunció los cambios en su política de asilo a finales de julio, impidiendo a la mayoría de migrantes sin papeles solicitar la protección tras cruzar la frontera sur con México.
Un juez federal en California bloqueó rápidamente la medida, lo que provocó el inicio de un litigio que llegó hasta al Supremo con su decisión de este miércoles.
Acnur expresó entonces “su profunda preocupación” ante la nueva normativa que restringe el acceso al asilo, alertando de que pondrá en riesgo a personas vulnerables que necesitan protección internacional y que huyen de sus países por la violencia o la persecución.
“Consideramos que esta normativa restringe significativamente el derecho a solicitar asilo, obstaculiza el derecho a la protección ante la devolución y eleva sustancialmente la carga de la prueba sobre los solicitantes de asilo más allá de los estándares legales internacionales, recorta drásticamente los derechos básicos y libertades para quienes los reúnen y no está en línea con las obligaciones internacionales”, sostuvo la agencia de la ONU.
Desde su llegada al poder en enero de 2017, Trump ha hecho del asilo uno de sus objetivos políticos, asegurando que hay un abuso del sistema del que los migrantes, dice, se aprovechan para ingresar y trabajar en Estados Unidos. No obstante, en los últimos años, un número creciente de personas se ha marchado de distintas zonas de Centroamérica por motivos que van de carencias económicas extremas hasta la violencia que trunca sus vidas, recuerda Acnur.
En los últimos meses, de hecho, la frontera sur de EEUU ha vivido un incremento en las llegadas de solicitantes de asilo centroamericanos en unidades familiares y hay cerca de 436.000 peticiones sin resolver según datos oficiales. Mayo fue el mes de mayor flujo desde 2006, con la detención de más de 132.000 personas que cruzaron la frontera sin permiso.
Trump ha probado varias medidas que han despertado una cascada de críticas para desincentivar esa migración, como separar a padres de sus hijos menores de edad tras cruzar la frontera o devolver a México a solicitantes de asilo a la espera de que se resuelvan sus casos.
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