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Bruselas aprecia subvenciones excesivas a las eléctricas españolas

EUROPA PRESS

BRUSELAS —

La Comisión Europea ha presentado este miércoles un informe preliminar sobre la investigación sectorial de las ayudas públicas que conceden España y otros diez países a las compañías eléctricas para garantizar la seguridad de suministro (los llamados 'mecanismos de capacidad'), en el que advierte de que existen “deficiencias significativas” en estos mecanismos.

Esos pagos por capacidad “pueden incrementar la seguridad del suministro de electricidad, pero muchos Estados miembros deben ser más rigurosos a la hora de evaluar si son necesarios y de diseñarlos para garantizar que estén bien orientados y sean más rentables”, según Bruselas.

La Comisión subraya que “mecanismos de capacidad innecesarios y mal concebidos pueden falsear la competencia, obstaculizar los flujos de electricidad transfronterizos y hacer que los consumidores paguen un precio excesivo por la electricidad”, por lo que pide a los Estados miembros, a las partes interesadas en el sector de la electricidad y a otras partes que presenten observaciones sobre sus conclusiones iniciales.

Bruselas ha encontrado que la mayoría de los países, incluyendo a España, tienen mecanismos en los cuales el precio que se paga por la capacidad eléctrica lo fija el Estado miembro o es negociado con el suministrador, en vez de ser establecido por el propio mercado. Esto, denuncia la Comisión, tiene el riesgo de favorecer los sobrepagos y, por tanto, de estar subvencionando a los suministradores de energía.

El estudio preliminar indica que muchos de los mecanismos de capacidad no permiten a los potenciales suministradores o tecnologías participar en el sistema, un hecho que Bruselas considera ineficiente y critica que puede limitar “innecesariamente” la competencia entre compañías eléctricas.

En el caso de España, subraya que “destaca actualmente como el país con el mayor número de mecanismos de capacidad”, con cuatro. Los más importantes son los pagos a determinadas centrales por estar disponibles, el mecanismo de interrumpibilidad (descuentos en la tarifa de la gran industria a cambio de permitir cortes de luz en caso de exceso de demanda) y las ayudas al carbón.

La investigación critica que las plantas eléctricas de otros Estados miembros “muy excepcionalmente” pueden participar en los mecanismos de capacidad nacionales. Sólo Bélgica, Alemania e Irlanda abren sus sistemas a “alguna forma” de participación directa, pero aún así existen restricciones.

La comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, ha remarcado que el estudio muestra que “hay mucho espacio para que los Estados miembros mejoren cómo evalúan si son necesarios los mecanismos de capacidad y cómo los diseñan”, a la vez que ha defendido que para que esto sea así “es necesario que estén abiertos y que tengan en cuenta la electricidad que se suministra a través de las fronteras de la UE”.

Más estudios

El Ejecutivo comunitario asegura que este estudio muestra que los 'mecanismos de capacidad' pueden incrementar la seguridad eléctrica pero también que muchos Estados miembros deben ser más “exhaustivos” en su evaluación para asegurar su efectividad y orientación.

La Comisión anunció en abril del año pasado una investigación sectorial sobre las ayudas nacionales que conceden España y otros diez países de la UE para garantizar el suministro eléctrico a través de los denominados 'mecanismos de capacidad', pagos que reciben determinadas centrales (sobre todo, los ciclos combinados de gas, pero también las de carbón, fuel y ciertas hidráulicas). El objetivo era verificar si favorecen a determinados productores o tipos de tecnología o si se establecen barreras que obstaculizan el flujo de electricidad entre los Estados miembros. El resto de países investigados son Francia, Alemania, Italia, Polonia, Bélgica, Croacia, Dinamarca, Irlanda, Portugal y Suecia.

El objetivo de la investigación es recabar información sobre estos mecanismos de capacidad para examinar, en particular, si garantizan un suministro seguro de electricidad sin distorsionar la competencia ni el comercio en el mercado único.

La Comisión ha recopilado información de un total de 120 participantes del mercado e instituciones públicas sobre mecanismos de capacidad pasados, actuales y planeados para el futuro de estos once países. Bruselas ha categorizado estos mecanismos de capacidad en seis principales tipos.

El más común según el Ejecutivo comunitario es lo que denomina una 'reserva estratégica', a través de la cual el Estado miembro paga a un planta eléctrica concreta para estar operativa en caso de necesidad. La investigación apunta que existe una tendencia “positiva” hacia mecanismos más abiertos e inclusivos.