Al Gobierno no le ha sentado nada bien que la CEOE haya respaldado el informe del Consejo Económico y Social (CES) que critica con dureza su reforma de las pensiones. Tanto es así que la ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha llamado el viernes al presidente de la patronal, Juan Rosell, para pedirle explicaciones por su apoyo al documento, según aseguran fuentes de la patronal.
Un portavoz del Ministerio de Empleo no ha confirmado este extremo y ha recordado que la ministra se encuentra esta mañana en el Consejo de Ministros, que precisamente hoy enviará el anteproyecto de ley a las Cortes para su tramitación parlamentaria. El dictamen del CES, que es preceptivo pero no vinculante, se aprobó ayer por 43 votos a favor, 8 en contra y 3 abstenciones.
El CES está formado por miembros de los sindicatos, la patronal, la economía social y varios expertos nombrados por el Gobierno. Y el acuerdo que parecía imposible se produjo: patronal y sindicatos se aliaron para aprobar un texto en el que no solo son críticos con la reforma, sino que piden al Gobierno que reconsidere su aplicación tal y como la contempla actualmente. Ya en la comisión de empleo del organismo, el texto fue respaldado mayoritariamente, algo que volvió a repetirse en la votación final en el pleno.
El propio presidente del CES, Marcos Peña, se mostró ayer satisfecho por lo que calificó de “consenso impensable”. Peña confió en que este documento ayudara “a limar asperezas” y a mejorar el proyeto de ley durante su trámite parlamentario.
Uno de los vicepresidentes de la patronal, Javier Ferrer, explicó el apoyo de la patronal diciendo que el texto menciona que existen "otras posibilidades" a la reforma de las pensiones planteada y que “es importante mantener la capacidad de compra de los pensionistas, pero cuando se pueda”. Eldiario.es ha intentado hoy contactar sin éxito con un portavoz de CEOE.
La posición de la patronal es ciertamente sorprendente. Durante semanas, varios altos cargos de la CEOE han reiterado públicamente la necesidad de desligar las pensiones del IPC y de acelerar la entrada en vigor del factor de sostenibilidad, precisamente las dos piezas sobre las que se sustenta la reforma del Gobierno y que ahora el Consejo Económico y Social cuestiona. De hecho, fuentes de CEOE aseguran que en la última junta directiva de la patronal se aprobó respaldar al Gobierno en su reforma y rechazar, por tanto, un informe de estas características en el CES.
En rueda de prensa, preguntada por el patente malestar del Gobierno con CEOE, la vicepresidenta económica, Soraya Sáenz de Santamaría, no ha disimulado su sorpresa por el cambio de postura de la patronal. Con todo, la vicepresidenta aseguró que estaba muy interesada en recibir las aportaciones que los empresarios tuvieran que hacer a la propuesta.
Fuentes conocedoras de la votación que se llevó a cabo ayer en el CES explicaron que los expertos del Gobierno presentaron hasta tres enmiendas similares para tratar de modificar una expresión en la que se criticaba la pérdida de poder adquisitivo que produciría en las pensiones el nuevo índice de revalorización que las aparta del IPC. Un miembro de la CEOE tomó entonces la palabra para defender la aprobación de alguna de estas enmiendas: sostuvo que ayudaría a aliviar las tensiones que había dentro del grupo patronal respecto al documento y facilitaría la votación. Finalmente, dos de las enmiendas se rechazaron pero una salió adelante.
La enmienda modifica una parte del texto en la que se aludía a la “pérdida de poder adquisitivo de las pensiones en contextos difíciles como el actual, que además no llegaría a recuperarse”. Finalmente, esa referencia incluye la expresión “en principio” y añade una frase en la que el CES considera que deben tenerse en cuenta medidas complementarias que permitan recuperar la pérdida de poder adquisitivo de las pensiones “cuando las circunstancias lo permitan, en el medio y largo plazo”.