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OPINIÓN | 'Este año tampoco', por Antón Losada

Zapatero, el expresidente alabado por Pablo Iglesias y al que Pedro Sánchez ignora

Las relaciones entre José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez no son buenas y Pablo Iglesias parece saberlo. El líder de Podemos acaba de salir en defensa del socialista y su legado al definir a Zapatero como “el mejor presidente de la democracia”. Que Podemos defienda a Zapatero con más ímpetu que la actual dirección del PSOE pone de relieve dos cosas: uno: Pablo Iglesias cree haber encontrado un hueco para llegar al votante socialista. Dos: El PSOE tiene un problema con su pasado.

Las relaciones entre Sánchez y Zapatero no siempre han sido malas. De hecho, el actual candidato a la presidencia del Gobierno se convirtió en secretario general del PSOE gracias al apoyo del expresidente. El pacto se cerró en una reunión secreta celebrada en junio de 2014 en un hotel de la cadena AC a la que asistieron Pedro Sánchez, José Luis Rodríguez Zapatero, Tomás Gómez, Susana Díaz y Ximo Puig. En ese encuentro se pactó que los barones apoyarían la candidatura de Sánchez a la secretaría general del PSOE y que, llegado el momento de las elecciones, se decidiría quién se encontraba en mejor posición para convertirse en candidato. 

En el primer comité federal después del congreso socialista, Sánchez sorprendió a su partido al anunciar que también quería ser candidato. Alrededor de ese anuncio se marcaron las primeras grietas entre el último presidente del PSOE y el actual candidato a la Moncloa. Era el mes de septiembre y la tensión no había hecho más que empezar. En noviembre de aquel año, Sánchez anunció su intención de votar una iniciativa de IU que revertía la más polémica decisión de Zapatero: la inclusión del techo de gasto en el artículo 135 de la Constitución.

Poco después, en enero de 2015, ambos políticos coincidieron en un acto en Madrid. Toda la prensa destacó de aquel encuentro la frialdad del saludo entre ambos. Acababa de saberse que Zapatero y Pablo Iglesias se habían reunido sin comunicación previa a la dirección socialista. La tensión entre los dos socialistas, estaba en niveles máximos.

Las afirmaciones de Iglesias tienen una evidente intención electoral pero los datos que aporta son veraces. Fuentes próximas a Zapatero confirman a eldiario.es que sus conversaciones telefónicas con Iglesias son habituales. La última se produjo hace dos semanas y el motivo de la misma fue el análisis de la situación en Venezuela. Durante las negociaciones para formar Gobierno, ambas partes suspendieron sus contactos “por prudencia” y ahora los han vuelto a retomar. 

Según el entorno de Zapatero, el vínculo con Iglesias viene desde las manifestaciones del “No a la Guerra”, previas a las elecciones que le darían al PSOE la victoria. Un exministro de Zapatero, consultado por esta redacción, considera normales los elogios del líder de Podemos al expresidente socialista: “Ya era hora que alguien lo diga”, ha señalado.  

Este viernes, Sánchez y Zapatero coinciden en Valladolid en el único mitin de toda la campaña que harán juntos. La presencia del expresidente en campaña se ha reducido a la mínima expresión y apenas se le ha reservado presencia durante la contienda electoral. 

En el equipo de Pedro Sánchez las palabras de Iglesias no han pasado desapercibidas. Fuentes de Ferraz, consultadas por esta redacción, señalan que Podemos está intentando usar la imagen de Zapatero contra los intereses del PSOE. Sánchez intentará este viernes conjurar ese problema sobrevenido forzando los guiños al pasado de su partido para no se le vuelva a colar un contrincante en la sala de trofeos del partido. 

 

Las relaciones entre José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez no son buenas y Pablo Iglesias parece saberlo. El líder de Podemos acaba de salir en defensa del socialista y su legado al definir a Zapatero como “el mejor presidente de la democracia”. Que Podemos defienda a Zapatero con más ímpetu que la actual dirección del PSOE pone de relieve dos cosas: uno: Pablo Iglesias cree haber encontrado un hueco para llegar al votante socialista. Dos: El PSOE tiene un problema con su pasado.

Las relaciones entre Sánchez y Zapatero no siempre han sido malas. De hecho, el actual candidato a la presidencia del Gobierno se convirtió en secretario general del PSOE gracias al apoyo del expresidente. El pacto se cerró en una reunión secreta celebrada en junio de 2014 en un hotel de la cadena AC a la que asistieron Pedro Sánchez, José Luis Rodríguez Zapatero, Tomás Gómez, Susana Díaz y Ximo Puig. En ese encuentro se pactó que los barones apoyarían la candidatura de Sánchez a la secretaría general del PSOE y que, llegado el momento de las elecciones, se decidiría quién se encontraba en mejor posición para convertirse en candidato.