La portada de mañana
Acceder
El jefe de la Casa Real incentiva un nuevo perfil político de Felipe VI
Así queda el paquete fiscal: impuesto a la banca y prórroga a las energéticas
OPINIÓN | 'Siria ha dado a Netanyahu su imagen de victoria', por Aluf Benn

Ayuso y su doble vara de medir el empleo: presume de “salvar” a miles de trabajadores e ignora el aumento del paro

Isabel Díaz Ayuso dice en campaña que sus políticas en Madrid “han salvado 300.000 empleos”, aunque en su equipo no explican de dónde sale este cálculo. Tampoco el de creación de “110.000 empleos en los últimos meses” que también se ha adjudicado la presidenta madrileña. En cambio, de las 77.870 personas paradas más que hay en la Comunidad de Madrid en el último año no asume autoría alguna. Parece que ni siquiera le suenan porque en el debate de candidatos a presidir la región los negó con rotundidad. “Está mintiendo”, respondió la candidata del PP a Mónica García, la cabeza de lista de Más Madrid, cuando esta le recriminó el gran aumento de paro en la Comunidad en el último año, que duplica la subida nacional.

El dato que subrayó Mónica García es cierto. Se trata del aumento del número de parados en la Comunidad de Madrid, de un 21,4% en el último año, según las últimas cifras de personas desempleadas apuntadas al servicio público de empleo (SEPE). García afeó al gran aumento de la región, que casi duplica el de la media nacional, de un 11,3%.

“Es que eso es mentira. ¿Qué fuente es esa?”, saltó en contra la presidenta madrileña y candidata del PP. “¿Del Ministerio de Podemos y de Más Madrid?”, añadió. El dato es oficial, del SEPE, que facilita cada mes el Ministerio de Trabajo. Como se puede ver en el siguiente gráfico, quitando las islas, muy afectadas en el empleo por su elevada dependencia del turismo, la Comunidad de Madrid es la región con un mayor aumento del paro respecto al año pasado.

Datos positivos sin fuente alguna

Isabel Díaz Ayuso intenta pasar por alto las cifras de paro pese a que ha hecho de los datos de empleo en Madrid uno de sus emblemas de la campaña electoral. La candidata del PP defiende en sus actos electorales el empleo en la región en los últimos meses, que adjudica a “sus políticas”, tras el batacazo del empleo del inicio de la pandemia, del que responsabiliza al Gobierno central por el confinamiento para frenar la pandemia.

Sin embargo, y pese a la encendida crítica de Ayuso a Mónica García por no argumentar la fuente de los datos de paro, las cifras positivas que repite Ayuso en los últimos días son una gran incógnita. No van acompañadas de ninguna fuente ni explicación, por lo que desconocemos de dónde los saca el PP. Los datos de afiliación de la Seguridad Social, que muestran la evolución de los trabajadores dados de alta, no coinciden al menos con sus cifras.

Por ejemplo, la presidenta de la Comunidad de Madrid presume de que “sus políticas” con menores restricciones en “la cultura, la hostería y el comercio” han evitado “la pérdida de 300.000 empleos” y de que han creado “110.000 empleos en los últimos meses”. elDiario.es ha preguntado al PP por la fuente de este dato, pero no ha obtenido respuesta.

Como se puede ver en el siguiente gráfico, el empleo sufrió un fortísimo desplome en el mes de marzo en todas las regiones, cuando se disparó la primera ola de coronavirus y el Gobierno ordenó el primer estado de alarma y el confinamiento domiciliario. En dos semanas, se destruyeron 900.000 empleos. El primer estado de alarma se alargó hasta junio y a partir de ahí España ha pasado la segunda, la tercera y la cuarta ola sin volver a ordenar el confinamiento generalizado de la población en los hogares. En estos meses, España ha contado con restricciones de aforos y movimientos, con cierto margen de diferencia entre las Comunidades, en función del criterio de los gobiernos autonómicos.

Pese al discurso triunfalista de Ayuso, en esta segunda etapa de la pandemia –con mayor actividad económica pese a las nuevas olas del virus– el empleo ha aguantado mejor en líneas generales en el conjunto de Comunidades. El gráfico anterior muestra la evolución del empleo en cada región respecto a la afiliación que tenía cada Comunidad el año anterior, para poder comparar periodos equiparables. Madrid no sobresale en positivo, sino que está dentro de lo que se está viviendo en otros territorios. Sí destacan, para mal, Canarias y Baleares, muy afectadas por su dependencia del turismo.

Ayuso no crea ni destruye empleo: su margen de acción es limitado

La bandera del empleo que está enarbolando Isabel Díaz Ayuso en campaña es habitual como recurso electoral, entre diferentes partidos políticos, pero bastante poco rigurosa. “Cuando un gobierno promete o se pone la medalla de crear empleos hay que agarrarlo con pinzas, porque el único empleo que pueden crear directamente es el público. El privado depende de demasiados factores como para poder atribuirlo directamente a la acción de un gobierno, y más aún si hablamos de un gobierno regional que no tiene competencias regulatorias en el tema”, advierte Ángel Talavera, economista jefe para Europa de Oxford Economics.

Es decir, tan cuestionable es que Ayuso se atribuya los datos positivos de empleo (más allá de su discutible veracidad) como que se la señale como principal responsable de los datos negativos. En cuanto al empleo público autonómico, que se ha tenido que reforzar en la pandemia para atender la crisis, por ejemplo en la Educación y la Sanidad, en la Comunidad de Madrid ha aumentado en el último año en un 8,8%. Diez Comunidades han aumentado más el personal público autonómico en este último año que Madrid, con Murcia a la cabeza (+13%). La media nacional es del 9,7%, según los últimos datos de afiliación de la Seguridad Social.

“Evidentemente, los puestos de trabajo no los crean los gobiernos, aunque con sus leyes y regulación pueden favorecerlo o entorpecerlo”, coincide José Ignacio Conde-Ruiz, catedrático de Análisis Económico en la Universidad Complutense de Madrid y subdirector de FEDEA. El economista recuerda que “prácticamente toda la legislación laboral es nacional” y, además, en este caso los ERTE –que son la medida estrella para frenar la destrucción de empleo por la pandemia– también lo son, así como las prestaciones de cese de actividad de los autónomos. Sin embargo, destaca el economista de Fedea las CCAA han tenido cierto “margen de actuación en la pandemia en cuanto a las medidas de limitación frente al virus”.

“En la situación excepcional donde nos encontramos, donde las Comunidades tienen la potestad de restringir la actividad económica en mayor o menor medida, es cierto que la política regional va a tener un impacto mucho más directo que lo normal”, reconoce también Ángel Talavera, que subraya no obstante que “es muy difícil atribuir causalidad en el empleo”, ya que depende de numerosas variables.

Un dato que subraya el gobierno del PP es el empleo en la hostelería, que es cierto que se ha resentido menos que en la mayoría de Comunidades, como se puede observar en el siguiente gráfico. Muestra la variación interanual de la afiliación en cada región, con los últimos datos de afiliación. Se puede observar que la Comunidad de Madrid es de los territorios donde menos ha bajado el número de trabajadores respecto el año pasado, pero también destaca Euskadi, por ejemplo, con mayores restricciones a la hostelería que Madrid.

La imposición de menos restricciones a actividades como la hostelería en Madrid efectivamente puede tener efectos en el empleo, considera Olga Cantó, catedrática de Economía y profesora en la Universidad de Alcalá. “Si no cierras los bares, los contratos se mantienen. Al contrario, muchos finalizan”, resume. No obstante, Cantó llama la atención sobre esa enorme fluctuación en el empleo, de numerosas bajas y altas en momentos de crisis o incertidumbre, ya que lo que evidencia es la precariedad del mercado de trabajo y la gran temporalidad existente.

Con el ejemplo de la hostelería y la pandemia, la rescisión o la firma de miles de contratos en función de cierres o aperturas, de 'picos' como la Semana Santa, etc. “En realidad, lo razonable, es tener un mercado de trabajo de más calidad que no sufra tanto los vaivenes del ciclo”, afirma la economista.

Por último, dada la emergencia sanitaria actual que ya ha dejado 77.496 muertes en España, el economista jefe para Europa de Oxford Economics llama a no descuidar otra derivada: el criterio sanitario. Aunque existan datos positivos de empleo justificados por una mayor actividad en ciertos sectores, “la cuestión sería ver el coste en términos de salud de esa política mucho más laxa”, destaca Ángel Talavera.