El Banco Central Europeo (BCE) decidió este miércoles mantener los tipos de interés que cobra a los bancos por el exceso de sus reservas a un día en el 0,4% (facilidad marginal de depósito), donde seguirán hasta finales de 2019, una medida esperada por el sector bancario que había presionado al supervisor para que diera pasos que aliviara las tensiones provocadas por los intereses negativos.
“El sector bancario en Europa está superpoblado y es necesaria una consolidación”, ha declarado el banquero italiano durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, que decidió mantener sin cambios su política monetaria, así como sus directrices de futuro.
En este sentido, el presidente del BCE defendió que la sobrecapacidad de la banca europea no se refleja en la producción de crédito, sino en el número de personas y en los costes.
De este modo, Draghi apuntó que el problema de las entidades es cuestión de escala y capacidad para acometer las inversiones necesarias para seguir siendo competitivas, señalando el bajo nivel de digitalización.
En su comparecencia ante los medios de comunicación tras la reunión del Consejo de Gobierno, el banquero italiano se limitó a explicar que los detalles de las subastas de liquidez a largo plazo, conocidas como TLTRO III, serán desvelados en futuras reuniones, añadiendo que la institución requiere de más información antes de discutir la posibilidad de fijar tramos para hacer menos onerosos para la banca los tipos negativos de su facilidad de depósito.
En este sentido, el presidente del BCE se ha limitado a señalar que en la fijación de las condiciones de la nueva ronda de subastas se tendrán en cuenta el examen de transmisión a través del canal bancario de la política monetaria, así como la evolución de las perspectivas económicas, que serán actualizadas por el BCE en junio.
Por otro lado, Draghi indicó que en próximas reuniones la institución evaluará si con el fin de preservar los aspectos positivos de los tipos de interés negativos es necesario aplicar algún mecanismo para mitigar sus efectos colaterales.
“No ha sido una reunión operativa”, reconoció el presidente del BCE, añadiendo que el objetivo principal del encuentro “era reafirmar la disposición a actuar si la contingencia lo justificaba, por lo que no era una reunión operativa”.
De este modo, el banquero italiano ha reiterado el compromiso del Consejo del BCE para hacer uso “de todos sus instrumentos” con el fin de garantizar que la inflación progresa hacia su objetivo, subrayando que sigue siendo necesario un amplio grado de relajación monetaria para salvaguardar las condiciones favorables de financiación que apoyan la expansión económica.
El riesgo de una recesión en la UE “siguen siendo bajo”
En este sentido, Draghi ha afirmado que las posibilidades de una recesión en la eurozona “siguen siendo bajas”, mientras que en cuanto a la evolución de los precios ha apuntado que la tasa de inflación puede desviarse del objetivo, a la baja o al alza, siempre y cuando en el medio plazo converja hacia el mismo.
Tras la reunión de su Consejo de Gobierno, el BCE informó de que seguirá prestando a los bancos al 0% en las operaciones semanales de refinanciación y prestando a un día al 0,25% (facilidad marginal de crédito).
Después de haber pospuesto en marzo la primera subida desde 2011 por el debilitamiento económico, el BCE no ha tomado en esta reunión nuevas decisiones de política monetaria, como esperaban mercados y analistas.
El BCE reitera su orientación sobre los movimientos de las tasas de interés y afirmó que espera que “se mantengan en los niveles actuales al menos hasta el final de 2019”, como dijo en marzo.
También confirma que va a seguir reinvirtiendo el principal de los bonos adquiridos en el programa de compras de activos que vayan venciendo “durante un período prolongado tras la fecha en la que comience a subir los tipos de interés oficiales”.
El BCE insiste en que reinvertirá el principal de los bonos “durante el tiempo que sea necesario para mantener unas condiciones de liquidez favorables y un amplio grado de acomodación monetaria”.
El BCE decidió en marzo inyectar más liquidez a largo plazo a partir de septiembre para garantizar que las condiciones financieras son favorables. Draghi dijo a finales de marzo en una conferencia que el BCE estudia medidas para paliar los efectos colaterales de los tipos de interés negativos en la rentabilidad de los bancos.