La imposición de tarifas comerciales que se produciría tras una salida no negociada de la Unión Europea (UE) puede elevar el precio de algunos alimentos en el Reino Unido en más de un 40 %, alertó este jueves el Consorcio de Minoristas Británicos (BRC, en inglés).
Si el Reino Unido rompe sus lazos con la UE el próximo 29 de marzo sin haber ratificado un acuerdo sobre los términos de esa salida, el país puede sufrir retrasos en las aduanas y escasez de alimentos frescos como carne, pescado, fruta y vegetales, según ese organismo.
La agrupación de minoristas subrayó que el 90 % de la lechuga, el 80 % de los tomates y el 70 % de la fruta que se comercializa en el Reino Unido se produce en el bloque comunitario o bien llega a las islas británicas a través de alguno de los 27 países miembros restantes.
Además de los nuevos aranceles, incrementarían el precio de los alimentos la previsible devaluación de la libra esterlina frente al euro y el coste asociado a nuevos controles aduaneros.
“Nuestras cadenas de suministro están profundamente integradas, con ingredientes alimentarios que proceden tanto de (la República de) Irlanda como del resto de la Unión Europea”, señaló a la agencia local PA el asesor de política internacional del BRC, William Bain.
“Nuestros miembros continúan trabajando duro para planear cualquier posible eventualidad, pero la incertidumbre actual está dañando a nuestra industria y tiene un impacto en nuestros consumidores”, agregó.
El grupo empresarial británico calcula que un “brexit” duro puede suponer tarifas de un 42 % a la importación de queso cheddar, un 40 % sobre la ternera, un 21 % a los tomates y un 15,5 % a las manzanas.
El Reino Unido romperá sus lazos con la UE el 29 de marzo de manera no negociada si antes no ha ratificado un tratado de salida o bien ha acordado con los socios restantes una extensión de ese plazo.