Otro cierre de año más con el calendario en la mano y la incertidumbre diaria de si el Gobierno mantendrá la llamada 'cláusula de salvaguarda' de las pensiones. “Esta incertidumbre se ha convertido casi en tradición, como la Lotería”, lamenta Javier, ingeniero industrial que salió con 53 años de Telefónica en el gran ERE que acordó la compañía en 2011. La cláusula, aprobada también en 2011, en plena crisis económica, se traduce en ventajas en la jubilación para las personas de avanzada edad que estaban desempleadas en esa fecha y que no volvieran a encontrar un trabajo hasta su retiro. Sin embargo, Rajoy puso caducidad a esta garantía: el 1 de enero de 2019. El Gobierno de Pedro Sánchez amplió los efectos de la cláusula los dos últimos años de manera temporal, pero, de nuevo, vuelve a vencer. Si el Ejecutivo no lo evita, caduca el 31 de diciembre.
“Nos espera una semana frenética como todos los años”, critica Javier, hoy con 62 años, que tiene pedida cita en la Seguridad Social para el próximo 30 de diciembre por si el Gobierno opta en esta ocasión por no prorrogar la mencionada garantía. Pablo, un administrativo afectado también por el ERE de Telefónica y que salió de la compañía en 2013, prefiere ni pensar en esta opción. Con 60 años y sin la posibilidad de jubilarse este diciembre, confía en que el Gobierno vuelva a ampliar la cláusula de salvaguarda. “No entendería que esto no se prorrogara, si el mismo partido que ha gobernado en los dos últimos años lo ha hecho, en peores condiciones, con un gobierno interino más inestable”, sostiene.
Los sindicatos CCOO y UGT han presionado este miércoles para que el Ejecutivo de coalición mantenga estas ventajas en un comunicado conjunto en el que reclaman “la reposición de la cláusula de salvaguarda en los términos en los que fue pactada, sin límite temporal, teniendo en cuenta que se trata de dar seguridad jurídica a un colectivo de personas, acotado y decreciente”.
En qué consiste la cláusula
La cláusula de salvaguarda, aprobada por el Gobierno de Zapatero en 2011, excluía a las personas desempleadas de avanzada edad de su reforma de pensiones, que suponía un endurecimiento de las condiciones y del acceso a la jubilación. Por ejemplo, la edad ordinaria para jubilarse pasó de los 65 a los 67 años de manera paulatina, se ampliaron los años de cotización para acceder al 100% de la pensión y se restringió el acceso al retiro anticipado.
Esta garantía ha permitido que las personas que habían perdido su empleo antes de la aprobación de la reforma (agosto de 2011) y aquellas afectadas por ERE o acuerdos de salida ya pactados en esa fecha se pudieran jubilar según la legislación de pensiones anterior, más ventajosa. Eso siempre que los desempleados estuvieran en paro hasta llegar a la jubilación.
En 2013, el Gobierno de Mariano Rajoy estableció una fecha límite a la cláusula: el 1 de enero de 2019. Por un lado, amplió el grupo de desempleados que se podían acoger a estas ventajas (todos aquellos en paro desde el 1 abril de 2013 o afectados por ERE pactados antes de esa fecha), pero por otro lado, puso un límite temporal a los efectos de la medida, ya que solo se aplicaría hasta final de 2019.
Esto dejaba fuera a “unos cuantos miles” de personas desempleadas de avanzada edad –en una cifra difícil de determinar, según los sindicatos– que se quedaban descolgadas de esta garantía porque, cuando llegaran a la edad de jubilación, ya habría caducado la vigencia de la cláusula. La mayor parte de los afectados salieron de sus empresas en despidos colectivos (ERE), como Javier y Pablo, a los que se sumaron muchas veces con la premisa de que esta salvaguarda estaba en vigor y protegía en un futuro sus pensiones. Pero también hay casos individuales de trabajadores de avanzada edad que se quedaron en paro en la pasada crisis y que luego no han logrado reengancharse de nuevo al mercado laboral, como explicaba en este tema Esteban (nombre ficticio).
“Pierdo 200 euros mensuales de pensión”
Javier tiene pedida cita en la Seguridad Social para jubilarse 'in extremis' el día antes de Nochevieja si el Gobierno no amplía la cláusula. Los dos años precedentes, el Ejecutivo de Sánchez amplió la cláusula en el último momento, a días de terminar el año. El ingeniero prejubilado en el ERE confía en que este año repita actuación porque de lo contrario calcula que pierde “más de 200 euros mensuales de pensión”, explica. Las ganancias por aplicar la cláusula de salvaguarda de las pensiones varían según los casos, las carreras de cotización y los sueldos que estuvieran cobrando los trabajadores, pero en algunas situaciones son cuantiosas.
En el caso de Javier, cifra en esos más de 200 euros la “pérdida” en su pensión prevista, a la que pretendía acceder a los 63 años y con la cláusula. Asegura que los pierde tanto si se jubila ahora con la legislación antigua –y la cláusula en vigor– como si lo hiciera el año que viene, a los 63 años, pero con esta garantía caducada. Lo explica por la combinación de varios factores: cuánto anticipe la jubilación (con la legislación vigente la edad ordinaria de retiro es más tardía), el cambio en los coeficientes de penalización por el retiro anticipado y una carrera de cotización que con la normativa anterior “valía más”.
Pablo está en peor situación, ya que a sus 60 años este 2020 aún no puede jubilarse. Según sus cálculos, la pérdida en la pensión por jubilarse sin la cláusula de salvaguarda puede alcanzar mucho más dinero. De irse prácticamente con la pensión máxima a recibir una pensión de “1.973 euros brutos”, según el indica el simulador de la Seguridad Social, para cuando cumpliera 63 años en 2023, con la legislación vigente.
Javier comentaba en el pasado con elDiario.es que las altas pensiones que recibirán algunos de estos trabajadores que están sujetos a la cláusula les ha hecho recibir muchas críticas por pedir que se mantengan estas ventajas en la jubilación. “Mucha gente dice que somos unos privilegiados, con las pensiones altas que cobramos. No es un privilegio, hemos estado cotizando toda la vida por lo máximo y nos han cambiado las reglas a mitad de partido. Es de justicia”, explicaba a este medio.
Pablo tiene muy claro que, si hubiera sabido que las condiciones de jubilación serían estas más restrictivas, no se habría sumado al ERE. “Hay que recordar lo que era 2011. Había una crisis bestial en nuestro país, en la que la gente se iba al paro por miles. Aquí te decían, firma el ERE, son buenas condiciones, tienes que decidirlo ya. Y no sabías si después del ERE iba a venir algo peor, así que firmamos. Pero vamos, que si sé que la pensión que me iba quedar es esta, no firmo”, reitera.
Para Mª Ángeles, todo es “un desastre” y está en un mar de dudas. Médica de empresa en Telefónica, se acabó adhiriendo al ERE más tarde, en 2012, por lo que teme que el Gobierno amplíe la cláusula, pero solo para los trabajadores que estaban ya en situación de desempleo (o habían firmado despidos colectivos) en 2011. Ella se beneficia en parte del retoque de la legislación que efectuó Rajoy en 2013. “No sabemos nada aún y solo quedan unos días. En los grupos de Whatsapp dice la gente que a lo mejor lo prorrogan, pero no sabemos. Es todo un desastre”, repite.
Javier coincide en la petición de los sindicatos: que el Gobierno sea claro y dé una respuesta ya sobre qué va a hacer en este tema. elDiario.es ha preguntado al Ministerio de la Seguridad Social al respecto, pero no ha recibido ninguna respuesta. “Es una pena porque hay gente que no aguanta, no sabe qué hacer y se está jubilando ya. Si al final amplían la cláusula, habrán perdido mejores condiciones de jubilación”.