El Banco de España calcula que el Plan de Recuperación tendrá un impacto directo sobre el nivel del PIB (Productor Interior Bruto) de un 1,15% en promedio anual en el próximo lustro, que podría elevarse a un 1,75% al tener en cuenta los “efectos de arrastre” entre sectores. El Gobierno viene defendiendo que, en total, los fondos europeos sumarán tres puntos a la actividad económica en España hasta 2031, a un ritmo de más de dos puntos por ejercicio de media.
La institución que dirige el gobernador Pablo Hernández de Cos indica, en un informe publicado este lunes, que los efectos estimados son “heterogéneos” entre ramas de actividad, y destaca que los sectores más beneficiados por los fondos europeos serán los vinculados al proceso de digitalización (información y comunicación o servicios profesionales y técnicos), así como el sector de la construcción, debido a las inversiones en infraestructuras relacionadas con el proceso de transición ecológica.
“En todo caso, los efectos estimados descansan sobre el supuesto de plena disponibilidad y movilidad de recursos entre los diferentes sectores”, precisa el Banco de España. Recientemente, el Gobierno explicó que el impacto en 2022 en el crecimiento económico, del 5,5%, habría sido de algo más de un punto porcentual.
Además, el informe añade que “una vez que se consideran los efectos indirectos a través de las relaciones cliente-proveedor, la mayoría de los sectores ven incrementados significativamente sus niveles de valor añadido bruto”.
En particular, señala sectores como los servicios profesionales y de actividades administrativas como los más beneficiados a través de este canal, debido a los “efectos de arrastre positivos” derivados de la expansión en la rama de información y comunicación.
Para otras industrias, como las manufacturas o la construcción, el principal responsable de estos efectos indirectos es el aumento de la productividad del sector del transporte.
Menos impacto por falta de mano de obra cualificada
Sin embargo, el Banco de España advierte de que la presencia de “rigideces” en los mercados de productos y de trabajo podría limitar la necesaria reasignación de recursos entre empresas y sectores y, por tanto, “aminorar de forma significativa el impacto agregado”.
Por ejemplo, la escasez de trabajadores cualificados en determinados sectores podría reducir en aproximadamente un 25% el impacto estimado, desde el 1,75% hasta el 1,3% del PIB en promedio anual.
Por último, la institución afirma que las cifras presentadas en este artículo no permiten cuantificar el impacto de las reformas estructurales contempladas en el Plan de Recuperación, pero indica que su papel es “fundamental” dada la condicionalidad de los desembolsos de los fondos al cumplimiento de esta agenda de reformas e hitos establecidos. “Dicha cuantificación representa una línea de trabajo prioritaria para el Banco de España”, subraya.
A finales de 2022, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, presentó las principales características del proyecto de la adenda al Plan de Recuperación. “Se trata de la segunda fase para el despliegue total de los fondos europeos que le corresponden a España”, defendió. En total, 160.000 millones, que “aumentarán el nivel del PIB (Producto Interior Bruto) en hasta tres puntos porcentuales hasta 2031”.
Esta adenda está pendiente de aprobación por la Comisión Europea y también está previsto que el Gobierno pida el tercer desembolso de este Plan de Recuperación en próximas semanas. La próxima, el Ejecutivo espera la visita de la comisión de control presupuestario del Parlamento Europeo, que llega en busca de información sobre los principales proyectos financiados por el dinero comunitario.