¿Creían que las cajas de ahorros se iba a librar de alguna implicación en el caso Bárcenas? Obviamente era casi imposible. El extesorero del Partido Popular fue durante tres años, entre el 24 de julio de 2001 y el 8 de junio de 2004 consejero de Gesmadrid, una sociedad con control mayoritario de Caja Madrid. Allí cobró durante tres años un complemento salarial legal prácticamente imposible de comprobar documentalmente debido a los años transcurridos desde el desempeño de su trabajo. En 2004 pasó a ser senador por Cantabria, cargo por el que pasó a cobrar otra remuneración que no provenía del partido.
Según fuentes de la caja en la época, las dietas que Bárcenas podía cobrar por asistir al consejo de administración eran de alrededor de 1.100 euros por reunión, que se podía celebrar una vez al mes. Según las cuentas de 2009 y 2010, los miembros del consejo de administración de la entidad (que superan la veintena) cobraron en total 325.000 euros, en línea con las cantidades facilitadas por las fuentes. Una vez descontada la inflación, 1.100 euros de 2001 equivalen a casi 1.500 euros en la actualidad.
Gesmadrid era en aquel momento la entidad gestora de las Instituciones de Inversión Colectiva (SICAV) y fondos de inversión que operaba la caja de los madrileños. En la época en la que Bárcenas se sentó en su consejo de administración, Gesmadrid estaba participada en un 69,9% por la Corporación Financiera Caja Madrid y en un 29,99% por Mapfre.
En la actualidad Gesmadrid ha desaparecido y ha pasado a llamarse Bankia Fondos ya que ha unido las actividades de gestión de la antigua Caja Madrid y Bancaja, entre otras. La actual directiva no guarda relación con la de la época.
Pero, ¿qué hacía Luis Bárcenas, gerente en la época del Partido Popular, sentado en el consejo de administración de una gestora de fondos de inversión? Según también fuentes que trabajaron en la Caja en aquella época, a Bárcenas le habría propuesto directamente el presidente del Consejo de Caja Madrid, que en aquella época era Miguel Blesa.
Blesa fue propuesto a su vez para dirigir Caja Madrid por ser amigo íntimo de José María Aznar, así que se podría sospechar que este modesto, y poco lógico, sobresueldo de Bárcenas tenía que ver con su posición en el partido. Blesa y Aznar prepararon juntos las oposiciones para inspector de Hacienda en la madrileña academia del CEU. En la época, Blesa aún no había entrado en guerra abierta con Esperanza Aguirre, y la convivencia de los consejeros desginados por el Partido Popular era pacífica. Blesa fue presidente de Caja Madrid durante 14 años.
Con Bárcenas se sentaban en el Consejo de Administración Jorge Gómez Moreno, parlamentario de la Asamblea de Madrid y que ha estado durante años en el consejo de la Caja. Según las retribuciones publicadas por el banco de Caja Madrid (BFA), Jorge Moreno cobró en 2011 136.000 euros en concepto de dietas y retribuciones por asistir a comisiones. Sin embargo, Moreno no tenía ningún sueldo oficial en la entidad ya que este tipo de pagos se consideran diferentes a la nómina.
Los otros consejeros
El consejo de administración se completaba con otros dos parlamentarios socialistas, Fernando Abad y Virgilio Cano. Abad y Cano han estado envueltos en varios escándalos dentro de las filas del partido. En 1999 ambos salieron de las listas del PSOE después de que la Comisión de Ética del partido pusiera en entredicho su enriquecimiento patrimonial. Cano fue sujeto además a una investigación por cohecho en 2001, precisamente el año en el que fue nombrado consejero, según el Registro Mercantil. Por su parte, Abad tuvo que aclarar su implicación en 2003 en el Tamayazo.
El entonces coordinador de la Federación Socialista Madrileña, Francisco José Pérez, también fue nombrado al mismo tiempo que Bárcenas para dilucidar la gestión de los fondos de inversión de la Caja. Otro de los consejeros nombrados en 2001 fue Roberto Molero Gómez-Elegido, responsable del Consejo Social en la Universidad Complutense de Madrid y asesor económico de la diócesis madrileña.
Las responsables de Gesmadrid en la época eran Rocío Eguiraun, que ejercía de consejera delegada, y José María García Alonso, presidente de la entidad. Cuando se jubiló en 2003 le sustituyó Elena Gil, que se sentaba en el consejo y pasó a ser la directora de la corporación financiera.
El Consejo se completaba con otros representantes de organizaciones políticas y sindicales acordes con el reparto de fuerzas de Caja Madrid. Por parte del PSOE, también estaban como consejeros Ángeles Martínez Herrando y Froilán Luis Pérez. Del Partido Popular, además de Bárcenas fueron designados consejeros Carlos Zori Molla, Fernando Aldana –que fue secretario general de Ciencia con Aznar–, Adriano García-Loygorri y Manuel Troitiño. Por CCOO se sentaba Francisco Baquero y por los consumidores Pilar Mediavilla.
El resto eran profesionales de la casa o representantes de Mapfre, como Sebastián Homet o Ricardo Blanco Martínez.
Como es patente, para ser consejero de esta gestora de fondos no se precisaba tener conocimientos del mundo financiero y mucho menos de los fondos de inversión. Con todo, quizás Bárcenas aplicó lo aprendido en esta época al frente de la gestora para lograr luego materializar plusvalías en bolsa de seis millones de euros en un año, según explicó el mismo en una entrevista en 13TV.