Semana santa, buen tiempo, verano y el mercado de trabajo resurgió. Los números de la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre del año publicados este jueves muestran una reducción muy alta del número de parados y un aumento fulgurante del empleo. Entre abril y junio, el número de personas en paro bajó en 340.700 personas y el número de ocupados creció en 375.000, unos datos insólitos durante la crisis.
Más allá de los abultados datos trimestrales, esta Encuesta de Población Activa supone dos hitos. Por un lado, es la primera vez desde 2008 que el número de personas en paro (medidas en EPA) baja de los cuatro millones. Por otro, la tasa de paro, que se sitúa en el 17,2%, no bajaba hasta ese nivel desde 2009. Es decir, han hecho falta ocho años de crisis para que las cotas de paro vuelvan al principio, a 2009, al año en el que España certificó su entrada en una recesión que ha dejado un mercado laboral maltrecho.
2008 acabó con algo más de tres millones de parados, según la EPA. A partir de ahí los récords negativos se sucedieron, hasta tocar el techo en 2013, con 6.278.200 personas en paro y una tasa de casi el 27%. Casi nueve años después aún quedan 3.914.300 desempleados. En términos de empleo, el balance aún es más duro: hoy hay casi dos millones de personas menos trabajando que a mediados de 2008.
De vuelta al segundo trimestre de este año, fueron los servicios los que tiraron del empleo. Las actividades relacionadas con el turismo, la hostelería o el comercio fueron las responsables de la mayor parte de los nuevos puestos de trabajo. Los datos de ocupación muestran la todavía debilidad del empleo público, que solo ganó 29.900 puestos de trabajo.
Los nuevos ocupados tienen, sobre todo, contratos temporales: de los 349.500 nuevos asalariados, 255.900 tuvieron un contrato eventual. El grueso de los nuevos puestos de trabajo fueron a tiempo completo. El empleo parcial perdió 4.200 ocupados.
La evolución, tanto del paro como del empleo, ha favorecido más a los hombres: 208.400 ocupados más frente a 166.700 ocupadas más; y 189.200 desempleados menos frente a una reducción de 151.500 paradas.
La población activa (los mayores de 16 años en disposición de trabajar y en búsqueda de un empleo) creció en el segundo trimestre del año en 34.300 personas. A pesar de este ligero aumento, la población activa lleva varios trimestres encadenando bajadas con leves repuntes y está ahora en uno de los niveles más bajos de toda la crisis.