Pedro Sánchez ha anunciado el fin de las ‘Golden Visa’ inmobiliarias, el polémico mecanismo que lleva en vigor más de una década por el que inversores extranjeros han podido lograr el permiso de residencia gracias a la compra de inmuebles. Solo en los últimos cinco años, desde 2018, millonarios extranjeros han realizado inversiones inmobiliarias por un valor de al menos 4.800 millones de euros como vía para conseguir un visado de oro en España, según los datos obtenidos por elDiario.es a través de la Ley de Transparencia que detallan las inversiones de más de 3.060 visados concedidos por la adquisición de inmuebles entre 2018 y 2022.
En total, desde que el Gobierno de Mariano Rajoy aprobó estos 'Visados Dorados' en 2013 y hasta finales de 2023, España ha emitido más de 6.200 visados por inversión en inmuebles. La mayoría de los que se solicitan se conceden, porque solo se han rechazado alrededor de un millar, como se comprueba en el siguiente gráfico.
Se trata, únicamente, de datos de visados concedidos a extranjeros que no residían previamente en España y, por lo tanto, no figuran los permisos de residencia de personas que ya estaban legalmente en el país, por lo que las cifras totales de residentes con una 'Golden Visa' serían aún más altas.
Si se entra en el detalle de los últimos años, 2019 y 2021 fueron los años con cifras inversiones más altas a cambio de conseguir la residencia. Es decir, se ve un claro parón por la pandemia pero, en el año anterior a la expansión del coronavirus, se invirtieron en inmuebles por esta vía más de 1.900 millones. Y un año después del estallido del COVID, más de 1.300. Sin embargo, en 2022, esa cifra cayó a los 842 millones.
Hay que tener en cuenta que, en ese 2022, Rusia invadió Ucrania y ahí se puso freno a que los ciudadanos rusos pudiesen lograr la residencia mediante este vehículo de inversión.
A pesar de esa limitación, que lleva dos años en vigor, si se ven los datos desde 2018, ciudadanos rusos han destinado más de 400 millones de euros para adquirir inmuebles en España a cambio de la residencia. Los ciudadanos rusos, junto a estadounidenses, mexicanos, chinos o iraníes están en el 'top 10' de los países con más dinero invertido en una 'Golden Visa' inmobiliaria.
De hecho, como se ve a continuación, dos de cada tres 'Golden Visa' concedidas desde la entrada en vigor de la ley (2013 a 2023) han sido para personas de nacionalidad rusa y china, según los datos actualizados obtenidos por la organización Transparencia Internacional. Rusos y chinos están muy por delante de otras nacionalidades, como saudíes, venezolanos, iraníes, egipcios o británicos. En este último caso, corresponden a datos posteriores al Brexit de febrero de 2020.
El Gobierno asegura que las inversiones en inmuebles se han centrado en ciudades como Barcelona, Madrid, Málaga, Alicante, Palma o València, donde el mercado de vivienda está más tensionado.
Los datos a los que ha tenido acceso elDiario.es señalan que ha habido inversores que han desembolsado cifras millonarias para conseguir la residencia. La Ley dice que el importe mínimo a comprar es de 500.000 euros pero hay 16 personas que han gastado más de cinco millones de euros en ese proceso para lograr la 'Golden Visa', según los datos que figuran en el Ministerio de Asuntos Exteriores y conseguidos a través de la Ley de Transparencia.
Cuatro de esos megainversores han destinado más de 500 millones de euros. En los datos analizados no figura ni su nombre ni la inversión en concreto que han realizado, por lo que podría tratarse de la compra de uno o de varios edificios con una alta valoración en el mercado. Dos de esas personas son de origen estadounidense y ambas habrían destinado más de 700 millones de euros.
¿Qué es una 'Golden Visa'?
Son un mecanismo polémico que se puso en marcha en la última crisis financiera para atraer capitales a España. En realidad son varias herramientas bajo la idea un ‘visado de residencia para inversores’. Una está ligada a la ya mencionada compra de inmuebles, uno o varios, con la exigencia de que el valor total supere los 500.000 euros. Una cifra que no se ha cambiado en 11 años a pesar que el precio de los pisos no ha parado de subir desde entonces.
Otra vía para lograr una ‘Golden Visa’ es invertir más de dos millones de euros en deuda pública o más de un millón en depósitos bancarios o acciones de empresas. De momento, el Gobierno no ha aclarado si estas últimas opciones se van a mantener para los inversores foráneos.
Y hay una tercera, se incluye otro supuesto, que se ponga en marcha en España “un proyecto empresarial” que “sea considerado y acreditado como de interés general”, según recoge la Ley de Apoyo a los Emprendedores y su Internacionalización. Para que lo sea, se valora que cumpla una de estas tres condiciones: o que cree puestos de trabajo; suponga una inversión con impacto socioeconómico de relevancia en el ámbito geográfico donde se desarrolle; o conlleve una aportación relevante científica o tecnológica. Unos supuestos que tienen que contar con el aval del Ministerio de Economía.
Hay otro matiz, porque también se puede canalizar la inversión a través de una empresa, de una persona jurídica, siempre que no esté domiciliada en un territorio que se considere un paraíso fiscal. El inversor foráneo que quiera ese permiso de residencia tiene que tener, directa o indirectamente, la mayoría de sus derechos de voto y la facultad de nombrar o destituir a la mayoría de los miembros de su órgano de administración, según recoge la citada ley.
Además, la Ley de 'startups', la de Fomento del Ecosistema de las Empresas Emergentes, aprobada en 2022, contempla que los “extranjeros que soliciten entrar en España o que siendo titulares de una autorización de estancia o residencia o visado pretendan iniciar, desarrollar o dirigir una actividad económica como emprendedor, podrán ser provistos de una autorización de residencia para actividad empresarial, que tendrá validez en todo el territorio nacional y una vigencia de tres años”. Añade que “una vez cumplido dicho plazo, podrán solicitar la renovación de la autorización de residencia por dos años, pudiendo obtener la residencia permanente a los cinco años”.
Un mecanismo en entredicho
La continuidad de estos visados dorados llevaba meses en cuestión, sobre todo porque se han ido sucediendo los países que han ido abandonando esta herramienta para captar inversores. Así lo hizo hace meses Portugal que, como España, tiró de esta vía para intentar salir de la última crisis financiera. También Canadá limitó la compra de casas por extranjeros –aunque de forma temporal– para tratar de aliviar la presión de precios en el mercado inmobiliario.
“Es un instrumento que se puso en marcha en otro momento, cuando la situación del mercado de la vivienda era diferente”, reconoció hace unas semanas la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, en una entrevista con elDiario.es. “Entonces se frenó la construcción y no se vendían viviendas. Desde que hemos llegado al Ministerio hemos iniciado, con el Ministerio de Economía y el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, un análisis para saber cómo está afectando a la vivienda en nuestro país, qué influencia tiene en el mercado inmobiliario. Cuando tengamos los datos, los analizaremos siguiendo las recomendaciones de la Comisión Europea”, añadió.
Bruselas ha sido muy crítica con estos mecanismos. En otoño del año pasado, la Comisión publicó un informe donde señalaba que varios países del Caribe habrían vendido visados a cerca de 88.000 personas de Irán, Rusia o China, a cambio de inversiones. Además, la Comisión inició en 2020 sendos procedimientos de infracción contra Chipre y Malta por haber ido más lejos y conceder el pasaporte -no el permiso de residencia- a inversores extranjeros. Chipre puso fin a esta práctica, mientras que Malta ha sido llevada ante el Tribunal de Justicia de la UE y es el único país que tiene en marcha este tipo de 'Pasaporte Dorado'.
Decir adiós a las 'Golden Visa' por la compra de casas ha sido una exigencia de Sumar desde el inicio de la legislatura. En el debate de investidura de Pedro Sánchez, Yolanda Díaz, ya adelantó que iba a ser una de las prioridades del socio de Gobierno. “Vamos a regular el principal agujero de la especulación de las ciudades, los alquileres por temporada; a construir un 20% más de vivienda y social. Y hay que acabar con las 'Golden Visa”, recalcó desde la tribuna del Congreso de los Diputados.
“Es una buena noticia, aunque tenemos que ver cómo se concreta”, explica Elena Pozo, abogada experta en extranjería. “Pero las 'Golden Visa' no deberían haber existido. En el momento que se aprobaron buscaba ser una solución coyuntural, pero debió de eliminarse porque seguían acentuando la discriminación, entre ciudadanos migrantes de primera y de tercera”. Pozo también apunta al resto de supuestos en los que se puede lograr el permiso a través de una inversión. “Deberían quitarlos todos, porque no tenemos constancia de que haya suficiente comprobación de dónde viene ese capital. Se puede propiciar algún tipo de blanqueo, independientemente de que ya existe otro tipo de ventajas porque te puedes regularizar por arraigo”, argumenta.