El agua fija el precio de la luz el 75% de las horas con el mercado mayorista encadenando récords

Agua a precio de gas natural. La energía hidroeléctrica está siendo la absoluta dominadora esta semana en la casación del mercado mayorista de electricidad, que determina una parte de la factura de la luz. Este miércoles, 11 de agosto, mientras llega la primera ola de calor del año, el precio medio del denominado pool alcanzará un récord de casi 114 euros por megavatio hora (MWh), tercero consecutivo, con la hidroeléctrica como tecnología predominante en la casación.

De acuerdo con los datos del Operador del Mercado Ibérico de Electricidad (OMIE), en lo que va de semana, la hidráulica y la hidráulica de bombeo, que utilizan un bien público como el agua, han marcado el precio que cobran todas las fuentes de generación el 75% de las horas en el mercado español. Muy por delante del denominado régimen especial (renovables, cogeneración y residuos), que lo ha hecho el 13,8% de las horas, y las centrales de ciclo combinado, que queman gas natural, con el restante 11,1%.

El lunes, 9 de agosto, cuando el pool batió el anterior récord de julio, la hidráulica marcó precio 22 de las 24 horas del día. Esto nunca había ocurrido en un mes de agosto en el último lustro, según la información disponible en OMIE.

Si se analizan los once primeros días de agosto, la hidráulica ha fijado el precio el 64% de las horas, muy por encima del mismo periodo de años anteriores.

Como recuerda el experto en energía y consultor del grupo Menta Francisco Valverde, es habitual que la hidroeléctrica marque precio muchas horas del año y el gas natural lo haga en pocas ocasiones, salvo cuando esa materia prima está barata, que no es el caso, ya que lleva semanas en máximos históricos. “El gas cuando más ha marcado ha sido cuando más barato ha estado”, señala.

En España, como en Europa, el mercado mayorista de electricidad opera bajo un sistema marginalista en el que todas las tecnologías reciben el precio que marca la última central que permite casar oferta y demanda en una subasta horaria que se celebra con un día de antelación.

A diferencia de la nuclear (una energía de base, que oferta su producción a precio cero), la hidráulica no necesita verter electricidad constantemente. Se adapta al precio de mercado que van marcando las centrales de ciclo combinado y oferta a un precio alto para maximizar sus beneficios. Es lo que se conoce como coste de oportunidad.

Es una práctica legal, si bien el Gobierno ha remitido una carta a la Comisión Europea (de momento, sin respuesta) para pedir una reforma de ese modelo marginalista, muy condicionado por el coste de una tecnología, el gas, que apenas aporta el 10% de la electricidad pero condiciona lo que cobran las demás. “Es necesario revisar el funcionamiento de un mercado con reglas elaboradas cuando la diferencia entre tecnologías no era tan grande”, señalaba la semana pasada la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en una entrevista en Financial Times.

“Necesito un precio que cubra los costes pero que sea razonable para el consumidor [pero] la Comisión Europea considera que esto no es compatible con un mercado con un alto nivel de competencia interna, en el que la regla fundamental en cuanto al precio es el coste marginal del último megavatio”, lamentaba Ribera, que hace unos días, tras la prórroga del denominado escudo social, advertía a las eléctricas de que “no es el momento de maximizar beneficios”. La vicepresidenta ha rechazado reiteradamente la creación de una empresa pública de energía que asuma las concesiones hidroeléctricas que caduquen, como lleva años reclamando Podemos.

Beneficios caídos del cielo

La espectacular escalada del precio de la luz está discurriendo en paralelo a la subida del gas y los derechos de emisión, los vectores que explican esta subida. El rally se ha agudizado desde que a finales de mayo el Gobierno propuso un anteproyecto de ley para drenar los beneficios excesivos de hidráulica y nuclear por el encarecimiento del CO2, que estas dos tecnologías no soportan, a diferencia de los ciclos combinados.

En junio, la OCU ya advirtió de que la hidráulica había fijado el precio el 58% de las horas de ese mes, algo “paradójico” cuando “tienen unos costes de producción muy bajos, casi inapreciables, ya que el agua ”cae del cielo“ y las instalaciones, en la mayor parte de los casos, están ya amortizadas desde hace tiempo”.

Según esta asociación, el coste del gas y el carbono “son solamente una excusa para que tecnologías que tienen unos costes mucho más reducidos encuentren su oportunidad de fijar elevadísimos precios, que les reportan unos beneficios extraordinarios, propios de un oligopolio y contrarios a un mercado real competitivo, pues cuentan con la seguridad de saber que sus competidores tienen costes más altos”.

Gas en máximos

El nuevo récord de este miércoles, que es inferior a los precios que se van a registrar en los mercados mayoristas de Italia o Grecia, llega con los permisos para contaminar ya en el entorno de los 56 euros por tonelada y la cotización del gas en el mercado Mibgas (la referencia en la Península Ibérica) por encima de 46 euros en alguno de sus productos, frente a los alrededor de 18 euros de diciembre. El gas está históricamente caro en un contexto de fuerte demanda de Asia y problemas de suministro desde Rusia. Estos se han visto agudizados por el incendio, la semana pasada, de una planta de Gazprom en ese país.

El precio del pool tiene un peso que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) cifraba recientemente en torno al 24% en la factura de la luz de los más de 10 millones de consumidores acogidos a la tarifa regulada o Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC), aunque ese porcentaje se ha incrementado con las subidas de las últimas semanas. Los 17 millones de suministros que están en el mercado libre no se ven directamente afectados. Pese a la publicidad de las eléctricas que insta a contratar sus ofertas en el mercado libre, todos los expertos recomiendan a los clientes domésticos el PVPC. A la larga es menos caro, aunque esté directamente indexado al pool, con la consiguiente volatilidad en el precio de la energía.

Esto hace que la traslación de las subidas de la luz en los mercados eléctricos europeos por el alza de los derechos de emisión y el gas haya sido “particularmente elevada” en España, según un estudio publicado este martes por el Banco de España que señala que el encarecimiento del pool explicaría una tercera parte de la subida del IPC en el primer semestre de este año.

El Banco de España recuerda en su informe que los sistemas que referencian la tarifa doméstica directamente a la cotización de la energía, como el español y otros como el de Estonia o Suecia, son más volátiles, pero “permiten que los consumidores interioricen en mayor medida las señales proporcionadas por los precios, adaptando su patrón de consumo en consonancia”, ahorran a los usuarios la prima de riesgo que implica un precio fijo y “tienden a dotar al mercado de una mayor transparencia y permitir una gestión más eficiente de la demanda”.

La espectacular escalada se ha comido el efecto de las medidas aprobadas por el Gobierno hasta ahora -rebaja del IVA del 21% al 10% en la factura eléctrica y suspensión temporal en el tercer trimestre del impuesto a la generación eléctrica (7 %)-, a la espera de que entre en vigor el futuro fondo de las renovables y el citado mecanismo para minorar los beneficios excesivos por el CO2, muy criticado por las eléctricas, que han amenazado con adelantar el cierre nuclear.

El lobby del sector ha puesto sobre la mesa la posibilidad de pagar un precio fijo “razonable” a sus reactores y sacarlos de la casación, una medida que lleva años sobre la mesa de Transición Ecológica, que se aplica en Francia y que el secretario general de Facua, Rubén Sánchez, reclamaba este martes para nuclear e hidráulica.

Con el Gobierno de vacaciones, la imparable escalada ha propiciado un nuevo cruce de acusaciones entre el Ejecutivo y el PP, que ha pedido la comparecencia de Ribera en el Congreso. Este martes, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, afirmaba desde Cádiz que el anterior Gobierno del PP es “bastante responsable” de la situación actual y apuntaba como causa al carbón (que es ya residual) y a la moratoria a las renovables que aprobó el Ejecutivo de Mariano Rajoy allá por 2012, con el sistema eléctrico al borde de la quiebra por la acumulación del déficit de tarifa embalsado (desfase entre ingresos y costes regulados).