Europa puede con este invierno. Pero ya hay que prepararse para el siguiente. Es el mensaje de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien ha asegurado que la UE puede hacer frente a la primera temporada de frío tras la invasión rusa de Ucrania gracias a las reservas –lo que disparó el precio del gas en agosto–, pero que ya hay que mirar al próximo invierno. Para ello, Von der Leyen ha apostado por eficiencia, ahorro, compras conjuntas y despliegue de renovables. “Hemos trabajado duro para tener un invierno seguro”, ha dicho la alemana, “ahora nos centramos en preparar el 2023 y el próximo invierno”.
La presidenta de la Comisión Europea se ha reunido en Bruselas con Fatih Birol, director de la Agencia Internacional de Energía (AIE), quien también ha expresado su pesimismo sobre los suministros energéticos en el año 2023.
La presidenta de la Comisión Europea, además, ha afirmado que la revisión del actual Marco Financiero Plurianual –el presupuesto de la UE para 2021-2027–, prevista para 2023, puede desembocar en la creación de un nuevo fondo para afrontar la actual crisis, en la línea de los creados durante la pandemia –el SURE, de 100.000 millones, y el RRF, de 750.000 millones–.
Este martes, los ministros de Energía de la UE se reúnen de forma extraordinaria para intentar pactar el tope del precio del gas en el principal mercado europeo, el TTF holandés, mientras se crea un nuevo índice para la próxima primavera. España, junto con una mayoría de países de la UE, se plantó en el último Consejo de Energía de la UE ante la “tomadura de pelo” de la última propuesta de la Comisión Europea para aplicar un tope al precio del gas. Un instrumento que el propio Ejecutivo comunitario reconoce que nunca se habría aplicado en lo peor de la crisis de precios de agosto pasado. Un mecanismo, por tanto, de casi imposible aplicación, que se activaría cuando durante dos semanas se superara el precio de 275 euros en el TTF holandés y, al tiempo, la diferencia con el precio del gas natural licuado internacional superara los 58 euros.
Este lunes han empezado a circular otras propuestas, que rebajan los 275 hasta los 220; así como la diferencia con el gas licuado, hasta los 35 euros. Pero fuentes del Gobierno español afirman que las negociaciones siguen en marcha.
El director de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol, ha insistido este lunes en que 2023 será un año “muy difícil” para la UE en cuanto al aprovisionamiento de gas. “Ahora hace falta una acuerdo político. Espero realmente que podamos encontrar una solución en los próximos días”, ha dicho Von der Leyen. En 2023 la UE puede tener una brecha de 30.000 millones de metros cúbicos de gas (30 bcm).
El máximo responsable de la AIE señaló que los factores que hacen temer un 2023 más complicado en el aprovisionamiento de gas en la UE es la caída de las exportaciones rusas en torno a un 80%, la falta de capacidad adicional de exportación de gas natural licuado (GNL) de los países productores, que sólo podrán añadir 20 bcm, de los que China podría “comerse una buena porción” si su economía despega. A ello se suma un 2022 con temperaturas “inusualmente moderadas” hasta ahora.