El Gobierno insiste en bonificar contratos a pesar de su poca eficacia
Contratar a un menor de 25 años es desde el viernes más barato. Y lo es porque el Gobierno aprobó una nueva bonificación a la contratación (una tarifa plana de 300 euros mensuales durante medio año para los contratos indefinidos), una medida cuyos efectos son muy cuestionados por los expertos, pero en la que el Ejecutivo ha insistido desde la aprobación de la reforma laboral.
En los dos últimos años, el Ministerio de Empleo ha aprobado al menos siete medidas diferentes que implican algún tipo de reducción o bonificación de las cotizaciones a la Seguridad Social y que, sumadas a otras, suponen unos veinte supuestos en los que las empresas no tienen que pagar la cuota completa del trabajador.
Para la economista y profesora de la Universidad de Alcalá, Inmaculada Cebrián, experta en bonificaciones, hay un gran consenso sobre su ineficacia. “Pueden funcionar si van dirigidas a un colectivo muy concreto, pero en este caso se pierden en un mar de bonificaciones y se corre el riesgo de que no sirvan para nada. El problema es que no se crea empleo y aún menos empleo estable, porque está ligado a sectores estacionales, así que quien contrata lo hace porque lo necesita y si de paso hay una bonificación pues se beneficia”, dice.
Cebrián se queja de la falta de datos detallados que permitan evaluar la eficacia de bonificaciones aprobadas con anterioridad, como las ligadas al contrato de emprendedores. Las cifras que existen sí permiten sostener que la mayoría de empresas prefiere no acogerse a estas ayudas, que implican cumplir con ciertos requisitos. En el caso del contrato de emprendedores (con un año de prueba gratis), el 60% de las empresas que hicieron uno no se benefició de la bonificación asociada. “Eso es porque entienden que hay una ventaja mayor, que es poder despedir gratis durante un año y priman eso frente a una bonificación”, explica la economista.
En el caso de la última bonificación aprobada, los requisitos son aún más laxos: basta con que las empresas no hayan despedido de forma improcedente en el mes anterior a solicitarla y, aunque el contrato que hagan tiene que ser indefinido, solo tienen que mantenerlo durante seis meses para poder cobrar la ayuda. Pueden, además, acumularla a otras bonificaciones ya existentes, como la que precisamente funciona para el contrato de emprendedores. El economista Ignacio Pérez Infante alerta sobre el peligro del efecto sustitución, es decir, que las empresas contraten a un joven y lo sustituyan por otro a los seis meses sin coste de indemnización alguno y con una Seguridad Social muy barata.
“Es un despilfarro de recursos, los jóvenes necesitan otra cosa, una verdadera integración laboral. Tampoco es bueno que se generalice a todos los jóvenes lo mismo, sin tener en cuenta que hay algunos sobrecualificados y otros que apenas acabaron la educación secundaria porque la abandonaron para trabajar”, señala Pérez Infante, para el que el programa de Garantía Juvenil es insuficiente y no garantiza una atención especializada y personalizada.
También Inmaculada Cebrián cree que esta bonificación nace sin el acompañamiento necesario: “¿Se están poniendo los recursos necesarios en los servicios de empleo para acompañar a los jóvenes en la búsqueda de empleo, hacerles seguimiento, encauzarlos hacia sectores de futuro, para activarlos? Se están tomando muchas medidas cortoplacistas para poder ofrecer una mejora del dato de paro juvenil a final de año” .
Merma de las arcas de la Seguridad Social
Además, las arcas de la Seguridad Social, que no pasan por su mejor momento, se resienten. En estos momentos funcionan algunas bonificaciones que pueden mermar de forma significativa los ingresos del sistema: las empresas que hagan un contrato indefinido solo tienen que pagar 100 euros mensuales de Seguridad Social durante dos años; los contratos a tiempo parcial de jóvenes menores de 30 con poca experiencia laboral o sin empleo anterior están bonificados al 100% en las empresas de menos de 250 trabajadores y al 75% en las de más de 250 empleados; los contratos de emprendedores a menores de 30 años o mayores de 45 están también fuertemente bonificados.
En el caso de la tarifa plana de 100 euros para contratos indefinidos ya hay 95.302 acogidos a la bonificación. De momento, la contratación estable sigue en márgenes similares a los que registraba antes de la puesta en marcha de esta medida.
El Gobierno ha aumentado, además, las ayudas a los contratos de prácticas y de formación. En el caso de los de formación, contarán con una reducción del 100% de las cotizaciones para las empresas de menos de 250 trabajadores y del 75% para las de 250 o más. Aumenta la bonificación por la actividad formativa que implica el contrato hasta el 50%. En el caso de los contratos de formación, a la reducción del 50% de las cotizaciones a la Seguridad Social, Empleo añade una bonificación del 50%. Es decir, el incentivo será del 100%, la cotización no supondrá prácticamente coste para la empresa en caso de trabajadores en prácticas. El Ministerio ya flexibilizó los requisitos para usar estos contratos, aumentando la edad hasta la que pueden ser formalizados y permitiendo que la formación asociada no tenga que ver con la ocupación desempeñada.