No pueden esperar más. Tras 17 días de agonía en el Open Arms, varias de las personas rescatadas se han lanzado al mar protegidos con chalecos salvavidas y con la intención de llegar a nado a la isla de Lampedusa. “Avisamos hace días, la desesperación tiene límites. Se lanzan al agua y los socorristas intentan pararlos”, ha alertado el presidente de la ONG, Óscar Camps. Finalmente, los voluntarios del barco han tenido que rescatarlos y subirlos de nuevo a bordo.
La tripulación del Open Arms lleva días alertando del deterioro psicológico de los rescatados, que ha derivado en ataques de pánico, amenazas de suicidio o intentos de autolesión entre los náufragos. Un informe psicológico de la ONG Emergency advirtió este miércoles haber identificado “tendencias suicidas” entre las personas a bordo.
Ante la negativa de Salvini de permitir su desembarco, España ha ofrecido este domingo el puerto de Algeciras para recibir a los 107 rescatados. La desesperación en el buque alcanza niveles límite y navegar hasta Algeciras alargaría varios días más una crisis cuyo final en el puerto de Lampedusa, el más próximo, estaba pendiente de la resolución de la Fiscalía de Agrigento tras la inspección higiénico-sanitaria realizada este sábado en el Open Arms.
La Fiscalía inició este viernes una investigación por posible delito de secuestro de las personas a bordo del Open Arms, abierta a solicitud del equipo jurídico de la ONG.