CaixaBank y Bankia vaticinan que la fusión no supondrá la salida del Estado como accionista a corto plazo
La rueda de prensa de explicación de la fusión –en realidad absorción– de CaixaBank y Bankia ha tenido como uno de los temas principales la participación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en su accionariado. El Estado tenía un 60% de las acciones de la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri y tendrá un 16% del banco resultante. Tanto Goirigolzarri, que será presidente ejecutivo del nuevo CaixaBank, como Gonzalo Gortázar, que seguirá como consejero delegado y primer ejecutivo, han coincidido en que a corto plazo la situación económica y de los valores de las entidades en los mercados no aconsejan la salida del FROB del capital. Máxime cuando ni de lejos se recuperarían los 23.000 millones inyectados en Bankia para su rescate en 2012. “Con la banca europea cotizando al nivel más bajo de su historia no parece que sea el mejor momento de que el FROB salga”, ha explicado Goirigolzarri.
A preguntas de los periodistas, Gortázar no ha visto problema con que el Estado sea el segundo máximo accionista de la entidad y prevé que no haya interferencias del Gobierno. “Bankia no ha tenido ninguna interferencia del FROB, no veo que eso vaya a cambiar”, ha explicado. Los directivos de las dos entidades que inician hoy su fusión oficial en un proceso que se prolongará hasta marzo han dejado entrever que a corto plazo no es conveniente para el erario público la privatización de esas participaciones.
Goirigolzarri es quien más se ha referido a este asunto y ha vuelto a justificar el rescate bancario. “No se salvó a los bancos, se salvó a los depositantes. Si el Estado hubiera tenido que hacer frente a los 100.000 euros por depósito que marca la ley hubiera habido que dedicar 60.000 millones. Además, la prima de riesgo estaba muy alta. Como consecuencia de aquella inversión se estabilizó el sistema financiero”, ha explicado. Para el presidente de Bankia, “con independencia de que la recuperación del dinero público sea mayor o menor, lo que se hizo estuvo bien”. Goirigolzarri, que ha dejado entrever que será difícil de devolver el capital público inyectado, ha explicado que la fusión ha permitido que el Estado “vaya a formar parte de una entidad más rentable y Bankia vale ahora un 30 % más”. “Lo que queremos es maximizar el valor de la privatización, que tiene una fecha que es el 31 de diciembre de 2021. Y no es compromiso con Bruselas, sino con una ley española”, ha argumentado, dejando la puerta abierta a que el Gobierno pueda ampliar el plazo de la privatización.
Goirigolzarri ha revelado que fue Bankia el que propuso al FROB la fusión con CaixaBanka y ha dicho que “no ha puesto condiciones”. “El FROB detallará su posición en la junta general y no puede poner condiciones porque no interviene. Ha sido la dirección la que ha tomado la iniciativa”, ha afirmado. En ese sentido, el presidente de Bankia ha asegurado que durante el proceso cualquier otra entidad podría proponer una oferta: “Si eso ocurre la tendremos que valorar porque es lo que marca la ley. En ese sentido, la transparencia y la competitividad están garantizadas”.
Los dos directivos han pedido tranquilidad porque hasta “final del primer trimestre de 2021” no se culminará la fusión. Goirigolzarri será presidente ejecutivo y Gortázar el consejero delegado y, en palabras del presidente de Bankia“, será ”quien lleve el mando de la fusión“. ”Una de las lecciones clarísimas que he aprendido en las fusiones es que la línea de mando tiene que estar muy clara. Gonzalo tiene que dirigir. Mis funciones como presidente ejecutivo serán la secretaría del consejo, comunicación y auditoría“, ha explicado.
Gonzalo Gortázar no ha querido cifrar el impacto laboral que tendrá la fusión. Se estima una pérdida de entre 6.000 y 9.000 empleos. “Es muy pronto para afinar en la materia laboral. En toda fusión se generan solapes, aunque siempre hemos llegado a acuerdos no traumáticos. Es pronto para especular sobre las personas afectadas y las posibles salidas”, ha puntualizado el actula consejero delegado de CaixaBank.
Hasta que culmine la fusión, dentro de “alrededor de seis meses”, Bankia y Caixabank seguirán funcionado como dos bancos y “seguirán compitiendo en el mercado”. El impacto que sí que tendrá la fusión desde un primer momento son los pactos de Caixabank con las aseguradoras que no sean SegurCaixa Adeslas.
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