Madrid, 28 ene (EFECOM).- El comisario europeo de Empleo, el húngaro Laszlo Andor, ha reclamado hoy “rapidez” para impedir que algunos países sigan como “rehenes” de la crisis, y ha alertado del riesgo de polarización entre los socios europeos que gozan de crecimiento y aquellos que sufren recesión y paro de larga duración.
“No podemos permitir que la parte más baja de la sociedad pague por los fallos de los que están en la cumbre de la pirámide económica”, ha asegurado en la conferencia de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) que se celebra hoy en Madrid con motivo de su 40 aniversario.
A su juicio, la crisis económica no es resultado de un desastre natural sino del “error” a la hora de gestionar las finanzas, la “ignorancia” sobre la burbuja financiera, la “situación desastrosa del sistema bancario” y la posterior falta de decisión para revertir esta situación.
Para Andor, “necesitamos actuar con rapidez pero muchos son lentos a la hora de entender que el fracaso en un país genera un problema sistémico”, e incluso “algunos permiten que se tome como rehenes a países de la UE”.
El comisario ha opinado que “Europa está pagando por esta crisis un precio demasiado alto”, y es necesario, en la segunda recesión que se está viviendo en algunos países europeos, “avanzar hacia normativas y objetivos comunes con cuentas fiscales y corrientes comunes”.
Se ha referido a la preocupación por el desempleo juvenil expresada en Davos por la canciller alemana, Angela Merkel, que habló en concreto del caso de España, y ha advertido de que las medidas en este sentido deben apoyarse dentro del presupuesto plurianual que debe ser aprobado en Bruselas.
En concreto, ha abogado por “hacer sacrificios en pro del beneficio a largo plazo” y por avanzar hacia una coordinación fiscal “mucho más estrecha”.
A su entender, la UE se ha construido sobre la soberanía fiscal pero es necesaria además una solidaridad fiscal, y acabar con el vínculo negativo entre la deuda bancaria y la deuda soberana, además de estabilizar los mercados financieros y acabar con los “ataques” a algunos países.
Los objetivos fiscales, ha añadido, deben estar reconciliados con el empleo, “y entender cuáles son los costes de la disciplina fiscal”.
En este sentido, ha defendido la necesidad de “explotar la participación de agentes sociales” y “fortalecer el diálogo” social.
Por parte de la patronal europea, el director general de Business Europe, Markus Beyrer, ha asegurado que “el modelo social europeo no se ha tirado por la borda” y los empleadores europeos están “comprometidos” con él.
Pero al mismo tiempo ha pedido a los sindicatos presentes “luchar hombro con hombro para ganar competitividad y reindustrializar el continente”, en un año, el presente, que a su juicio será “decisivo” en esta tarea.