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VÍDEO | La historia de Ovil, refugiada transexual atrapada en Lesbos: “Sentía que no era humana”

Desalambre

[Vídeo: Celia Hernández y Gabriel Pecot]

Ovil tiene 22 años y ha sabido toda su vida que es una mujer. Por ello, se sintió discriminada en Bangladesh, el país donde nació y del que huyó. Por ello, sigue sufriendo discriminación en la isla griega de Lesbos, donde se encuentra ahora.

“Todo el rato sentía que no era humana”, relata en un testimonio recogido en un vídeo de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) como parte de su campaña 'Muro de mentiras'.

Detrás de ese sentimiento se esconde una vida marcada por la violencia. La joven transexual cuenta que fue violada cuando tenía 15 años. Lo hicieron sus compañeros de clase, quienes después la amenazaron con publicar un vídeo de la agresión si los denunciaba. En lugar de apoyarla, su padre, dice, la golpeó brutalmente. “Él pensaba que todo lo que pasaba era mi culpa. Pero yo nací así, no es mi culpa”, reitera Ovil.

Luego, asegura, vino el primer intento de suicidio. La vida le dio entonces un poco de tregua. Conoció por Facebook a su actual pareja, Osman, un joven homosexual de Pakistán que también vivía entre amenazas por ser quien es. Pakistán y Bangladesh castigan la homosexualidad con penas que pueden llegar a la pena de muerte o la cadena perpetua, respectivamente.

Aún no se conocían en persona, pero Ovil y Osman decidieron huir y encontrarse en territorio europeo. “Aquí nadie nos mataría, estaríamos seguros”, comenta la joven. La ruta volvió a estar marcada, una vez más, por la misma violencia de la que escapó. “En Turquía me secuestró una mafia, algunos de ellos me violaron”, recuerda. Finalmente, se reunió con Osman en el campo de Moria, en Lesbos. “No fui capaz de hablar. Nos tocamos las manos y nos pusimos a llorar”, relata emocionada.

Pero no fue el fin de la discriminación. En Moria, Ovil solía sentir miedo de salir de la tienda de campaña. Un día estaba caminando por Mitilini (Lesbos) junto a Osman cuando ambos sufrieron otra agresión, según su testimonio. Ovil tuvo un segundo intento de suicidio.

Pero el temor a nuevos insultos y agresiones no ha podido con ella. La joven sale a la calle con ropa de mujer y junto a su pareja. Y participa en la plataforma de personas LGTB de Lesbos, que denuncia la “falta de protección específica y apoyo psicológico” para estos colectivos en el país heleno.

Por el momento, la pareja permanece atrapada en la isla griega, al igual que miles de refugiados que se quedaron varados en Grecia tras la firma del acuerdo entre la UE y Turquía en marzo de 2016. Según explica CEAR, la joven no puede solicitar participar en el proceso de reubicación al proceder de Bangladesh y Grecia ha rechazado la solicitud de asilo de Osman, pendiente de apelación.

Mientras, Ovil sigue esperando ese nuevo inicio que le permita rehacer su vida. Y asegura que le gustaría ir a España. ¿Por qué? “He escuchado que respetan a las personas LGTB”.

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