Accionistas de Popular han cargado este lunes contra el antiguo equipo gestor de la entidad, al afirmar que “ha manejado el banco como su huerto particular” y lo ha dejado con pérdidas históricas, reclamando la ejecución de una auditoría interna para analizar la etapa en la que Ángel Ron ha ocupado la presidencia de la entidad.
Los accionistas también han reclamado responsabilidad patrimonial al antiguo equipo gestor, así como que le retiren al expresidente la pensión de 23 millones que le queda al abandonar la entidad.
El banco realizó durante 2016 aportaciones a Ron por valor de 243.000 euros vinculadas a los sistemas de ahorro a largo plazo, tras lo que el directivo acumula 8,57 millones por este concepto. Conforme a los estatutos del banco, Ron accederá tras su cese como presidente a una pensión por jubilación de 1,1 millones de euros al año vinculada al cumplimiento de un pacto de no competencia poscontractual.
El banco completará las dotaciones registradas hasta el momento con un importe de 15,6 millones en concepto de compromisos por pensiones pendientes de dotar, que se registrarán este 20 de febrero. Fuentes del Popular han explicado a Europa Press que el cobro de la pensión es consecuencia de los derechos acumulados a lo largo de algo más de 32 años en la entidad y subrayan que se va sin indemnización por cese.
Tras registrar el Popular pérdidas récord de casi 3.500 millones el pasado ejercicio, Ron percibió 1,47 millones en 2016 por el desempeño de sus funciones al frente de la entidad, el mismo importe que un año antes, después de quedarse sin retribución variable.
Su sustituto en la tarea de reflotar el banco, Emilio Saracho, cobrará 4 millones como “prima de contratación” por presidir el banco y se ha garantizado otras remuneraciones especiales, como los gastos por mudarse de Reino Unido a España.
“Purga real”
La junta extraordinaria en la que esta mañana se ha escenificado el relevo de Ron ha sido bronca. “Si no se hubiera ido a la última ampliación de capital, el banco estaría 'tipo Bankia'”, ha señalado uno de los intervinientes, que ha insistido en la necesidad de hacer “una purga real” en la entidad. “Se ha perdido el honor por todas las esquinas”, ha manifestado otro.
La mayoría de los accionistas que han tomado la palabra ha arremetido contra Ron por no hacer autocrítica y han censurado que se despidiera “con orgullo y la cabeza bien alta” cuando el banco ha presentado pérdidas récord.
“¿Me podrían decir cuál es el deber que tenía Ron en el banco? ¿Era llevarlo a la bancarrota? Tiempo ha tenido para girar en sentido contrario”, se ha quejado un asistente.
Otro de los accionistas ha señalado que en el pasado Popular era ejemplo de “mesura, de prudencia y de seriedad”, hasta que Ron compró Pastor y entró en el sector inmobiliario “en los últimos años de la burbuja” para cerrar el ejercicio 2016 “con pérdidas históricas”.
“El Banco de España tenía que haber intervenido y haber cesado a Ron. No se puede ir con toda su caradura de rositas”, se ha quejado otro de los accionistas, que ha recordado que los títulos de la entidad se han depreciado un 90% en los últimos años.
Suerte a Saracho
Algunos de los intervinientes han pedido la unión de todos los accionistas “para poner coto a toda la sarta de cosas que están sucediendo” en la entidad. “Estamos en la ruina. Este banco no lo levanta ni San Pedro en persona”, lamentaba otro.
Los accionistas han dado la bienvenida al que será a Saracho, al que han calificado de un hombre “muy valiente” al aceptar el cargo en el duro momento que atraviesa el banco. “Deseo que lleve la nave a buen puerto y que Dios le ayude”, ha apuntado uno de los accionistas.