Preacuerdo en la Comisión del Pacto de Toledo para las futuras revalorizaciones de las pensiones en el futuro. Los grupos parlamentarios, con la excepción temporal de ERC, han acordado una redacción inicial para la recomendación 2 sobre la subida anual de las pensiones: que el “IPC real” sea el mínimo para las futuras actualizaciones. El preacuerdo debe todavía pasar por la Comisión del Pacto de Toledo y enviarse al Gobierno, los sindicatos y la patronal, que abordarán el tema en la mesa del diálogo social.
El texto “inicial” que ha puesto de acuerdo al conjunto de fuerzas políticas en la comisión parlamentaria que diseña sus recomendaciones sobre el futuro del sistema público de pensiones (salvo ERC, por el momento) explicita al IPC real como indicador para la revalorización de las pensiones.
“La revalorización anual de las pensiones en base al IPC real se presenta como el mecanismo que ha de servir para conservar el poder adquisitivo de las pensiones”, apunta el documento. El texto admite el uso de otros indicadores para calcular subidas superiores a ese IPC mínimo: “La revalorización debe ser diferenciada de cualquier otra acción de mejora encaminada no a conservar, sino –cuando lo permita la situación económica y con la oportuna cobertura legal-, a aumentar dicho poder adquisitivo”.
ERC no se ha sumado por el momento a la recomendación, pero ha afirmado que su propuesta está cerca y espera poder hacerlo en una reunión formal del Pacto de Toledo que todavía no tiene fecha.
Tanto el PSOE, como Unidos Podemos, Compromís, ERC y PNV consideran que el texto no deja lugar a dudas. La portavoz socialista en el Pacto de Toledo, Mercè Perea, ha señalado que el acuerdo apuesta por que las pensiones se revaloricen de forma “transparente” con el IPC “sin poner fecha límite ni para hoy ni para pasado mañana”.
Perea ha respondido al secretario de Estado de Seguridad Social de su Gobierno, Octavio Granado, quien había considerado que el IPC tiene “efectos perversos” a largo plazo, y ha recordado que el PSOE gobierna gracias a un programa electoral que contemplaba el IPC como un índice transparente.
Interpretación abierta de PP, Ciudadanos y PDeCAT
Los partidos que eran más reticentes a volver a vincular las pensiones al IPC –Partido Popular, Ciudadanos y PDeCAT– consideran que el texto de la recomendación da margen para que el IPC se pueda complementar con otros indicadores en función de la situación económica. “Cabe todo”, ha llegado a decir el portavoz de PDeCAT, Carles Campuzano.
Estos tres partidos se agarran a la mención que se hace en el texto a “recuperar el consenso” de la Recomendación aprobada en 2011, que incluía a posibilidad de tener en cuenta otros índices de revalorización como los salarios, la evolución de la economía y las cotizaciones a la Seguridad Social.
Gracias a este mención, las tres formaciones han restado contundencia a la fijación del IPC como base de la revalorización y han señalado al Gobierno y a los agentes sociales como los responsables de llegar a un consenso sobre el futuro mecanismo de revalorización que sustituya al IRP de Rajoy.
El texto sí deja claro, precisamente, que la fórmula que aprobó el Gobierno del PP de forma unilateral en 2013 “no goza del suficiente consenso político y social”.
Unidos Podemos: “Que se atrevan”
La portavoz de Unidos Podemos-En Comú-En Marea en el Pacto de Toledo, Aina Gallego, ha defendido que esta redacción es un buen “principio de acuerdo”, que debe ser ratificado en la mesa del Pacto, en el que varios partidos han dado un “giro de 180 grados” para dejar negro sobre blanco que el IPC sea el mecanismo para la revalorización.
“Que se atrevan”, ha afirmado la portavoz del grupo confederal sobre si un Gobierno podría subir las pensiones por debajo de los precios en algún momento dada esta recomendación del Pacto.