Bruselas acusa a BMW, Daimler y el grupo Volkswagen de restringir la competencia en la tecnología de limpieza de emisiones

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

Bruselas acusa a BMW, Daimler y el grupo Volkswagen (Volkswagen, Audi, Porsche) de restringir la competencia en la tecnología de limpieza de emisiones. Según la Comisión Europea, estas marcas se confabularon para limitar el desarrollo de determinados sistemas de control de emisiones para los automóviles vendidos en los mercados europeos. Así, según su investigación, han violado las normas antimonopolio de la UE entre 2006 a 2014 por restringir la competencia en el desarrollo de tecnología para limpiar las emisiones de automóviles de gasolina y diésel.

En su acusación, la Comisión Europea señala que BMW, Daimler y VW participaron en una trama de colusión en contra de las normas de competencia de la UE para limitar el desarrollo de la tecnología de limpieza de emisiones para los nuevos vehículos de pasajeros con diesel y gasolina vendidos en el Espacio Económico Europeo (EEE). Esta colusión se produjo en el marco de las reuniones técnicas del llamado círculo de los cinco de los fabricantes de automóviles.

En particular, a la Comisión le preocupan las siguientes tecnologías:

Sistemas de reducción catalítica selectiva (SCR) para reducir las emisiones nocivas de óxidos de nitrógeno (NOx) de los automóviles diésel de pasajeros a través de la inyección de amoniaco (también llamada AdBlue) en la corriente de gases de escape. Según la Comisión, BMW, Daimler y VW coordinaron sus estrategias de dosificación de AdBlue, así como el tamaño y la recarga del tanque de AdBlue entre 2006 y 2014 con el resultado de que limitaron el consumo de AdBlue y la eficacia de la limpieza de los gases de escape.

Filtros de partículas Otto (OPF) para reducir las emisiones de partículas nocivas de los gases de los automóviles de pasajeros de gasolina con inyección directa. De acuerdo con la acusación de la Comisión, BMW, Daimler y VW se coordinaron para evitar, o al menos retrasar, la introducción de OPF en sus nuevos modelos de automóviles de pasajeros (inyección directa) de gasolina entre 2009 y 2014.

La Comisión entiende que el comportamiento de los fabricantes de automóviles tuvo como objetivo restringir la competencia en la innovación de estos dos sistemas de limpieza de emisiones y, al hacerlo, les negó a los consumidores la oportunidad de comprar automóviles menos contaminantes, a pesar de que la tecnología estaba disponible para los fabricantes.

Dicho comportamiento del mercado, si se confirma, aunque no implique fijación de precios o participación en el mercado, violaría las normas de competencia de la UE que prohíben los acuerdos de cárteles para limitar o controlar la producción, los mercados o el desarrollo técnico del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea.

Esta investigación se limita a una presunta violación de la ley de competencia. No se trata de posibles incumplimientos de la legislación ambiental. La investigación del cártel también es separada y distinta de otras investigaciones en curso, incluidas las realizadas por los fiscales y otras autoridades de los fabricantes de automóviles y el uso de dispositivos de derrota ilegales para engañar a las pruebas reglamentarias.

La comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, ha afirmado: “Las empresas pueden cooperar de muchas maneras para mejorar la calidad de sus productos. Sin embargo, las reglas de competencia de la UE no les permiten ponerse de acuerdo para hacer precisamente lo contrario: no mejorar sus productos, no competir en calidad. Nos preocupa que esto sea lo que sucedió en este caso y que Daimler, VW y BMW hayan infringido las normas de competencia de la UE. Como resultado, es posible que a los consumidores europeos se les haya negado la oportunidad de comprar automóviles con la mejor tecnología disponible. Tres fabricantes de automóviles ahora tienen la oportunidad de responder a nuestras conclusiones”.

En octubre de 2017, la Comisión llevó a cabo inspecciones en las instalaciones de BMW, Daimler, Volkswagen y Audi en Alemania como parte de sus investigaciones iniciales sobre la posible colusión entre fabricantes de automóviles en el desarrollo tecnológico de los turismos.

La investigación exhaustiva de la Comisión se centró en información que indicaba que estos fabricantes, conocidos como el círculo de los cinco, participaron en reuniones donde debatieron, entre otras cosas, el desarrollo y despliegue de tecnologías para limitar emisiones dañinas de escape de automóviles.

En particular, la Comisión ha evaluado si las empresas se confabularon para limitar el desarrollo y la implantación de determinados sistemas de control de emisiones para los automóviles vendidos en los mercados europeos.