Bruselas revisa a la baja el crecimiento económico de la UE y España será el país de los grandes con mayor impulso

Irene Castro

Corresponsal en Bruselas —
15 de noviembre de 2023 11:00 h

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El difícil contexto geopolítico hace mella en la economía europea. La prolongación de la guerra en Ucrania y el recrudecimiento del conflicto en Oriente Medio han vuelto a provocar una revisión a la baja del crecimiento económico por parte de la Comisión Europea. La UE sólo aumentará su PIB en un 0,6% este año, dos décimas menos de lo pronosticado en las previsiones de verano. Bruselas también revisa a la baja las previsiones para 2024 (1,3%), pero la economía europea resiste el embate y sortea la recesión. De hecho, se espera un ligero repunte al 1,7% en 2025. En el caso de España, es el país de los grandes con un mayor impulso: se espera un crecimiento del 2,4% este año -dos décimas más de lo pronosticado en verano-, pero la revisión es a la baja en el caso del próximo año (1,7%) y menos optimista que el del Gobierno, que lo sitúa en el 2%.

“Después de la robusta expansión post-pandémica en 2021 y 2022, la economía europea ha perdido impulso”, señala la Comisión Europea en el informe de las previsiones económicas de otoño en el que atribuye esa situación al “elevado coste de la vida, la debilidad de la demanda exterior y el endurecimiento de la política monetaria” con la subida de los tipos de interés. Una decena de estados miembros, entre ellos Alemania (-0,3%), tendrán contracción de sus economías este año.

“La incertidumbre y los riesgos a la baja para las perspectivas económicas han aumentado en los últimos meses en medio de la prolongada guerra de agresión de Rusia contra Ucrania y el conflicto en Oriente Medio”, explican los técnicos comunitarios, que advierten de que el impacto de la guerra entre Israel y Hamás en los mercados energéticos ha sido “contenido”, pero advierte de que se pueden producir “interrupciones en el suministro de energía que podrían tener un impacto significativo en la economía”. En el plano internacional, también ven como un riesgo para las finanzas europeas la “evolución económica” de socios-rivales como China.

La Comisión da por hecho el fin de las ayudas energéticas

La política monetaria, a través de la asfixia con la subida de los tipos de interés, “podría afectar a la actividad económica durante más tiempo y en mayor medida de lo previsto”, avisa la Comisión Europea: “El ajuste de las empresas, los hogares y la hacienda pública a los elevados tipos de interés podría afectar a la actividad económica”. Pero la tercera gran advertencia es el “cambio climático”. “Los fenómenos meteorológicos extremos como las olas de calor, los incendios, las sequías y las inundaciones, que se han venido produciendo en todo el continente y más allá de sus fronteras con una frecuencia cada vez mayor, podrían afectar a la actividad económica”.

En el caso de España, la Comisión Europea recuerda la expansión del 0,6% y el 0,4% en los primeros trimestres, respectivamente, y del 0,3% en el tercero que atribuye a un “menor impulso del del sector turístico y al debilitamiento de la situación económica”. “El descenso previsto de la actividad de la actividad inmobiliaria en un entorno de tipos de interés elevados de los tipos de interés pesará negativamente sobre el crecimiento de la inversión. Además, la moderación prevista del crecimiento del empleo limitará el dinamismo del consumo hacia finales de año, a pesar de algunos aumentos de la renta real de los hogares”, recoge el informe económico de Bruselas, que apunta que la demanda interna será el “motor de crecimiento” en 2024 gracias en buena medida a la relajación de los precios. También atribuye la estimulación económica a la ejecución del plan de recuperación.

“Los datos ponen de manifiesto la eficacia de las medidas de política económica adoptadas que están permitiendo que España lidere el crecimiento económico a la vez que logra reducir la inflación”, señalan en el Ministerio de Economía, donde enfatizan que el crecimiento de España será cuatro veces superior al de la media europea.

Respecto a las diferencias entre las previsiones de Calviño y las de la Comisión, el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ha hablado de “diferencias limitadas” y ha apuntado a la necesidad de evaluar las propuestas económicas de España cuando lleguen. Sobre la situación política por el incendio en las calles auspiciado por la derecha y la extrema derecha por la investidura de Pedro Sánchez, Gentiloni ha asegurado que no tiene incidencia en la marcha de la economía. “Yo tengo que ver los resultados económicos y las perspectivas y confío en que polarización no afectará a las perspectivas económicas en sí misma”, ha afirmado antes de recordar que el escenario “no es completamente nuevo en las recientes dinámicas españolas” y “se ve también en Bruselas y en el Parlamento Europeo”.

Bruselas, menos optimista que España

En cuanto a la inflación, la Comisión Europea considera que la tendencia a la baja seguirá en la UE tras marcar un récord histórico del 10,6% en octubre de 2022 en plena crisis energética. Ahora se encuentra en el 2,9%, la cifra más baja desde octubre de 2021. La previsión es que la tasa anual pase del 6,5% en 2023 al 3,5% en 2024; y al 2,4%, en 2025. En el caso de Espala, Bruselas estima que la inflación seguirá descendiendo a pesar de que el Gobierno elimine las medidas para hacer frente a la crisis energética.

Y es que en la Comisión Europea dan por hecho que el 31 de diciembre de 2023 caducará todo el paquete de medidas extraordinarias, a excepción del impuesto a las compañías energéticas. A esa “supresión progresiva de las medidas” atribuye la reducción del déficit para el próximo año, aunque los cálculos de Bruselas difieren de los elaborados por el departamento Nadia Calviño, que esperaba situarlo en el 3% el próximo año mientras que los técnicos comunitarios lo sitúan en el 4,1% este año y en el 3,2% en 2024. Sin hacer cambios en la política vigente, el déficit se desviaría al 3,4%, pero aún no hay un proyecto presupuestario sobre la mesa.

El umbral del 3% es significativo ya que es uno de los objetivos de la UE, que retomará a partir del próximo año el Plan de Crecimiento y Estabilidad, aunque se están negociando unas nuevas reglas para su cumpimiento, con el que se retomarán los procedimientos de infracción, con sanciones, en caso de que no se llegue a esas cifras (también el 60% de deuda). En el caso de España, la sitúa en el 107,5% este año y en el 106,5% en los ejercicios siguientes.

Bruselas espera una reducción “más gradual” de la que ha habido hasta ahora. “El principal motor de la moderación prevista en 2023 es el crecimiento inferior al previsto de los ingresos por impuestos indirectos, reflejo de la desaceleración de la inflación de los bienes importados. Por el lado de los gastos, el creciente coste de las pensiones, impulsado por la indexación a la inflación, y los consumos intermedios impulsan el el aumento de los gastos corrientes”, explica el ejecutivo comunitario.

Frente a las debilidades de la economía europea, fundamentalmente en lo que tiene que ver con la competitividad y las exportaciones, el mercado laboral permanece “resiliente” y Bruselas confía en que el desempleo siga en un récord a la baja del 6% en 2024 e incluso se reduzca al 5,9% el año siguiente. En el caso de España, sigue a la cabeza en la tasa de paro y frente la previsión de bajada por debajo del 11% que hizo el Gobierno, la Comisión Europea considera que estárá cuatro décimas por encima.