Tras el relevo en la cúpula de Telefónica se van perfilando algunas respuestas a las incógnitas que se planteaban tras el cambio. El futuro de Telxius, qué va a ocurrir con la británica O2, la digitalización de la compañía o la política de dividendo para los accionistas eran algunos de los pasos sobre los que debería decidir el nuevo presidente, José María Álvarez-Pallete.
Algo más de cinco meses después, el actual presidente de Telefónica ha empezado a dar algunas respuestas a las preguntas que se planteaban tras el relevo en la principal teleco del país y lo ha hecho en el XXX Encuentro de Telecomunicaciones organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y la patronal Ametic, donde compartía mesa con la cúpula de sus competidores, Vodafone y Orange.
¿Qué pasará con O2?
Cuando sucedió el relevo en la cúpula de Telefónica, en marzo de este año, el regulador comunitario todavía no se había pronunciado sobre la compra de O2 por Hutchison, aunque ya había voces que apuntaban problemas en la compra. Bruselas paralizó la venta en mayo porque con esta operación se reduciría el mercado de telefonía de Reino Unido a tres grandes operadores, lo que perjudicaría a los usuarios. Este movimiento complicaba el camino de Telefónica para reducir su abultada deuda.
A este intento fallido de venta se sumó a finales de junio la victoria del sí en el referéndum del Brexit británico. La decisión complicaba la venta de esta filial al generar una mayor incertidumbre en el mercado. Finalmente, Telefónica ha dicho que se va a quedar con el “control empresarial” de la compañía en un cambio de estrategia frente a la decisión inicial de venderla entera al grupo de Hong Kong. La teleco aún estudia vender parte de la filial bien con una salida a bolsa o con la venta directa.
La salida a bolsa de Telxius
En febrero de este año, Telefónica creó una nueva filial dentro de la que se agrupaban diversos activos de infraestructura: 16.000 torres de telefonía en España, Alemania, Brasil, Perú y Chile, junto con las infraestructuras de cable de la compañía, incluyendo la parte de cable submarino. Entre otros activos tiene el cable Marea que une Estados Unidos con España impulsado por Microsoft y Facebook.
Telefónica ha comunicado ahora a la CNMV que espera que la compañía salga al mercado en el segundo semestre de este año en una oferta para inversores cualificados. Entre las condiciones anunciados por la operadora también se apunta que Telefónica prevé “conservar su condición de accionista mayoritario de Telxius” tras la oferta.
La cuarta plataforma
Las grandes operadores han hecho un frente común contra las grandes empresas digitales, conocidas en la jerga del sector como OTT y entre las que se encuentran nombres habituales como Google, Facebook o Whatsapp. Ahora, Telefónica abre un nuevo frente en este terreno. La operadora quiere dar un paso más hacia el tema de los datos y plantea crear una cuarta plataforma (que se uniría a las tres ya existentes de redes, sistemas y servicios) y a través de la cual sus clientes puedan consultar los datos que Telefónica tiene sobre ellos para que puedan decidir qué hacer con ellos.
El dividendo
Otro de los melones que se abrió cuando se produjo el relevo era qué iba a pasar con el dividendo de la compañía. Algunos expertos han mostrado sus dudas de que la compañía pueda mantener su política de dividendo. Telefónica ya suspendió su dividendo en 2012. En aquel momento la compañía aseguró que era una decisión “temporal y excepcional”. Tras lo cual lo retomó en 2013.
Álvarez-Pallete ha apuntado que el grupo tiene la intención de mantener la política de dividendo actual en el futuro, según dijo en un encuentro con los medios. El presidente de Telefónica explicó que este esfuerzo financiero es sostenible en el tiempo y compatible con un progresivo desendeudamiento.
Actualmente, la compañía ofrece una retribución al accionista de 0,75 euros por acción en forma de scrip dividend, por lo que una parte se paga en acciones. De esta forma, Álvarez-Pallete estimó que el pago de esta retribución ascendería a 3.800 millones de euros, de los que alrededor de 2.800 millones sería en efectivo y el resto en acciones.