Cuando Satoshi Nakamoto inventó la bitcoin, una moneda virtual, además de crear el concepto de criptomoneda, desarrolló una tecnología que ahora cautiva a la banca: la blockchain. Traducido literalmente como cadena de bloques, esta tecnología permite realizar transferencias de datos de manera más eficiente y descentralizada, con un sistema que hace que estos no se queden únicamente en un registro central, sino que se compartan entre las partes en tiempo real. En la práctica, esto representa un ahorro de costes.
La banca ha visto las ventajas de este sistema en su proceso de digitalización y está acelerando su proceso de adaptación a esta nueva tecnología. Un estudio de IBM asegura que el 15% de los bancos y el 14% de las entidades financieras prevé implementar soluciones y tecnologías blockchain en 2017 y que más del 65% de los bancos lo hará en los próximos tres ejercicios. Tratamos de desentrañar qué es esta tecnología y para qué sirve.
¿Qué es la blockchain?
blockchain“Es un libro contable compartido entre muchas personas, donde todas tienen una copia”, explica Alberto Gómez, fundador de NevTrace, un laboratorio de ideas relacionado con blockchain. Así, la cadena de bloques recibe este nombre porque toda la base de datos está distribuida entre diferentes participantes, está protegida criptográficamente y organizada en bloques de transacciones de relacionados entre sí matemáticamente. Si hay un cambio en uno de los registros, este aparece en el resto.
“Hoy es todavía incierto el origen de esta tecnología”, explica Luis Sabarich, portavoz del área de blockchain de IBM. Sabarich apunta que esta tecnología se basa en métodos de encriptación que crean un sistema con el que es posible transmitir información de forma descentralizada donde solo el emisor y el receptor conocen la existencia de la transacción entre ellos. A la vez, todo el mundo puede ver que esa transacción se ha producido. Cada transacción “es única, irrepetible, inmutable”, apunta. Si se desea, se puede mantener la identidad de las partes involucradas en el anonimato.
¿Cuáles son las ventajas?
“Esta tecnología presenta novedades que pueden permitir cambios importantes en la relación digital entre personas y entidades”, dice Sabarich. Las aplicaciones van más allá de la bitcoin, con aplicaciones para la banca, el sector sanitario o la energía. Las finanzas son el caso más claro porque la banca ya está desarrollando proyectos propios de creación de criptomonedas o nuevos sistemas de transferencias o de pago en tiempo real. En el caso del sector sanitario, este sistema puede servir para la gestión de los historiales médicos. En la energía puede utilizarse para comprar energía a un productor.
¿Por qué le interesa a la banca?
Como explicaba en una entrevista en enero pasado Macarena Peña, directora de desarrollo de negocio de BBVA, “uno de los primeros impactos más inmediatos sería la reducción de costes. Actualmente cada banco tiene desplegados una serie de servidores, donde la información que reside en ellos se duplica con la de otros muchos bancos e instituciones. Para actualizar la información de una base de un banco con la de otro, utilizamos procesos de mensajería”.
“Simplemente, con que muchos de los bancos compartieran un libro de registro con esa información duplicada, se conseguirían considerables ahorros, así como agilidad en algunos de los procesos que ahora requieren validación”, añadía.
Alberto Gómez explica que una de las aplicaciones podría ser la realización de transferencias internacionales. “Ahora mismo si vas a realizar una transferencia internacional puede que no sepas lo que te va a costar porque no hay ningún acuerdo directo con la entidad de recepción”, explica. Así, cuando el cliente pide transferir dinero de una caja rural a un banco estadounidense se abre un proceso de negociación entre varias entidades hasta que finalmente se llega a un acuerdo de precio. Con la blockchain, la transferencia se realizaría directamente, señala.
¿Qué proyectos concretos existen?
En agosto, Santander anunció su alianza con UBS, BNYMellon, Deutsche Bank, el operador de mercado ICAP y la start up Clearmatics para desarrollar un sistema de pago blockchain. Este sistema busca crear una criptomoneda propia que utilizarían para realizar sus operaciones entre ellas. Este acuerdo tuvo una importante repercusión por el tamaño de los bancos, pero ha habido proyectos anteriores. Por ejemplo, el consorcio R3, bajo el que se agrupan unas 70 entidades y organismos financieros que están investigando sobre este tema.
Entre las españolas, BBVA o Bankinter son algunas de las que están desarrollando proyectos para la implantación de esta tecnología. En el terreno internacional, Microsoft y Bank of America llegaron a un acuerdo de colaboración para desarrollar esta tecnología con el objetivo de impulsar la transformación de las transacciones financieras.
¿Cuándo se convertirá esto en una realidad?
Los expertos señalan que la tecnología todavía está en una primera fase de desarollo. Además de la evolución tecnológica es necesaria una evolución normativa para que el uso de este sistema encuentre un marco donde se desarrollen las obligaciones y los derechos de usuarios y empresas. De hecho, uno de los problemas de la bitcoin ha sido que se la relaciona con pagos en la Internet profunda de actividades ilegales o el blanqueo de capitales.
¿Cómo ven los usuarios finales la blockchain?
blockchainLa blockchain no es algo visible para el usuario final, sino que es la tecnología que se encuentra debajo de la aplicaciones que este utilice. “El cliente final, sobre todo, percibirá un incremento del nivel del servicio aunque para ello quizás deba hacer algún esfuerzo de adaptación”, apunta Sabarich.