Bruselas propone una alianza de materias primas con EEUU y otros socios para hacer frente a China

Irene Castro

Corresponsal en Bruselas —

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Bienvenidos a la competición de la tecnología verde, pero con respeto a las reglas del juego. Ese el mensaje que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Layen, está trasladando a raíz de los nervios que han emergido en el continente por la ley de Joe Biden para contener la inflación en EEUU que, para muchos socios europeos, supone un riesgo para la industria de los 27, especialmente de países como Alemania. La jefa del ejecutivo comunitario ha aprovechado su presencia en Davos para dar algunos detalles de la propuesta que Bruselas está esbozando para hacer frente a ese plan, pero sobre todo ha tendido la mano a los aliados para hacer frente al verdadero desafío: China. “Cuando el comercio no es justo, debemos responder con más firmeza”, ha expresado.

Von der Layen ha planteado una alianza que vaya desde EEUU hasta Ucrania para nutrirse de materias primas que ahora están bajo un “monopolio”. Así, ha recordado que la UE tiene un 98% de dependencia del litio chino. Por eso ha reconocido que Europa tiene que mejorar el procesamiento y reciclaje de las materias primas y, al mismo tiempo, trabajar con los socios comerciales para cooperar en el abastecimiento, el procesamiento y la producción.  “Para hacer esto, podemos crear un club de materias primas críticas trabajando con nuestros socios -desde EEUU hasta Urania- para colectivamente reforzar las cadenas de suministro y diversificarnos al margen de los proveedores únicos”, ha dicho Von der Layen.

Esa sería una de las patas sobre las que pivotaría la Ley de Cero Emisiones de la Industria que ha planteado en ese mismo discurso como marco legal para avanzar rápidamente y crear condiciones propicias para los sectores inmersos en ese proceso. “La nueva ley de Cero Emisiones de la industria identificará objetivos claros para la tecnología limpia europea para 2030. El objetivo será focalizar las inversiones en proyectos estratégicos que cubran toda la cadena de suministros”, ha explicado la jefa del gobierno comunitario, que ha asegurado que buscarán la fórmula para que los Proyectos Importantes de Interés Común Europeo relacionados con la tecnología limpia sean “más rápidos de procesar, más fáciles de financiar y más accesibles para las pequeñas empresas y para todos los estados miembros”.

Esa es la clave de la discusión que están manteniendo ahora los 27 sobre cómo encarar los planes de Biden. Unos países quieren inyectar fondos como sea mientras otros son reticentes a dar más ayudas por la fractura que puede provocar entre los estados miembros. Entre las medidas, puede haber desgravaciones fiscales o ayudas específicas para instalaciones de producción de tecnologías limpias.

La presidenta de la Comisión ha admitido que esa fórmula solo servirá para algunos estados -aunque no ha citado a ninguno en concreto en ese paquete están Alemania o Francia, que encabezan los proyectos de financiación de ese tipo- y por eso plantea un fondo soberano europeo en el medio plazo que, a su juicio, puede ser una solución estructural. La Comisión Europea está perfilando su plan con la pretensión de presentarlo el 1 de febrero y que los líderes lo analicen en la cumbre que tienen prevista la semana siguiente.

Von der Layen no ha hablado de cifras del plan que ha esbozado en Davos, pero el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, lo cuantificó en unos 350.000 millones de euros. El objetivo es salvar a la industria del plan proteccionista de Biden y de las amenazas de los competidores como China.

Reunión UE-EEUU sin avances

Tras el discurso de Von der Layen han mantenido un encuentro -que estaba ya previsto- el vicepresidente y comisario de Comercio, Valdis Dombrovskis, y la representante de ese área del Gobierno estadounidense, Katherine Tai. En él han constatado que sigue habiendo un choque importante respecto a la ley de reducción de la inflación de Biden por las consecuencias que puede tener para la industria europea.

“Quedan desafíos”, ha expresado Dombrosvskis sin poner paños calientes. Aunque ha reiterado que se han hecho algunos avances en las negociaciones, ha dejado claro que quedan importantes asuntos para profundizar en los equipos de trabajo. Por su parte, Tai se ha deshecho en halagos hacia la relación bilateral con la UE y los acuerdos “exitosos” de las últimas fechas, como el relacionado con el aluminio y el acero. “Todo esto me da a mi confianza para abordar las preocupaciones que los amigos europeos nos han expresado sobre el IRA”, ha dicho confiada en avanzar en la negociación: “El embajador de la UE en Washington es un buen amigo y me dijo que cuando EEUU y la UE trabajan juntos hacen historia y creo que eso es absolutamente verdad”.