El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, afirmó hoy que se ha producido un cambio “muy drástico” y ahora “es un momento fantástico para España” porque “llega dinero de todas partes”.
Según explicó el banquero en rueda de prensa en Nueva York para presentar la marca Santander en Estados Unidos, la confianza en España ha aumentado de forma inimaginable los últimos seis meses y ahora muchos quieren invertir ya en el país.
“Todo el mundo tiene interés en invertir en España. Está llegándonos dinero a la bolsa, a la deuda, para hacer inversiones (...) No sabéis lo que es, es un cambio en seis meses”, insistió.
A modo de ejemplo, declaró que hace unos meses estuvo en China y a un cliente que no invertía en deuda pública española le dijo: “te equivocas, compra ya” y un día después le llamó para agradecerle el consejo e informarle de que “estaba comprando el doble de lo que le dije”.
La conclusión de Botín es que España vive “un momento fantástico” y buena parte de ese cambio se debe a la labor del actual Gobierno con reformas como la laboral y la financiera.
El banquero insistió en que todavía “hay que hacer mucho” para que se pueda reducir el alto índice de paro, si bien afirmó que la banca española, al menos en el caso del Santander, está “en mejores condiciones que nunca”.
En su opinión, la banca española está deseando prestar dinero pero agregó que es clave la demanda porque las entidades quieren financiar “a clientes buenos, no a insolventes” ya que “para eso ya prestamos bastante mal prestado hace años”.
Botín se mostró convencido también de que las entidades españolas pasarán las próximas pruebas de estrés “con matrícula”, aunque lamentó que todos los bancos europeos no se sometan al examen en igualdad de condiciones.
Aun así, reiteró que la banca española es “absolutamente sólida” porque el actual Gobierno y el Banco de España han tomado una serie de medidas que lo han permitido, y dijo que espera que en breve se reconozcan los activos fiscales que acumulan las entidades.
Los activos fiscales diferidos (DTA por sus siglas en inglés) son el resultado del anticipo del pago de impuestos por parte de los bancos por determinados gastos como las provisiones genéricas, que no pueden deducirse inmediatamente y que con la nueva regulación financiera, Basilea III, ya no contarán como capital.
La banca sostiene que esto les perjudica frente al resto de competidores europeos, y por ello pide desde hace meses una solución al respecto, que Botín admitió que está deseando que llegue.
Teniendo en cuenta también que Novagalicia y Catalunya Banc, las dos entidades pendientes de subasta, cuentan con importantes volúmenes de activos fiscales, Botín declaró que sería interesante aclararlo.
En cualquier caso, afirmó que hay otros puntos importantes como las preferentes, la liquidez, el saneamiento hecho o los volúmenes de deuda pública que atesoran estas entidades antes de tomar la decisión de pujar.
Sobre la posibilidad de presentar una oferta tanto por Novagalicia como por Catalunya Banc, dijo que “la estudiaremos” pero “con criterios Santander”, lo que significa, añadió, que el banco “pondrá un precio para el accionista que sea muy bueno”.