Barcelona tiene ya todo a punto para recibir un nuevo Congreso Mundial de Móviles (Mobile World Congress, MWC), el mayor evento del mundo dedicado a la telefonía móvil, que en su undécima edición en la ciudad condal prevé reunir a 95.000 asistentes y generar un impacto económico de 460 millones de euros.
Hoteles, restaurantes, comercios, locales de ocio, taxistas y empresas de transporte, entre otras, adaptarán sus servicios e instalaciones para dar respuesta a los cerca de 100.000 congresistas, buena parte de ellos ejecutivos, que se desplazarán a Barcelona para participar en un congreso que bate récords año tras año.
Aunque el MWC se celebrará del 22 al 25 de febrero en el recinto de Fira Gran Vía, en L'Hospitalet de Llobregat, muchos de estos asistentes llegarán a Barcelona este fin de semana, cuando está previsto que algunas de las principales empresas expositoras, como Samsung, Nokia, Huawei o ZTE, anuncien como antesala del Mobile algunas de sus novedades mundiales.
Hoteles y apartamentos turísticos de Barcelona alcanzarán la plena ocupación durante la celebración de este salón, aunque la demanda de alojamiento es tan elevada que muchos congresistas se han visto obligados a buscar habitación con muchísima antelación e incluso en municipios alejados de la capital catalana, como Girona o la Costa Brava.
También los locales de restauración y ocio nocturno de Barcelona harán su particular agosto estos días de febrero gracias al Mobile, con el que prevén facturar 114 millones de euros y crear 5.000 empleos temporales.
En su conjunto, se estima que el MWC generará unos 13.000 empleos temporales, 4.000 de ellos en el propio recinto ferial durante los cuatro días que dura el salón, en el que se prevé que se consumirán 200.000 cafés y 45 toneladas de comida, según datos de la organización.
Y es que las cifras del Mobile son de vértigo y crecen en cada edición, como lo demuestra el hecho de que el evento prácticamente ha doblado su número de asistentes en la última década, al pasar de los 51.000 visitantes de 2006 a los más de 95.000 previstos para la edición de este año.
Desde que este congreso recaló en Barcelona, en el año 2006, el impacto económico total que ha generado en la ciudad y su área de influencia se cifra en casi 3.500 millones de euros, de los cuales 460 millones corresponden a la presente edición.
El principal inconveniente que vivirá el MWC este año será el de la movilidad en transporte público, ya que los trabajadores del Metro de Barcelona han convocado huelga para los días 22 y 24 de febrero, frente a lo que la Generalitat ha dictado unos servicios mínimos del 50 % en las horas punta de esos días.
Además, algunos sindicatos han convocado paros parciales en los Autobuses de Barcelona los días 23 y 25 de febrero en tres turnos: de 09.00 a 11.00 horas, de 19.30 a 21.30 horas y de 02.00 a 04.00 horas.
A ello hay que añadir los paros que también han convocado los sindicatos de Adif, la gestora de las infraestructuras ferroviarias, que pararán en toda la provincia de Barcelona los días 22, 23 y 25 de febrero, además del 4, 11 y 18 de marzo.
La asociación que organiza el Congreso Mundial de Móviles, GSMA, ha reiterado hoy su esperanza de que la huelga del Metro todavía se pueda desconvocar, aunque ha asegurado que ha elaborado un plan de contingencia con opciones de transporte alternativas para asegurar el éxito del encuentro.
Como en años anteriores, el rey Felipe VI presidirá el domingo 21 la cena oficial de bienvenida al Mobile World Congress 2016, ofrecida por GSMA y Barcelona World Capital en el Gran Teatre del Liceu, a la que asistirán también el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont; la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, o la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
Será la primera visita oficial del monarca a Cataluña en cuatro meses y el primer acto en el que coincidirá con el presidente Puigdemont desde que éste fue investido el 10 de enero.
El rey, sin embargo, no acudirá este año a la inauguración oficial del Mobile el lunes día 22, un acto que sí contará con la presidencia del presidente catalán; de Carme Forcadell; del ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria; de la alcaldesa Ada Colau y del vicepresidente Oriol Junqueras, entre otras autoridades.